Desde que caí en el pozo
sin fondo de la depresión, todo ha cambiado en mi vida. Apenas
recuerdo como empezó ese estado, algunos expertos dicen que es como
si siempre te acompañara un perro negro, no ladra ni te molesta,
siempre está echado a mis pies, no se como apareció en casa, nunca
había tenido un perro, la verdad es que a mi me gustan mas los
gatos.
Creo que mi mujer lo saca
a mear a la calle por las noches, es como si siempre hubiera estado
en casa, perro triste, tiene ojeras y las orejas caídas.
Apareció como de la
nada; tal vez mi mujer lo haya recogido de alguna perrera para
hacerme terapia animal, parece mas triste que yo...
Es un perro grande, creo
que es un labrador o un mastín canadiense; algunas veces le he dado
algo de comer y ni siquiera me ha mirado, es un perro extraño, tal
vez solo sea viejo...
Mi mujer duerme en
posición fetal, muy encogida, como si se protegiera de algo o
estuviera asustada por mi depresión. Antes siempre dormíamos con
las piernas entrelazadas. Ahora nunca se vuelve hacia mi como antes,
no hacemos el amor nunca, antes lo hacíamos tres o cuatro veces por
semana.
Yo,la verdad, es que no
tengo ganas de nada, estoy como hueco por dentro, incluso he dejado
de fumar y de beber ron; miro con indiferencia mi colección de
botellas de ron; mis amigos cuando viajan casi siempre me traen
alguna botella de ron raro. Mi pipa reposa en el plumier japonés,
sucia, con la mitad de la carga de tabaco azul que le puse la última
vez que fumé.
Hace poco vinieron a
verme mis amigos de toda la vida, los compañeros de interminables
partidas de poker... No les dije nada, estaban muy graciosos con
traje y camisa blanca con corbata, parecían pingüinos, no les dije
nada, la verdad es que no me apetecía hablarles, no sabía que
decirles y hablar de mi depresión no me apetecía nada; me duele
algo dentro cuando hablo de eso... Supongo que mi mujer me
disculpó...
Mi mujer me preocupa,
creo que se ha contagiado de mi estado depresivo. Sale a trabajar
temprano sin decir nada y vuelve a la noche, la noto triste y
apagada.
Creo que se ha estropeado
el equipo de música, pongo mis acostumbrados discos de música
clásica y no suena nada...
No me importa mucho, en
la casa hay un silencio que me da paz...
Se ve que la depresión
produce esos fenómenos, espero que pronto salga de ese estado.
No duermo, tengo un
insomnio absoluto, descanso todo el día con el perro negro a mis
pies.
Me siento como cansado de
todo, nada me importa...Cada vez tengo menos memoria, hago esfuerzos
para acordarme como comenzó este estado y no consigo recordar nada.
Hoy es sábado, mi mujer
suele hacer lavadoras y cosas de casa, hoy no, ha ido a la peluquería
y ha vuelto muy guapa, no me había dado cuenta que se ha dejado el
pelo largo, tal vez se ha puesto extensiones …
No se da cuenta de mi
presencia... He estado observando como se ponía la ropa interior, ha
dudado entre varias prendas, al fin se ha puesto bragas y sujetador
de color celeste, a juego, esa ropa interior le queda muy bien, es
muy sexi.
Se ha puesto un vestido
azul marino ceñido...Está preciosa.
Hay que ver la cantidad
de azules que existen, dicen que el azul es el color de la tristeza
pero a mi me encanta.
Ella da vueltas por la
casa, nerviosa, y yo no tengo ganas de decirle nada para que se
calme.
Ha sonado el timbre y se
ha ido, he oído el tic-tac de sus zapatos de tacón alto mientras
bajaba las escaleras.
¿Donde ha ido tan
elegante? Algo me ha pinchado en mi estómago... No sé...
Tal vez me esté
recuperando de esta puta depresión y todo vuelva a la normalidad.
Ha vuelto muy tarde,
acompañada de Jonás, un antiguo novio, han estado hablando en el
salón muy juntos, él le ha dicho que quería quedarse a dormir …
_Es pronto, lo he pasado
muy mal desde que murió...
_La vida sigue -ha
contestado él – la vida sigue y tu me gustas mucho...
Se han abrazado y él le
ha robado un beso...
No se han dado cuenta de
mi presencia... Empiezo a entender lo que pasó, recordar...
_Fue tan duro cuando tuve
que reconocer el cadáver... - Dijo llorando – se tiró del
acantilado de la playa donde pasamos las vacaciones, me siento
culpable de no haber entendido lo que le pasaba...
Jonás se ha ido y ella
se ha sentado en el sofá a mi lado sin saber que está apoyada en
mis piernas
El perro negro, se ha
puesto a ladrar indicándome la puerta de salida, no para de dar
vueltas y de mover el rabo ¡quiere que salga de la casa!
Apenas he salido he caído
al vacío, al acantilado donde me suicidé desesperado por el
aburrimiento y la depresión, mi último pensamiento fue para ella,
no quería dejarla sola y de alguna manera volví a casa...
F I N