viernes, 8 de junio de 2018

EL PERRO NEGRO



Desde que caí en el pozo sin fondo de la depresión, todo ha cambiado en mi vida. Apenas recuerdo como empezó ese estado, algunos expertos dicen que es como si siempre te acompañara un perro negro, no ladra ni te molesta, siempre está echado a mis pies, no se como apareció en casa, nunca había tenido un perro, la verdad es que a mi me gustan mas los gatos.
Creo que mi mujer lo saca a mear a la calle por las noches, es como si siempre hubiera estado en casa, perro triste, tiene ojeras y las orejas caídas.
Apareció como de la nada; tal vez mi mujer lo haya recogido de alguna perrera para hacerme terapia animal, parece mas triste que yo...
Es un perro grande, creo que es un labrador o un mastín canadiense; algunas veces le he dado algo de comer y ni siquiera me ha mirado, es un perro extraño, tal vez solo sea viejo...

Mi mujer duerme en posición fetal, muy encogida, como si se protegiera de algo o estuviera asustada por mi depresión. Antes siempre dormíamos con las piernas entrelazadas. Ahora nunca se vuelve hacia mi como antes, no hacemos el amor nunca, antes lo hacíamos tres o cuatro veces por semana.
Yo,la verdad, es que no tengo ganas de nada, estoy como hueco por dentro, incluso he dejado de fumar y de beber ron; miro con indiferencia mi colección de botellas de ron; mis amigos cuando viajan casi siempre me traen alguna botella de ron raro. Mi pipa reposa en el plumier japonés, sucia, con la mitad de la carga de tabaco azul que le puse la última vez que fumé.
Hace poco vinieron a verme mis amigos de toda la vida, los compañeros de interminables partidas de poker... No les dije nada, estaban muy graciosos con traje y camisa blanca con corbata, parecían pingüinos, no les dije nada, la verdad es que no me apetecía hablarles, no sabía que decirles y hablar de mi depresión no me apetecía nada; me duele algo dentro cuando hablo de eso... Supongo que mi mujer me disculpó...
Mi mujer me preocupa, creo que se ha contagiado de mi estado depresivo. Sale a trabajar temprano sin decir nada y vuelve a la noche, la noto triste y apagada.
Creo que se ha estropeado el equipo de música, pongo mis acostumbrados discos de música clásica y no suena nada...
No me importa mucho, en la casa hay un silencio que me da paz...
Se ve que la depresión produce esos fenómenos, espero que pronto salga de ese estado.
No duermo, tengo un insomnio absoluto, descanso todo el día con el perro negro a mis pies.
Me siento como cansado de todo, nada me importa...Cada vez tengo menos memoria, hago esfuerzos para acordarme como comenzó este estado y no consigo recordar nada.
Hoy es sábado, mi mujer suele hacer lavadoras y cosas de casa, hoy no, ha ido a la peluquería y ha vuelto muy guapa, no me había dado cuenta que se ha dejado el pelo largo, tal vez se ha puesto extensiones …
No se da cuenta de mi presencia... He estado observando como se ponía la ropa interior, ha dudado entre varias prendas, al fin se ha puesto bragas y sujetador de color celeste, a juego, esa ropa interior le queda muy bien, es muy sexi.
Se ha puesto un vestido azul marino ceñido...Está preciosa.
Hay que ver la cantidad de azules que existen, dicen que el azul es el color de la tristeza pero a mi me encanta.
Ella da vueltas por la casa, nerviosa, y yo no tengo ganas de decirle nada para que se calme.

Apenas toca nada, no quiere mancharse el vestido.
Ha sonado el timbre y se ha ido, he oído el tic-tac de sus zapatos de tacón alto mientras bajaba las escaleras.
¿Donde ha ido tan elegante? Algo me ha pinchado en mi estómago... No sé...
Tal vez me esté recuperando de esta puta depresión y todo vuelva a la normalidad.
Ha vuelto muy tarde, acompañada de Jonás, un antiguo novio, han estado hablando en el salón muy juntos, él le ha dicho que quería quedarse a dormir …
_Es pronto, lo he pasado muy mal desde que murió...
_La vida sigue -ha contestado él – la vida sigue y tu me gustas mucho...
Se han abrazado y él le ha robado un beso...
No se han dado cuenta de mi presencia... Empiezo a entender lo que pasó, recordar...
_Fue tan duro cuando tuve que reconocer el cadáver... - Dijo llorando – se tiró del acantilado de la playa donde pasamos las vacaciones, me siento culpable de no haber entendido lo que le pasaba...
Jonás se ha ido y ella se ha sentado en el sofá a mi lado sin saber que está apoyada en mis piernas

El perro negro, se ha puesto a ladrar indicándome la puerta de salida, no para de dar vueltas y de mover el rabo ¡quiere que salga de la casa!
Apenas he salido he caído al vacío, al acantilado donde me suicidé desesperado por el aburrimiento y la depresión, mi último pensamiento fue para ella, no quería dejarla sola y de alguna manera volví a casa...
F I N