martes, 8 de diciembre de 2015

LA EDAD NO IMPORTA



Cuando Jeremiah le dio una cita a Gwndoline pensó que había sido un poco optimista, sintió un poco de miedo al ridículo,no son edades para esas cosas -pensó inseguro -

Todo había sido tan fácil...Las redes sociales lo hacen todo tan fácil...

Le había ocultado cinco años, su aspecto físico lo permitía. Siempre había sido deportista y y nunca había estado enfermo.
Estaba separado, ni se acordaba de su ex- mujer, gozaba de una buena posición económica y no tenía que trabajar.
Cuidaba mucho su aspecto en la red social... Fotos de vacaciones en buenos hoteles, siempre lucía ropa de marca y recalcaba sin dar demasiada importancia que tenía una preciosa villa frente al mar.
Exageró algunas cosas pero nada que no se pudiera arreglar en caso de un encuentro en persona.
La chica parecía culta, no hacía faltas de Ortografía y sabía de lo que hablaba cuando conversaban de literatura y arte.
Había tenido malas experiencias con mujeres vulgares – cazadoras de cabelleras las llamaba -
Cuando se cansaron de las interminables horas de chateo, decidieron darse el número de los teléfonos.
Me encantaría escuchar tu voz Jeremiah -dijo una noche Gwndoline -
El dijo que a él también...
Gwndoline tenía apenas cuarenta años, Jeremiah sesenta...
Nunca había estado con una chica tan joven...
Habían hablado de todo, se contaban todo sinceramente, incluso conversaciones de sexo respetuosas
Jeremiah nunca se había enamorado, nunca había perdido la cabeza, siempre había mantenido el control sobre eso...
Pero esa chica se había hecho imprescindible en su vida, tenía que reconocerlo...

¿Que hace una preciosidad como tu perdiendo el tiempo con un viejo? Le había dicho una noche de
larga conversación.
Se está muy bien contigo, dijo por toda respuesta.
Yo también estoy muy bien contigo -dijo él -
Yo más – dijo ella -
No, yo más – recalcó él- seguido de una retahíla de jajajajajajajajajajajja
Y siguieron jugando a coquetearse, al doble sentido de las palabras...
Me gustas tanto...
Eres lo mas importante de mi vida...
Luego besos de letras, mas tarde sexo virtual, respetuoso, delicado...
Imaginándose, tocándose con letras...
No tardaron en escribir: Necesito verte, necesito mirarte...
Luego los miedos,los enfados la desesperación por la distancia

Habían abierto todas las puertas, ya eran pura confianza.
Cuando Gwndiline le contó su divorcio y su situación económica, Jeremiah creyó oler el interés por su dinero y lo encontró normal. Era muy joven y guapa, las chicas guapas se interesan por los viejos por esas cosas, lo encontró normal y no le importó demasiado, sonrió melancólicamente y pensó que nunca se llega al fondo de los pensamientos de una chica...
Cuando Jeremiah le confió sus temores por la edad, Gwendoline le dijo la palabra mágica...
La edad no importa cuando se ama de verdad...
El sonrió frente a su ordenador y asintió
Hemos ido muy lejos – dijo ella – ya no podemos parar por esas cosas, por esas tonterías de la edad
Espero que no seas impotente – rió con letritas -
Estoy muy bien de eso -dijo escuetamente-
Si eso, compra pastillas de esas de los pitufos que dicen que van muy bien -siguió riendo -
¿Pitufos?
Si, de esas azules...Me encanta el sexo, ya lo sabes...
Me pongo húmeda con solo hablar contigo por aquí...
Ya sabes...Las chicas enamoradas pierden la vergüenza …
Pero enamorarse no es solo sexo, hay mas cosas...
Entonces Jeremiah comenzó a sentir algo en su estómago,algo que nunca había sentido de verdad...
Se sentía deseado, se sentía querido...Se sentía amado.
Todo lo demás no importaba.

Se había duchado a conciencia, nunca hasta ahora había sido tan minucioso en limarse las uñas...
Maldijo el espejo y la luz cenital que denunciaba su calvicie,estuvo largo rato mirándose y intentando no ser demasiado autocrítico con su cara envejecida... Todavía estoy bien... - Se dijo al fin -
Tenía una cita con una mujer muy joven...Tal vez demasiado joven...
Tuvo un pequeño ataque de pánico y pensó en no ir... Darle plantón, desaparecer
Es una locura – pensó -
Había comprado ropa nueva y zapatos italianos y se juró a si mismo que caminaría erguido...
Ensayó una sonrisa seductora y palpó la cartera para estar seguro que la llevaba.
Ella venía en el tren...
Pensó en ella, ¿Como sería en persona? ¿Como se comportaría cuando se encontraran?
Había ensayado en voz las palabras que pensaba decirle, incluso las sonrisas
Se sentía inseguro pero contento...
Se guiñó un ojo a si mismo, miró la hora en su móvil y marchó decidido a buscar a su chica...Como un adolescente enamorado...
Llegó con veinte minutos de tiempo, se orientó en la estación y bajó al andén
No quiso tomar nada mientras esperaba, no quería que su boca oliera a nada cuando se acercara a ella.
Su interior se debatía en contradicciones...
Lo que se consigue con el dinero – pensó -
Se regaló una sonrisa de suficiencia y de seguridad, controlaba la situación...
Un par de besos, hablar un rato, conocerse, simpatizar y llevarla a cenar frente al mar...
Después de lo que nos hemos dicho -pensó – todo será mas fácil .
Un moderno tren entró en el andén silenciosamente, venía atestado de gente, costaría encontrarla


Iré con un vestido azul mecánico -le había dicho ella – No quiero que me confundas
Eres inconfundible Gwndoline, te encontraré por tu olor, hueles a mi...
Mmmmmmmm le había dicho ella la última vez que hablaron
Estoy segura Jeremiah, yo también oleré a ti...
Es preciosa...Mucho mas que en las fotos... Elegante, alta...¡Que pelo mas bonito!...
Se acercó hacia ella con ánimo de saludarla correctamente pero ella al verlo dejó las maletas en el suelo y corrió hacia él con los brazos abiertos en cruz, se colgó de su cuello y pegó su boca en la suya...
Todos los besos de película pasaron por la mente de Jeremiah en un instante
Ella se despegó de él un instante para mirarlo de pies a cabeza, él aun no se había recuperado del abrazo, del contacto de sus pechos apretados en su plexo...Gwndoline se sumergió con su mirada en él como nadie lo había hecho nunca...
Lo besó otra vez y esta vez terminó el beso con un leve mordisquito en los labios de él.
Toda su desconfianza había desaparecido...
En sus interminables conversaciones a veces se habían dicho: ¿Y si no te gusto en persona? Y se habían reído mucho con eso.
Me gustas -dijo ella -
Me gustas -dijo él -
Entrelazaron sus dedos y caminaron en busca del automóvil, se miraban sin decirse nada...
Sentían la alegría de estar juntos, llenos de cosquillas y mariposas de preciosos colores.
Cuando se está en ese estado, los enamorados pierden la conciencia de la realidad y se instalan en una preciosa burbuja azul, en la burbuja donde nada importa, solo necesitan sentirse queridos y notarlo. Es una energía que fluye, una extraña alegría que hace que todo sea distinto, que lo hace todo extraordinario..
¿Donde me llevas? - dijo ella para salir del silencio -
Al mar – contestó él – a mi casa del mar, a ese sitio que te he hablado tantas veces...
Ella se paró y le volvió a besar, esta vez suavemente …
Te quiero Jeremiah...
Ya no podía estar mas sin ti – atinó a decir él -
Está cerca, apenas una hora...
Deja de mirarme – dijo Gwndoline riendo mientras Jeremiah conducía -
¡Nos vamos a estrellar, mira la carretera!
El sonrió divertido …
Cuando se acercaban a su destino, todos los árboles se pusieron mas verdes,los marrones de los campos de cultivo tenían el color subido y perlado por la escarcha de la mañana.
¡Que sitio mas bonito! -Exclamó ella -
Espera a ver el mar...

