miércoles, 30 de noviembre de 2011

TOXI EL PRINCIPE NEGRO

Toxi nació en el paraíso, los príncipes del paraíso donde siempre hace calor no son hijos de reyes, cuando nace un príncipe todos saben que ha nacido príncipe, no importa su estirpe,ser príncipe del paraíso donde siempre hace calor no implica mandar ni cobrar impuestos ni capitanear un ejército,todo el mundo ama a su príncipe, tampoco es necesario casarse con una princesa.

Toxi no tardó en darse cuenta de su condición, sus súbditos se acercaban a acariciarlo y cuando pasaba le hacían reverencias y gritaban su nombre.

Los súbditos del príncipe Toxi no necesitaban nada de él, vivían en el paraíso, la comida abundaba por doquier, nacían vivían y se reproducían sin apenas esfuerzo, no necesitaban vivienda a causa del clima siempre cálido y agradable.

El príncipe fue creciendo y se convirtió en un joven hermoso, su piel negra brillaba como el azabache pulido, las muchachas mas hermosas pugnaban por hacer el amor con el y las familias se sentían orgullosas si elegía a una de sus chicas...

De tanto en tanto Toxi el príncipe se reunía con los ancianos para preguntar cosas que ignoraba...

¿Quienes somos? ¿De donde venimos? ¿Cual es nuestro destino? -Preguntaba con avidez-

Somos el pueblo que vive en la sagrada calor, siempre hemos estado ahí desde tiempos inmemoriales...Nuestro destino es ser felices.

Si eliges la felicidad -dijo el mas viejo del consejo- toda tu vida estará llena de momentos maravillosos, tu vida transcurrirá plácida y plena, si no atraviesas las fronteras de nuestro principado toda tu vida será un feliz camino de gozo y paz...

¿Y si elijo la búsqueda de la verdad?-se atrevió a preguntar-

Entrarás en el laberinto de los sitios del frío, donde moran los dioses que nos protegen,donde todo es extraño y inconcebible para nosotros, si sales del principado de la calor sagrada tal vez encuentres la verdad, tal vez la muerte, los pocos que lo han hecho volvieron locos y murieron al poco tiempo víctimas de extrañas enfermedades, lo que contaban era incomprensible para nuestras mentes...

¡¡¡NO HAGAS TAL COSA BIENAMADO PRÍNCIPE!!! -gritaron a coro todos los ancianos al tiempo que se daban golpes en la cabeza en señal de desesperación-

Toxi se retiró pensativo; No soy mas feliz que cualquiera de mis súbditos -pensó- no sirvo para nada solo para ser amado por mi pueblo, los días de mi vida pasan sin que suceda nada extraordinario...

Nitra, su compañera de juegos sexuales le contó que conocía a un anciano que había estado mas allá de las fronteras del principado,está loco-le dijo- vive escondido en la cueva de los manjares, todo el mundo se ríe de lo que cuenta...

¡Imagínate! Dice que estuvo tiempo sin comer, que habían muchos soles que brillaban y que los dioses querían matarlo, cuando todo el mundo sabe que los dioses son bondadosos, que nos cuidan y protegen de todo mal...

Está loco, es mejor que no lo escuches, aquí no careces de nada y todo el mundo te quiere, yo mas que nadie, yo mas que nadie...

Nitra era la amante preferida de Toxi, ella se había empeñado en complacer al príncipe en los mas refinados juegos sexuales aconsejada por las ancianas mas expertas.

Existimos gracias a los dioses,sin ellos nuestra vida no sería posible,-decía Nitra mientras le mordisqueaba una oreja-

Pero Toxi no hizo caso, fue a ver al anciano que vivía en la cueva de los manjares, lo encontró en un rincón temblando abrazado a un montón de comida...

Toxi se presentó y el anciano se postró a sus pies besándoselos, Toxi lo alzó con sus fuertes brazos y lo recostó amorosamente.

He venido para que me cuentes tu viaje al exterior, quiero que me cuentes con todo detalle tu aventura fuera del principado....

El viejo se incorporó y miró fíjamente a los ojos del príncipe, temblaba, intentó ordenar su caótica mente y al fin comenzó su relato...

Me aburría, -comenzó a relatar lentamente como lo hacen los viejos- mi vida no tenía sentido, el aburrimiento es el peor de los males, sentía curiosidad por las luces que brillan a lo lejos, por los ruidos ensordecedores de los dioses cuando se mueven...

¿Que viste? -preguntó ávido el príncipe-

Grandes extensiones, soles alargados inmensos, muros infranqueables...

¿Y los dioses ? ¿los viste?

Solo un instante, están fuera de nuestra comprensión, son... son... ¡inmensos! -acertó a decir-

El anciano se sumió en un impenetrable silencio, se abrazó a un trozo de comida y no contestó a ninguna pregunta mas.

Lejos de atemorizarse por el relato del anciano, el príncipe Toxi sintió mas curiosidad si cabe por las maravillas del relato del viejo loco.

El reino del príncipe Toxi casi siempre estaba en penumbra, solo las luces de los soles brillaban a lo lejos, sus habitantes apenas percibían los ruidos que retumbaban a lo lejos...
Los sonidos de los dioses...
A veces dulces y armónicos, a veces estridentes y ensordecedores...

Toxi había tomado una decisión,necesitaba saber,incluso se sentía obligado a contarle a su pueblo el sentido de sus vidas,de su existencia...