Y el mar apareció detrás de una curva, con blancos de neblina mezclados con azul...
Pararon en el pueblo y pasearon tomados de la mano, luego comieron pescado y bebieron vino blanco en un restaurante a la orilla del mar, casi en la playa.
Se sentaron frente a frente, mirándose con risitas de complicidad...
Jeremiah ya no estaba nervioso, el último vino blanco brillaba en las copas y en los ojos de Gwendoline, pasaron todo el tiempo buscándose la mirada y los defectos...
Queriendo saber sus maneras,pendientes el uno del otro.
No eres tan viejo – dijo ella seriamente -
Soy como soy, si pudiera comprar veinte años lo haría a cualquier precio...


Es mejor asi, -dijo ella- De joven apenas te das cuenta de nada, no aprecias las cosas...
En serio – dijo ella- me gustas, eso es lo que importa, se está muy bien contigo, eso es todo, lo demás no importa...
Eres la pieza que me faltaba...
Eso lo dicen todos los enamorados – dijo Jeremiah riendo de buena gana – parece de manual …
Anda, vamos a casa, estarás cansada del viaje.

La casa de Jeremiah estaba a primera línea de mar, no era una casa importante,una casa mas con jardín y bastante aislada de las demás.
La tomó de la mano y le enseñó la casa, estaba todo muy limpio...
Se está muy bien aquí -dijo ella saliendo a la terraza -
Paso la mayor parte del verano aquí, el invierno es muy frío, cuando sopla el levante todo se pone imposible, es un infierno de viento y ruido del mar.
Cuando entraron en la habitación principal, grande y con ventana al Sur ella se quedó extasiada por la claridad y los azules del mar...
Se ve el mar desde la cama... -Dijo él -
El la tomó por la cintura desde atrás y la besó en el cuello con suavidad...Ella pasó sus manos hacia atrás estrechándolo hacia ella, apretándolo a su espalda.
Cayeron en la gran cama italiana abrazados de brazos y piernas, la ropa desapareció como si nada y todo se puso a mejor...
Se tenían tantas ganas...
Jeremiah ni se dio cuenta que tenía veinte años mas que Gwendoline... Ni se le ocurrió pensar en esas cosas...
Los dos se metieron en el sitio mas peligroso de los sentimientos salvajes...Se sintieron queridos.
Amar es algo mas que sexo, amar es algo mas que frotar los cuerpos, es salir de la realidad, es salir del mundo...Por eso es tan maravilloso.
Cuando estás en el paraíso del amor, quieres permanecer. No se hicieron preguntas, solo querían permanecer juntos compartiendo su vida.
Ella puso su olor en la casa de Jeremiah y se mezcló con el olor de él...
Inventaron un nuevo perfume, un nuevo olor un nuevo perfume vital para poder vivir juntos...
Un perfume es una mezcla de olores... Ya olían a ellos...

Jeremiah apenas se daba cuenta de que hacía el amor dos veces al día – por la noche y por la mañana – todas las dudas sobre su potencia sexual se habían diluido entre las piernas de Gwndoline
A veces se dormían escuchando los gorriones y las avefrías que se acercaban a la terraza a pillar las miguitas de sus comidas, cada vez mas confiados, cada vez mas atrevidos.
Se quedaban absortos escuchando el mar y los graznidos de las gaviotas, a veces venían las abejas Gwendoline les ponía miel en la barandilla para ayudarlas a pasar el invierno.
Se asomaban a la ventana a mirar el azul, cada día diferente... Buscando explicaciones a tanta belleza.
No querían hacerse preguntas, solo querían ser felices.

Una tarde todo comenzó a ir mal...
Cuando comes mucho el hambre se calma, todo se pone en su lugar, en orden... Levantarse e ir a trabajar y todas esas cosas tan prosaicas.
Jeremiah era razonablemente rico y sus negocios iban solos, apenas una vez a la semana a firmar .

La vida cotidiana, la vida doméstica es una asesina de mariposas. El microclíma de cultivos de amor se fue viciando de cosas cotidianas y vulgares de costumbres individuales de pequeños detalles de importancia relativa.
Debo volver a casa – dijo Gwendoline después de diez días de paraíso -
Tengo que trabajar, no soy rica – dijo asomando una sonrisa de conformidad -
Vivimos casi a doscientos kilómetros el uno del otro, quiero despertar contigo todos los días de mi vida - dijo él desolado -
Mi trabajo no es una gran cosa pero de algo tengo que vivir...
Puedes quedarte a vivir aquí y compartir todo con naturalidad...
Jeremiah... Hace solo diez dias que estamos juntos, que nos conocemos...
Y no quiero ser una mantenida...
Tengo dinero suficiente para para que podamos estar juntos aquí, no necesitamos trabajar ; El dinero se comparte con naturalidad no importa quien tenga mas, si no fuera así solo se casarían los ricos con las ricas...No tiene importancia eso.
Lo único que importa es estar juntos...
Lo pensaré - dijo ella – pero mañana tengo que irme a arreglar mis cosas ¿si?
¿Voy contigo y te ayudo?
No, son cosas mías, arreglaré mis cosas y pensaré despacio y si quieres estar conmigo buscaré un trabajo por aquí...
Necesito trabajar, necesito hacer cosas... ¡No vamos a estar todo el día follando! -dijo con picardía-
En una semana lo resolveré...
Tu piensa también...
Tengo veinte años menos que tu...Pueden pasar cosas por eso...
¿Hay queja por eso? - dijo abrazándola y apretándola muy fuerte a él -
Se te van a poner los ojos azules de tanta Viagra...
Solo la tomé el primer día...Estaba nervioso...
¿Si?
Y él ya casi la había desnudado.
Le volvía loco la sensación de sentirse deseado por una mujer tan joven.
Es de verdad -pensó – me quiere, no es posible fingir tan bien.

En la ausencia de Gwendoline, Jeremiah nunca se había sentido tan solo, tan inquieto, tan celoso...
Se montaba películas en su cabeza...Películas de terror, de engaño, de misterio.
Ya todas las canciones de amor estaban hechas para él, expresamente y a medida, todos los poemas de amor dejaron de ser cursis y también reconoció que sabía suspirar...
Quería mantener el control de sus sentimientos pero le era imposible.
Se había trasladado al apartamento de su ciudad, le era insoportable vivir en la casa del mar sin ella
Gwendoline no estaba y nada tenía sentido.

Cuando ella lo llamó diciéndole que iría a vivir con él le faltó nada para dar saltos como un niño.
Contó las horas que faltaban para el regreso de su chica...Permaneció en silencio durante dos días
guardaba todas sus palabras para ella.

Ella llegó con más maletas que la primera vez
Cuando la abrazó todo se iluminó otra vez...
-Te he echado de menos.
-Yo más -dijo ella -

No, yo más … - Dijo él -
Regresaron a la casa del mar como dos recién casados, tomados por la cintura …
Un tipo los miró pensando: Otro viejo que se ha comprado un bombón...
Mañana llegarán todas mis cosas, no podía traer todo, mi ordenador y un par de muebles
He dejado todo atrás, no ha sido fácil,mi barrio me gustaba, mis amigos dicen que estoy loca y que no saldrá bien...
Tu deja que las cosas pasen, no te preocupes por nada – dijo displicente -
Todo irá bien...Muy bien.
Y Gwendoline se quedó para hacer feliz por siempre a Jeremiah, le amaba y no se hacía preguntas
no lo importaba nada su dinero,solo significaba estar cómoda, no andar todo el día pensando como llegar a fin de mes.
Ya había pensado en todo eso de ponerse a trabajar y compensar el bienestar económico que Jeremiah le proporcionaba.

Apenas había pasado un mes y la cotidianidad la costumbre y el aburrimiento ya habían hecho acto de presencia, no de visita, llegaron para quedarse
Todo lo extraordinario se fue convirtiendo en habitual...
El mar siempre frente a ellos los miraba con cara de conformidad, intentando ayudar un poco, las hortensias ahora cuidadas con esmero por Gwendoline no dejaban de regalar risitas de de color azul y rosa, las avefrías y los chichipanes los gorriones y alguna gaviota comodore también siguieron acudiendo para ayudar, cada mañana, puntualmente, al rayar el día...Querían ayudar a mantener el paraíso...Ellos saben …

-Voy a buscar trabajo, he hecho unos currículums – dijo ella una mañana -
-¿Qué sabes hacer?
-No sé, un poco de todo...
-Miraré en alguna tienda o en algún hotel, pronto será temporada...
Puedo hablar con algunos amigos, aquí conozco mucha gente
-No – dijo ella – prefiero hacerlo por mí misma
-Está todo muy mal pagado, no vale la pena... - Dijo él -
-¿Qué necesidad tienes de trabajar? No tendremos tiempo para nosotros, no podremos salir a viajar, el trabajo ata...
-Ya me has mantenido bastante, quiero tener mi economía, se están acabando mis ahorros y me da vergüenza pedirte dinero...
-Pero si tenemos dinero...
-Tienes dinero...
-No es fácil para mi esta situación, no quiero ser...
tu puta – pensó sin decirlo -
Jeremiah le hizo una tarjeta de crédito.
-Úsala mientras encuentras trabajo-y ella aceptó con confianza...
- De todas formas preferiría que compartiéramos todo con naturalidad.
Era la primera vez que hablaban seriamente.

  En el fondo a Jeremiah le había gustado la decisión de Gwendoline,
Está conmigo por que me quiere, pensó , no es por mi dinero, esto sí es una prueba de amor …
Cuando Gwendoline encontró trabajo en una cafetería a Jeremiah no le hizo mucha gracia
-!Una cafetería!..-Dijo poniendo cara de enfadado – trabajar en un bar... ¡Qué necesidad tienes de éso? No es un trabajo adecuado para tí...
-Pero si solo es un bar de desayunos – dijo ella molesta – sólo es media jornada …
-Te quiero para mi a tiempo completo...
-Te vas a aburrir de mí – dijo dándole un beso -

-Mantener el nivel de intensidad en el amor es imposible. Enamorarse es como una explosión, estalla y se expande no se puede permanecer en el estallido constantemente.

Gwendoline se levantaba temprano para ir a trabajar y a Jeremiah le encantaba retozar con ella por la mañana.
-Te quiero Jeremiah, pero no quiero estar aquí todo el día encerrada...
-Me encanta estar contigo, me encanta tu compañía pero me aburre tanto de lo mismo...
-¡Claro, te aburres de mi porque soy un viejo!

A veces Jeremiah iba al bar donde trabajaba Gwendoline, la miraba a lo lejos sin creerse que dormía cada noche con ella, sintiéndola como una ensoñación, como ajena a él.
Luego en casa con ella se volvía a recuperar, tomaba fuerzas para estar a la altura, para no tratarla de una forma paternal.
Las cosas comenzaron a oler a impostura a teatro. No se sabe cuando estalló, las cosas comprimidas suelen estallar.
Tal vez porque Jeremiah cometió el error de preguntarle : ¿Por que me quieres? O tal vez ella puso en la balanza de la relación sus pocos años...
Las cosas que tienen que suceder al final suceden, es como las estrellas, se comprimen, estallan y se apagan vagando tristes por el espacio.
-¿Qué piensas? ¿Que te quiero por tu dinero? ¿Por esta casa y todas las cosas que tienes?
Él calló sin querer otorgar...
-¿Éso piensas? Que soy una aprovechada? ¿Que soy una puta? -¿Una puta disimulada de novia?
-¡No! - dijo él -
-¿Quieres saber porque te quiero? ¿Lo quieres saber?
-Sí – dijo él superado -
Porque me gustas, no me hago más preguntas, sólo por éso...
Si piensas que estoy contigo por tu dinero podemos hacer una cosa – dijo furiosa -
Cada vez que me folles me das cien euros, así te quedarás más tranquilo...
Y Gwendoline se fue a llorar a la terraza, el mar se había hecho nube y los pájaros gritaban horrorizados...
Al rato ya no sabía porque lloraba pero seguía llorando... Lloraba por la puta vida que lo organiza todo, que mete el orden dentro de las camas que quiere impedir que un hombre viejo toque las caderas de una chica joven sin levantar sospechas, que quiere impedir que una chica joven vaya orgullosamente tomada por la cintura de un hombre mayor sin suscitar sonrisas y miradas de escándalo.
Una puta...Eso es lo que cree... -Dijo entre lágrimas-
El salió a la terraza para consolarla y disculparse...
-Ya sé que los paraísos son caros – dijo ella con palabras de sabor a sal de lágrimas – Ya sé que hay que pagarlos...
Me gusta ésto, me gusta vivir aquí frente al mar... Pero me gusta porque estás tú conmigo...


-Me gustas, me encanta como me tratas, nadie me ha tocado como tu, con esa delicadeza, me pones loca con tus maneras delicadas, con tu ternura... Me pones loca cuando me metes los dedos en el coño buscando mi punto g , se que estuviste mirando la mejor forma de hacerlo en internet...Te preocupas que me corra a la vez que tu, me mimas, me enamoras con tus detalles.
-¿Cómo no quererte? Y encima con este entorno maravilloso, de ensueño...Ya sé que es un paraíso pagado, lo sé, ya se que la puta pasta hace eso posible...No puedo remediarlo...Te quiero...
Jeremiah permanecía en silencio sin saber que decir
No soy tuya, nadie puede ser de nadie...Pero también sé que soy tu paraíso...
-También tú tendrás que pagar tu paraíso...
Te cobraré cien euros cada vez que me folles, si lo haces dos veces al día ciento cincuenta, que tampoco quiero abusar de tí...
También haré las tareas de casa y cocinaré...Despide a la asistenta.
Jeremiah no supo que decir, no quería llorar, no sabía, nunca había llorado...
La estaba perdiendo sin perderla por su desconfianza

Dejaron pasar un tiempo para que se calmaran las cosas. Ella dejó de trabajar y se comportaba como siempre.
Las parejas suelen hacer las paces en la cama, una pareja sin sexo se queda en nada.
Cuando terminaron de hacer el amor ella le dijo mimosamente en el oído: Me debes cien euros...
Hay cosas que sientan muy mal después de follar por eso cuando Jeremiah se levantó por la mañana le dejó cien euros en la mesita de noche.
Ella los guardó con una sonrisa amarga, solo quería darle una lección, solo quería que entendiera que las cosas buenas no son de pago.
Pasaron los días y el cajón de la mesita de Gwendoline se había llenado de billetes de cien euros.
Una tarde Gwendoline salió de compras, compró todo lo que sabía que le gustaba a Jeremiah, cosas de valor, cosas caras; Se gastó todo el dinero recaudado, hasta el último céntimo...
Hizo su maleta y no lo volvió a ver mas.

FIN


viernes, 23 de octubre de 2015

ROSE MARY Y EL HOLANDES ERRANTE




 Ya ha llegado el verano – dicen los chicos del bar de la calle estrecha que da al mar-

Jan Van Noseké... el holandés de la bicicleta había llegado saludando a todo el mundo, chocando las manos con las palmas como hacen los chicos de ahora.



¡Hola,hola,hola! Los holas de de Jan Van Noseké no suenan a holas normales, son un batiburrillo

de inglés, holandés con aportaciones de catalán... Cuando está borracho es peor, es como un gruñido



Cuentan que es hijo de gente de pasta, vaya, de ricos de toda la vida...

También dicen que los inviernos los pasa en Holanda, en un manicomio de pago, se ve que en verano le dejan salir , es inofensivo.

Nadie sabe donde duerme ni donde come, se limita a llegar, se sienta en un escalón cerca del bar de la calle estrecha que da al mar y fuma interminables cigarrillos de marihuana. De vez en cuando entra en el bar pide una cerveza y entra en el váter.

Casi nunca se acaba la cerveza, también cojea un poco...O tal vez sea el tambaleo de sus adicciones



Se baña vestido en el mar para lavarse la ropa, toma el sol siempre al lado de la barca de Joan “voypallá” … Duerme de día tumbado al sol, nunca se quema la piel. Tiene el pelo ondulado y jamás peinado, su cara es blanca y pecosa, es increiblemente rubio, casi dorado …

Lo tiene tan rubio de tanto beber cerveza -dice el camello que esconde la coca en el macetero de enfrente del bar-

Los camellos de la calle estrecha del pueblo con mar y castillo son los mas tontos del mundo, dan tanto el cante, demuestran tanto que lo son que a veces producen ternura...

El bar de la calle estrecha es todo un escenario de cosas raras en verano. En invierno es un sitio normal



Rose Mary siempre toma el vermout de la casa a partir de las doce del mediodía, casi siempre permanece en el bar hasta las cinco de la tarde tomando pingüinos -asi se les llama a los vermouts caseros del bar de sa gavina coixa , casi siempre se le olvida ir a comer

Si pilla a alguien que la escuche prefiere hablar a comer... Nueve vermouts hacen efecto en su cuerpo de 78 años.

Rose Mary es alta, muy alta casi un metro noventa de joven trabajó en el cine.

Cuando Rose Mary pilla a alguien que la escuche este está perdido, siempre cuenta y cuenta cosas de cuando era joven bella y actriz – mucha gente pone en duda lo de actriz -



Habla y habla sin parar, cuando el vaso de pingüino vermout se vacía da un golpecito en la barra con el vaso y Policarpo Núñez – un camarero colombiano de ojos caídos le rellena el vaso- si el hielo se ha derretido le pone un vaso con varios cubitos.



Los que la conocen no suelen acercarse mucho para no caer en sus redes verbales, la saludan desde lejos...





Cuando se cansa de beber y de esperar a alguien que le de conversación, vuelve a su casa tambaleándose pero muy dignamente estirada.



Rose Mary vino hace cincuenta años al pueblo de playa y castillo, algunos viejos dicen que era la script de una famosa película que se rodó en el pueblo en aquellos años...

Otros cuentan que vino de vacaciones y se quedó fascinada por el azul del pueblo se enamoró de un carpintero de barcos, se casó y se quedó aquí varada. El carpintero era muy alto, como ella , en el pueblo no habían chicas altas y se casó con Rose Mary.

No se sabe si fue el amor del carpintero de barcas o por la belleza del pueblo -este pueblo es jodidamente precioso -

Ya hacía años que se había quedado viuda, vivía razonablemente bien en la gran casa que le había dejado su marido. Tenían el taller de carpintería en los bajos de la casa.

El taller todavía está igual como lo dejó su difunto marido, cuando este se murió Rose Mary se limitó a cerrar la puerta con llave.

También ocurría que se moría de pena y aburrimiento en la soledad de la gran casa, ya hacía tiempo que no tenía ganas de nada.

Solo ocupaba una habitación de la casa y la cocina con televisión

Todo le aburría, solo los pingüinos del bar La Gaviota Coja lograban sacarla de ese aburrimiento melancólico...

A partir de quinto pingüino solía decir: Mi vida es como si estuviera en una parada de bus esperando el autobús de la muerte.



Yo mientras pinto cuadros con mucha pintura azul – que otro color podría emplear en este sitio- bueno, a veces tonos naranja y amarillos, pero solo en los amaneceres, en los atardeceres violetas y la gama de grises calientes con reflejos blanco marfil .

A veces veo a Jan Van Noseké con ese pelo rubio, casi dorado, se pasa las horas sentado en el escalón frente al bar junto a su bicicleta con maleteros llenos de cosas; Solo mira a la pared de enfrente, no hace nada mas, apenas habla con la gente, algunos hacen bromas con el y se burlan, el aguanta pero a veces se enfurece y gruñe.

Yo es que tengo el síndrome del aburrimiento, siempre me doy cuenta de las cosas y por eso me aburro tanto – pensamiento analítico constante que le llama uno de esos amigos enterados -

Pues eso, que yo pinto cuadros de esos raros, con mucho azul de mar con trazos gruesos y hay idiotas que me los compran. Las marinas se venden muy bien y son muy fáciles de hacer...Ya ves...

Solo mar y cielo con colorines y a veces el sol que sale o que se pone.

Si vendo veinte cuadros al año todo va bien, los compran los dueños de los restaurantes de pescado y algún turista entendido en cosas fauvistas o dadá …



La noche de la gran lluvia y el levante Rose Mary había salido, casi nunca solía salir por la noche pero se había muerto su amiga la Rubí, una amiga de toda la vida, y no había ido nadie al velatorio

ya se sabe, si te mueres muy vieja y no has tenido hijos apenas le importa a nadie.

Rose Mery había permanecido sola en el tanatorio, sentada, mirando a su amiga dentro del ataud.

La Rubí estaba muy bien maquillada y con dos taponcitos de algodón en la nariz.

Rose Mary estuvo mucho rato pensando en como sería morirse.



Cuando el mar y el cielo se ponen de acuerdo para hacer daño las noches del pueblo con mar y castillo se ponen horribles.
El mar rebasa la playa y se junta con la riera que baja llena de troncos y ramas de la montaña, entonces la marea no la deja desaguar y se va acumulando haciendo del pueblo un embalse. A la riera le da igual el muro de contención y al mar también.

Las olas resuenan a lo lejos, la lluvia, los rayos y los truenos completan la película de miedo.

Rose Mary regresaba a su casa muy pegada a la pared procurando no pisar los charcos mas grandes

caminaba sin importarle demasiado la lluvia preguntándose como sería su muerte, si vendrían muchos amigos a velarla; No tenia ni familia ni apenas herederos a quien dejar sus cosas.

Pensó que le vendrían bien un par de pingüinos para que se le pasara el “yuyu” -vaya, el mal rollo-

Tal vez el bar esté abierto...

La calle donde está el bar de “sa gavina coixa” es bastante empinada, ya era mas riera que calle.

Se estaba comenzando a arrepentirse de haber tomado esa dirección. Las luces de la fachada l bar estaban apagadas, estaba cerrado. Habían puesto una compuerta de madera para que no entrara el agua si se daba el caso que el agua rebosara la acera.

Fastidiada continuó en dirección a su casa, ya totalmente mojada hasta la cintura, las rachas de viento del mar hacían inútil el paraguas.



Tropezó con su cuerpo...Estaba acurrucado en un portal, Jan Van Noseké estaba perdido sin el refugio del bar , era su soporte, su sustento, su seguridad. Estaba muy borracho, muy drogado muy de todo...

My good !! - Exclamó Rose Mary -

Lo movió enérgicamente para que reaccionara pero solo obtuvo un gruñido por respuesta.

¡¡Se te va a llevar el agua, animal!! -Le gritó ante su resistencia a recibir ayuda-

Jan reaccionó un poco comenzó a moverse intentando ponerse de pie

Cargar con el era imposible, parecía una madeja de lana desmadejada...

Rose Mary dejó el paraguas a un lado y tiró de Jan hasta arrimarlo al escalón de una puerta, caso había logrado sentarlo cuando se volvió a caer. Lo tomó por las axilas y pudo incorporarlo apoyándolo en la pared ...Pesaba tan poco...

Poco a poco Jan Van Noseké … Fue reaccionando y se dejó llevar; Rose Mary se pasó el brazo de Jan por el hombro y lo tomó por la cintura, poco a poco Jan comenzó a andar a trompicones.

Cuando llegaron a la casa de Rose Mari la calle ya había dejado de ser calle para convertirse en una caudalosa riera...

Abrió la puerta, una vuelta a la llave y un patada a la puerta fue suficiente

Si no saco al idiota ese de la calle ya estaría en el mar – se dijo para si satisfecha -

Pero bueno, se lo habia pasado muy bien -pensó con una risita – la sangre se le había puesto de pié había sido emocionante...

Dejó caer a Jan en el sofá como si descargara un saco de patatas y se dirigió al lavabo a mear y a quitarse la ropa empapada, se duchó y y se puso un pijama rosa con el dibujo de la pantera rosa también... Las zapatillas también eran rosas con pompón.

Salió al salón a ver como seguía Jan...

Se movía y balbuceaba un idioma que RoseMary no entendía; Pensó que no tenía nada grave solo estaba muy mojado y muy borracho...

Lo desnudó como pudo y lo cubrió con una gran toalla de baño y una manta de lana, no eran horas para llamar a nadie. Cogió su bolso donde guardaba sus cosas y su dinero y los puso debajo de la almohada – nunca se sabe, pensó precavida -





No tenía miedo de Jan Van Noseké... Sabía que era inofensivo...


Después de la tempestad viene la calma y efectivamente, la mañana que amaneció después de la tormenta era radiante, con brillitos de gotas de agua por todas partes.



Rose Mary se despertó sobresaltada, no estaba acostumbrada a que nadie se moviera por la casa, abrió los ojos y vio a Jan Van Noseké apoyado en el marco de la puerta de su habitación, desnudo y sin ningún pudor ...Mear …

Rose Mary se limitó a indicar con la mano la dirección del váter

Se levantó y se fue a la cocina, calentó un poco de café y llenó dos tazas, las puso sobre la mesa del comedor cerca del sofá donde había dormido Jan.

Jan apareció al rato cubierto con una toalla y con cara de buen chico. Buscaba con su mirada la ropa que Rose Mary le había quitado por la noche.

Ella le alcanzó una bata y ella se puso otra encima del camisón

Anda, tómate un café - le dijo - ¿un poco de coñac? ¿si?

Jan asintió con la cabeza - coñac gratis, pensó -

Ponte eso – le dijo alcanzándole una camisa y un pantalón de su difunto marido - te lavaré la ropa y enseguida estará seca.

Gracias - dijo Jan – y se quedó mirando por la ventana tratando de orientarse



La cabeza de Jan Van Noseké era como una montaña rusa, era capaz de quedarse extasiado contemplando un atardecer, era capaz de darse cuenta cuando alguien le había hecho un favor, incluso se había dado cuenta de que Rose Mary le había salvado la vida. Se sintió muy agradecido y

tenía que compensar, hacer cosas que le gustaran a ella.

Cuando Rose Mary regresó de tenderle la ropa, Jan había puesto todos los muebles del comedor en su sitio, había recogido toda la ropa del sofá doblándola cuidadosamente, había barrido el suelo y fregado las tazas de café.

Había salido a la terraza y había cortado pequeños ramitos de menta, tomillo y lavanda; Colocados en un jarroncito quedaron preciosos.

A Rose Mery le enterneció mucho ese gesto, se acercó y le mesó los rizos con un gesto como los que se hacen cuando un niño se ha portado bien.



La mañana se puso en marcha invitando a hacer cosas; Jan Van Noseké se acercaba de cuando en cuando a tocar su ropa limpia pero todavía estaba mojada; No quería molestar, no estaba acostumbrado a estar mucho tiempo en el mismo lugar.

Rose Mary le decía que que tardaría en secarse que no había prisa de nada...

Jan salió a la terraza y se puso a limpiar las plantas de hojas secas, con un palito removía la tierra para que respirara, encontró un poco de abono y lo repartió con cuidado de no manchar.

Tu no estás bien de la cabeza – le espetó de pronto Jan -

Ella solo atinó a reír y preguntar porqué...

Tienes casi cincuenta macetas y se te están muriendo...¿No las escuchas como gritan?

Jan se había vuelto hacia ella, Rose Mary observó con estupor que Jan estaba llorando por sus plantas...

Es que las cuidaba mi marido, apenas se nada de flores... - Dijo avergonzada-

Jan se pasó la mañana jardineando la terraza de Rose Mary, añadiendo tierra, podando ramitas sacando hojas comidas por las orugas...


 Rose Mary nunca había visto a nadie llorar por unas plantas ni tratarlas con tanto mimo...
Lo dejó hacer mientras preparaba algo de comida para los dos …

A eso del mediodía los pingüinos la llamaron un par de veces pero Rose Mary apenas los echó de menos...

Comieron en silencio, sin casi decir palabra, Jan no comió nada de carne, solo un poco de pescado y un par de vasos de vino por respeto; Su estado normal era estar siempre borracho, muy borracho.

La ropa ya se había secado y Jan la fue recogiendo lentamente, se desnudó y se puso su ropa planchándola con las palmas de las manos, dobló cuidadosamente la ropa que Rose Mary le había prestado y se acordó de su bicicleta...

Se marchó sin apenas decir gracias, no estaba acostumbrado a despedirse.

Rose Mery volvió a sentir el frío habitual de la soledad...

Jan Van Noseké... volvió a su rutina normal, pasaba horas en la playa al lado de la barca de Joan, a bañarse desnudo o vestido, a atrapar gaviotas y pintarlas de colores con colorante vegetal...

Yo a veces cuando paseo por la playa le miro...Sé su secreto, sé lo que le pasa por dentro...

Solo mira.. Mira a las personas y a las cosas de una manera diferente de los demás, es como un monje contemplativo errante... Mira, solo eso...Y se llena de lo que mira, se alimenta de eso...

A veces me dan ganas de pintarlo con fondo de mar y cielo pero la figura humana no es mi especialidad...



Jan Van Noseké... Estaba como siempre, sentado en el escalón de la casa frente al bar, con una cerveza entre las piernas y con su cabeza llena de trigo maduro gacha y mirando fijamente una zapatillas que le habían dado.

Rose Mary no había dejado de tomar pingüinos en toda la mañana; Había enganchado a unos turistas catalanes que la escuchaban ávidos de historias de pueblo de pescadores. Les había vomitado encima toda su vida inventada de actriz de cine.

Cuando se fueron dejándola con la palabra en la boca- se habían dado cuenta que estaba borracha y además se había tirado varios pedos -



Casi se cayó al salir del bar...

Jan es el borracho con mas reflejos del planeta y de un salto tomó a Rose Mary en sus brazos...Casi lo aplasta con su enorme peso.

Jan resistió bien y le hizo de apoyo, acompañándola a su casa

Llegaron a casa y se sentaron en el salón con cara de cansados, Rose Mary sacó una botella de vermouth y unos hielos...Siguieron bebiendo en silencio, poco a poco,como si nada, como hacen los alcohólicos expertos...

Ellos saben lo que pasa cuando se bebe mucho...Ellos saben... Ni siquiera se miraron a la cara una sola vez.

Vomitaron varias veces en el suelo sin que nada les importara...

Rose Mary cayó en su cama no se sabe como, Jan nunca supo como se quedó dormido junto a ella

Ella tuvo sueños de esos de ayer, de cuando estaba viva...

Ja siempre tenía el mismo sueño, soñaba que navegaba en un enorme barco por todos los mares...

Que llegaba a un puerto en el desierto, sobre una duna había una manada de leones que le miraban con ojos amarillos... Le atraían deseaba irse con ellos, quería bajar del barco pero no podía, una extraña fuerza se lo impedía...

Nunca había podido bajar a la arena del desierto de sus sueños...Siempre el mismo sueño …

No poder bajar a tierra le protegía de los leones pero...





Deseaba tanto ser comido por los leones de mirada amarilla...
Había leído en algún sitio que los guerreros Masai cuando están cansados de vivir o son viejos se internan en la sabana para dejarse comer por los leones y así integrarse en el espíritu del león...

No hay animal mas bello que un león...



Fue entonces cuando comenzaron a caer esos grandes trozos de hielo del cielo, grandes y con cantos afilados...Todo el mar se puso blanco con los trozos de hielo flotando...

Todo blanco con cielo gris...Nada de viento...Todo se paró....

Los pingüinos que vivían en las venas de Rose Mary daban saltitos de alegría y emoción...

Cuando hace frío los cuerpos tienden a juntarse buscando calor mutuo...

Poco a poco Jan y Rose Mary se fueron abrazando en sueños y se olvidaron de esas tonterías de la

edad y de la condición, incluso se olvidaron de su estado físico...

Buscaban calor y humedad y Jan la encontró en el abrazo de brazos y piernas que Rose Mary le ofreció mientras soñaba que era una adolescente...

Se gustaron tanto, tenían tanto en común...

Fue todo tan suave, tan fácil...

Solo tuvieron que dejarse llevar su pereza y por sus deseos, acariciarse sin hacerse daño, como una carrera sin meta, una competición sin premio ni ganador, ni perdedor...

Sus cuerpos se dedicaron a averiguar sitios de placer escuchando suspiros de aprobación cuando lo conseguían...

Fuera, en la calle empinada que da al mar los trozos de hielo filoso no dejaban hacer nada ...

A mi se me había acabado el tubo de óleo blanco y apenas pude pintar nada del pueblo y el mar helado...

Todo se había tornado blanco y brillante, los azules habían desaparecido...

Incluso las hortensias, las madreselvas y las japónidas se habían escarchado de rocío helado y parecían flores de esas de plástico que venden los chinos por Navidad.



No se sabe el tiempo que permanecieron encerrados en casa de Rose Mary aislados por el hielo y haciendo la fiesta de los pingüinos...

Se ve que las papelinas de polvo blanco que Jan llevaba en la mochila ayudaron bastante en el infarto de Rose Mary...

También ayudaron mucho los frasquitos de morfina que Jan había encontrado en el botiquín de la casa, se ve que sobraron de cuando el marido de Rose Mary estaba terminal...



Jan ni se dio cuenta que Rose Mary había muerto... Continuó follando con ella como en sueños hasta que el cadáver comenzó a oler...



Cuando se derritió el hielo Jan Van Noseké... pilló su bicicleta sus cosas y los ahorros de Rose Mary

y desapareció del pueblo buscando un sitio con sol, mar y gaviotas...

Pensó que tal vez algún día podría desembarcar en el desierto .





F I N

sábado, 20 de junio de 2015

LHI Y MHÓ


Lhi y Mhó





¿Que haces Lhi?
Me estoy afeitando ahí, ya me están saliendo pelos...
¡Que asco!
Pronto tendrás la matanza de Texas entre las piernas – dijo Mhó -
¡Que rabia, a Hans no le va a gustar!
Disimula...
Se dará cuenta, estoy creciendo...
Mira las tetas que se me están poniendo...
Si me viene “eso” tendré que ponerle goma, si me quedo preñada se acabó todo...

Desde que pasó lo que pasó todo había cambiado en el mundo, casi todo el mundo hacia lo que quería...
Lhi y Mhó apenas tenían doce años, eran pequeñas de edad y de baja estatura, casi como todas las chicas thai

¿Para que matarse cultivando arroz? Vienen turistas de todas partes, traen dólares, traen cosas el turismo ha revolucionado el mundo – solía decir Jung-thá-phé el padre de Mhó
Mas que su padre parecía su abuelo; muy delgado, con el abdomen hundido, encorvado, como comido a si mismo
Siempre sonreía mostrando el desastre de sus dientes
Lhi y Mhó vivían como hermanas en su casa
El padre de Mhó había comprado a Lhi de pequeña, apenas tenia tres años, su madre la vendió a cambio de una pequeña parcela de tierra para cultivar arroz
Es mucho mas rentable, una chica bien enseñada trae la fortuna a las familias en estos tiempos – opinaba Jhun-tha-phé -
A veces Lhi enviaba dinero a sus hermanos a pesar de todo...
Era normal vender niñas en esos tiempos
Una niña necesita dote para casarse, cosa impensable en una familia como la de Lhí
Eso de casarse con dote es para familias ricas …

Hans es tan bueno... -Dijo Lhí -
Si tuvimos mucha suerte con ese gigante – dijo Mhó -
Las dos niñas se pasaban horas en su habitación charlando desnudas; Tenían a un niño-criado para cazar cucarachas y mantener la estancia libre de esos bichos, a Hans le daban mucho asco.
Le pagaban con una comida al día, a veces si se portaba bien le daban las sobras de la comida de las dos .

Ya hace tres años que me tiene... Bueno, casi cuatro... -Dijo Lhí -
Me asusté tanto al verle...
Si, lo recuerdo, le mirabas asustada... ¡Es tan grande tu Hans! - dijo Mhó-
Mi padre quería prepararlo un poco, le dijo que fuera con cuidado, eras tan pequeña...
Tenias ocho años entonces...






Tu al verlo tan grande te pusiste a llorar, apenas sabía nada de esas cosas ni lo que quería de ti...
Había oído algo pero no entendía nada, solo obedecía a tu padre, el sabe lo que me conviene.
¡Es que mide mas de dos metros mi Hans!
Y no está delgado...
¡No, no está delgado tu Hans ! Las dos niñas rieron a carcajadas un buen rato
¡Parece un barco tu Hans!
Todo lo que tiene de grande lo tiene de bueno
Es verdad - corroboró Mhó -
Ya me gustaría tener a un chico como tu Hans -dijo Mhó -
A veces lo tienes también pero es mío...
Cuando lo ví desnudo no sabía que hacer y me puse a llorar en un rincón...
¡Estaba tan asustada!
¡Es verdad, parecías un Cachí asustado!

El me tomó en sus brazos como una niña pequeña y estuvo un rato meciéndome...
Cantaba una extraña canción de cuna mientras me balanceaba entre sus brazos
Se untó las manos de aceite de kaovania de ese tan caro de dar masajes y me acarició hasta que me dormí.
Me fijé en sus manos, una sola mano era tan grande como mi cabeza …
Me di cuenta que le caían lágrimas mientras me acariciaba... Cuando alguien llora así es porque te quiere.
No quiero ser mayor Mhó...
Las lágrimas le resbalaban por la cara, Mhó le pasaba los dedos cerca de los lagrimales y se bebía las lágrimas.
Lhi seguía llorando y Mhó comenzó a lamer la cara de su amiga, le gustaba el sabor amargo y salado de las lágrimas...
Me como tus lágrimas, me como tus penas... Así desaparecen tus penas...
Una cucaracha se había ido a vivir entre la melena de Lhí...
¡¡Milk!! -gritó Mhó dirigiéndose al niño matacucarachas
¡¡Si vuelvo a ver una cuqui por aquí te quedarás sin arroz !!
¡¡Hans se pone de los nervios si ve una cuqui!!
Es que no hay manera de pillarlas a todas – dijo Milk – matacuquis -
Milk entró en la estancia y repasó minuciosamente todos los rincones
Cuando terminó espolvoreó todos los rincones con canela en polvo; La canela en polvo auyenta las cucarachas y hace muy buen olor...
También es un afrodisíaco natural

No quiero crecer Mhó...
Me dejará si me hago mujer …
Buscará niñas mas pequeñas, me olvidará...
Me moriré si me deja, si deja de protegerme me moriré, tu padre me venderá …
Lhi lloraba con ojos de doce años y Mhó seguía lamiendo las lagrimas con lengua de once años
¿Vendrá hoy? - Preguntó Mhó -
No sé, el nunca avisa, viene cuando quiere, yo siempre estoy aquí, soy suya …
No tengo que pedirle nunca nada, me quiere, le da el dinero a tu padre pero siempre me da algo a mi
para mis cosas...
A veces tu padre me pega cuando escondo el dinero que me da Hans. No es para mi, es para mis hermanos...




Cuando me abraza me dice: Eres mi niña ...Me trata como una niña pequeña, me gusta... Es tan delicado...
¡Con lo que le costó abrirte! Llorabas mucho – rió Mhó -
Es que tenía solo ocho años...
Tu padre trajo ese aceite pero tampoco entraba...
Cuando Hans trajo esa crema vaselín tan buena …
No hay prisa , me decía …
Me besaba tiernaamente mientras me metía solo la puntita muy llena de vaselín , con mucho cuidado, procurando no hacerme daño...
Mi Hans tiene todo tan grande...
¿Recuerdas Mhó, cuando se tumbaba desnudo en la cama y las dos jugábamos encima de él?
El juego del té le encantaba jajajajajajajaj
Té muy caliente en la boca y enseguida le chupábamos eso...
¡Como le gustaba!
Se quedaba dormido enseguida
Tan rubio, tan grandote, y nosotras jugando encima dando saltitos en su barriga …
Ya casi han pasado cuatro años...
Son grandes los alemanes...
Si...
¿Como será Alemania?
Normal, como aquí pero mas frío
Me lo dijo mi Hans , hay verano, invierno, otoño y primavera
Dile que te lleve
No, le meterían en la cárcel a mi Hans...
Soy muy pequeña para...
Si eres casi una mujer, rió Mhó
Los alemanes son muy raros, se casan con mujeres viejas
Si, son raros...

Hans Fhundemberg era de un pueblo cercano a Munich medía mas de dos metros y pesaba 140 kilos, sudaba cerveza y pasaba los inviernos alemanes en Tahilandia desde que se había prejubilado de la Sternmotors, le salía mas barato vivir en Thailandia que en Alemania.
Era un impotente raro, solo tenía erecciones si se acercaba a los niños, cuando más jóvenes mejor.
Ya había perdido la esperanza de de tener sexo normal con mujeres cuando leyó en una revista secreta cosas de la pederastia.
Al principio lloraba amargamente cada vez que tocaba a Lhí, tenía remordimientos y se acordaba de su hija cuando era pequeña.
Se sentía tan bien, tan querido por Lhï y por Mhó que todo cambió en su vida, era como un sueño perverso realizado, como vivir en un infierno-cielo.
No les hago daño -se decía a si mismo para justificarse- apenas las penetro, nunca les he hecho ningún daño.
Es como jugar, las hago felices...
Sus familias comen gracias a mi, de lo que les doy, todo está bien... Todo está bien …

Hans había estado tres días bebiendo cerveza y deambulando por calles y mercadillos de la ciudad
con compatriotas ávidos de conocer cosas nuevas





Habían comido arañas y grillos, caballitos de mar, gusanos fritos al curri...
Todas esas cosas que se comen en las calles Bankok
Las serpientes con cerveza y las cucarachas fritas son deliciosas, ya se había acostumbrado a comer esas cosas
Llevaba un cartucho de saltamontes fritos en la mano con una extraña salsa de soja
También algo de cocaína en la nariz, sus amigos le habían invitado.
Compró un tarrito de salsa de kaowania para mezclar con la soja
La kaowania es como un curry picante que hace estremecer es estómago y la tráquea.
Comenzó a tomarla cuando se la aconsejaron para la virilidad, mezclada con genjibre y polvo de testículo de tigre... Tardó varios meses en darse cuenta del engaño.
Solo tenia erecciones con niñas, las putas no lo ponían
Una vez casi mató de un manotazo de una que se rió de él
Solo hallaba consuelo con Lhi y Mhó...
Casi estaba enamorado de ellas, tenía un infierno de contradicciones en su cabeza.

Todo está bien, se repetía, Son felices, me adoran, me quieren...
Solo hay que mirar sus caras cuando voy a verlas
Mhó es dulce, Lhí es activa ¡me ponen loco! Son mis chicas, todo debería ser así de fácil, un buen acuerdo sin tabúes.

Sus pies siempre lo llevaban a la casa de Jhun-Thá-Phé a ver a sus dos chicas
Había cruzado el mercado tambaleándose, mirando fascinado los puestos de especies y de medicina oriental... Ya habían comenzado a usar las cucarachas secas y pulverizadas para remedios medicinales, las vendían a los turistas como remedio infalible muy efectivo contra el asma.
La mosca verde seca mezclada con raíz de karota también cura la impotencia
Mis chicas curan eso mejor, pensó estremecido.
Cuerno de abada triturado resucita tus sentidos , rezaba un letrero en inglés...
El enorme corpachón de Hans sobresalía sobre todos los paseantes del mercado
Desde que llegó a Bankok se sintió fascinado por la cultura y las costumbres thai
Incluso se le había pegado la sonrisa thai... La del buda de jade; Siempre sonreía cuando hablaba .

Hans tenía el concepto del bien y del mal enterrado bajo una pesada losa de cemento Porland ,curiosamente apenas le pesaba.
Las chicas eran felices- pensaba- lo notaba en sus miradas y en su forma de sonreír .
Se morirían de hambre y de enfermedad si no fuera por su ayuda – se justificaba -
Había sido tan feliz durante esos años...
Se relamía recordando a sus pequeñas princesitas sobre su cuerpo
Eres como un barco, le decía Mhó.
Cuando eran mas pequeñas saltaban y jugaban sobre su enorme barriga, jugaban con su pene a ponerlo grande.
El pene era el mástil del barco...
Había recobrado su virilidad, ya no se reirían mas de él...
Ni las putas ni su mujer; Esa estúpida arrugada y ordenada que no sabía ponerme...
Putas, putas, putas... No se merecen mi polla, no se merecen mi enorme mástil...









Jhun-thá-phé le recibió con una profunda reverencia y una tacita de licor de dragón, una especie de sake con raíz de malkuzz y una viagra pulverizada...
Le añadía un poco de cardomomo para disimular
Hans era su mejor cliente, le había apodado “bolsillo fácil” siempre daba de mas, había que mimarlo.
Lhí y Mhó lo esperaban untadas con aceite de sándalo, las varitas de incienso y las tenues lamparas de papel formaban el paraíso particular de Hans Fhundemberg
Hans entró tambaleándose en la estancia, las niñas lo desnudaron despacio, como sonámbulas fascinadas por su imponente presencia.
El baño estaba preparado, Hans entró despacio en la gran bañera que Jhun-Thá-Phé había comprado a unos chinos, una gran bañera especial para el tamaño de Hans
Se sentía un rey cuidado por sus princesitas sumisas y cautivadoras.
El cielo no puede ser mejor – pensaba con sonrisa thai -
Mhó y Lhí jugaban a los patos con Hans hasta que se les arrugaba la piel
Le cantaban una extraña canción al oído...
Le secaban con toallas portuguesas y le masajeaban con aceites aromáticos

Han se había movido como un sonámbulo hacía la enorme cama futón también adaptada a su tamaño
La compró en un bazar de cosas de dormir para gigantes, harto de que le sobresalieran los pies de las camas normales
Las niñas habían aprendido algunas palabras en alemán y el sabía algunas de thai; A veces se reían aprendiendo idiomas

Mientras, Jhun-Thá-Phé fumaba su pipa de opio sentado a la puerta de la casa con la tranquilidad de la vida resuelta
Pensando que las chicas ya se estaban haciendo mayores y tendría que comprar otras mas pequeñas
pensaba conservar a Mhó para que enseñara a las nuevas.
No tendría que deslomarse plantando arroz en su pueblo, bastaba con tener niñas buenas y extranjeros raros...

Que las niñas subieran encima de su barriga y jugaran con su pene como dos niñas traviesas era su mayor placer
Hay que levantar el mástil -reían las niñas-
A medida que se excitaba, Hans se ponía rojo y dejaba de sudar cerveza
Mhó pinía su pequeña vagina en su boca y él sacaba su lengua goloso, le encantaba esa provocación
era como un juego tierno y inocente, no le hacía daño a nadie
Mientras Lhí le lamía el pene con delicadeza... Esos juegos volatilizaban los fantasmas de de la impotencia de Hans
Siguieron jugando sobre el cuerpo-barco de Hans y su mástil, navegando por los mares de la pérfida inocencia
Lhí puso la punta del pene del gigante alemán en su vagina y comenzó a penetrarlo dentro de ella
ya apenas necesitaba vaselín
Bailaba sobre el una especie danza del vientre
Eso le encantaba a Hans, nunca la penetraba del todo, no era como otros, no necesitaba hacer daño






Lhí nunca gemía, cantaba su extraña canción thai cuando hacía eso
Hans volaba al cielo cuando le hacían esas cosas ...Se había aprendido esa canción...

Lhí sintió un malestar súbito, como se se hinchara... Hans notó algo muy húmedo y caliente en su pene, estaba todo manchado de sangre.
Se incorporó y vio con horror que un hilo de sangre resbalaba por el interior de los muslos de Lhí
Lhí se derrumbó, se quedo tensa sin saber que decir, sentada sobre la barriga de Hans.
Hans la descabalgó de un manotazo, toda su potencia se habia tornado en un colgajo.
Hans se incorporó furioso, Lhí se abrazó a él, le llegaba apenas a la cintura
¡Me haré pequeña ! -gritó sin saber lo que decía-
Las niñas se quedaron encima de la cama abrazadas …

No se sabe si resbaló con la sangre de Lhí o tuvo un infarto, tal vez las cosas que había comido estaban contaminadas...
Hans Fhundemberg cayó muerto sobre las niñas aplastándolas con el peso de su enorme cuerpo.
Jhun-Thá-Phé no escuchó nada raro, a veces Hans se encerraba varios días con las niñas.
Pasados unos días se atrevió a abrir la puerta extrañado por el silencio
Los encontró a los tres amontonados, muertos con los ojos muy abiertos con las bocas abiertas.
Las cucarachas habían anidado en sus bocas comiendo de su saliva, entrando en su interior para alimentarse, habían puesto huevos en las vaginas de las niñas, en el ano de Hans …Bebiendo de sus sudores y sus excrecencias.
Jhun -Thá-Phé metió lo imprescindible en una bolsa de colgar, los euros y los dólares se los escondió en un cinturón escondido
Tiró la documentación de Hans a la cloaca, así tardarían mas en identificarlo
Se marchó a otra ciudad a continuar con el negocio...
Las embajadas cabrean a los policías thailandeses, los policías thai cabreados son peligrosos...


F I N