Al principio pensó en partir solo en busca de la verdad, mas lo pensó mejor y invitó a su amiga Nitra a que le acompañara...
¡Estás loco! -le dijo después de escuchar su plan-
¿Que necesidad tienes de poner en peligro tu vida? ¡Lo tienes todo ! Todo lo que puedas desear!
¡Eso de los dioses son leyendas! ¡Los dioses no existen ! ¡Las cosas son como son!

Pero Toxi no la escuchaba, sus ansias de saber lo superaban, Nitra insistía y insistía para que se dejara de aventuras y viviera una vida sin dolor y sin problemas en el reino de la felicidad...

No obstante accedió a acompañarle...

Caminaron hasta los confines del reino, ella asustada y el eufórico, salieron a la hora de la oscuridad como precaución, para no dejarse ver...
Una tenue luz les permitía ver una explanada enorme, limpia y brillante...
Caminaron en silencio, sin rumbo fijo

Toxi se maravillaba, no comprendía lo que estaba delante de sus ojos pero su ansia de saber le hacía continuar sin descanso, Nitra temblaba de miedo a cada paso,optó por asirse del brazo de Toxi en busca de una seguridad incierta.
La verdad o la felicidad, pensaba Toxi el príncipe negro...
Solo la verdad me puede hacer feliz...

¿Como comunicarse con los dioses? -pensaba constantemente-
¡Son omnipotentes! -se contestaba el mismo-
Todopoderosos...
Eternos...
Ellos lo entenderán, los padres aman a sus hijos,los dioses son los padres de la naturaleza, son el principio y fin de todas las cosas-reflexionaba-

Nitra ya se había arrepentido de acompañar a Toxi,las formas que tenía ante los ojos estaban fuera de toda comprensión, nunca había visto tales cosas, alturas donde no abarcaba su visión, abismos insondables, luces en lo alto,cegadoras para ellos acostumbrados a la penumbra...

Toxi no cesaba de pensar en como comunicarse con los dioses, seguro que ellos me leerán el pensamiento -pensaba a su vez- igual que escuchan los rezos, igual que escuchan las plegarias...

Después de recorrer un largo camino Toxi y Nitra se sintieron encerrados en el desierto plano y brillante que reflejaba sus cuerpos, no había horizonte, todo estaba estanco...

Vieron una luz que se proyectaba en una gran hendidura y decidieron ir hacia ella, el paso era estrecho y tuvieron que esforzarse para poder pasar, Nitra temblaba de espanto, Toxi estaba dispuesto a todo para saber, para descubrir el origen de su existencia para hallar respuestas...

Nacemos, vivimos nos reproducimos... ¡Cual es la razón!-gritaba en su interior-

La respuesta está en los dioses -se contestaba-

Con mucho esfuerzo pasaron hacia la luz, otro desierto aún mas brillante y cegador apareció ante sus ojos, dorados refulgentes, sonidos antes nunca escuchados, formas inconcebibles...

Toxi creyó que había llegado a la morada de los dioses,al final de su peregrinación hacia la verdad
al fin sabría, al fin vería...
Entonó un mantra de súplica para llamar la atención de los dioses...
Dioses escuchadme, he venido de mi reino para adoraros para suplicaros la verdad...
Nitra le secundaba a duras penas...
Ante sus ojos un dorado perfil se proyectaba hacia las alturas...
Decidieron escalarlo, tal vez así los dioses se dieran cuenta de su presencia...
Trabajosamente pero con fe llegaron a una plataforma vítrea...

Al fin Toxi pudo ver a los dioses

Enormes,extraños...

Mas allá de su comprensión...

Emitían sonidos que Toxi no pudo comprender...

Tal vez no habían reparado en el....
Tuvo miedo por su atrevimiento, Nitra se quedó paralizada,reaccionó y salió corriendo en busca de refugio.

La chica de la pastelería acababa de poner unas bandejas de pastelillos en la vitrina cuando se dio cuenta de la presencia de Toxi, dio un respingo y casi se cayó al suelo del susto...

¡¡¡¡¡Aaaaaaagggg! ¡ Que asco! -gritó-

Al tiempo que cogía la escoba.

Nitra murió aplastada del primer escobazo...

Toxi vio con horror la reacción del dios, su postrer pensamiento fue que los dioses castigaban su atrevimiento...

Antes de morir aplastado por el pisotón de la chica.


F I N

sábado, 11 de junio de 2011

ANIMAL DE COMPAÑÍA




Como cada tarde Tilde sacó a Remo al balcón, le había cambiado los pañales y lo ponía un rato al sol debajo del limonero que agonizaba dentro de una maceta demasiado pequeña, Tilde, la chica que lo cuidaba aprovechaba entonces para ver la telenovela en el ordenador portátil, esparció un chorro de ambientador y encendió un cigarrillo a la vez que tomaba café.
Desde que Tilde se había hecho cargo de la casa todo funcionaba a la perfección, todo estaba limpio y Remo atendido; Desde que su mujer murió Remo se fue abandonando, no tenía muchas ganas de vivir y cuando sus hijas venían a verlo les decía que “tenía ganas de terminar con esto”.
Después de mucho discutir, las hijas de Remo optaron por contratar a Tilde, una mujer madura que se hiciera cargo de todo a cambio de vivienda y alimentación y un sueldo bastante miserable.
Tilde aceptó, no tenía una opción mejor...
Las hijas le dieron carta blanca.
Ponlo todo a tu gusto, le dijeron, el viejo apenas se da cuenta de nada...
Se llevaron las joyas de su madre y las cosas de valor y se marcharon a la espera de la herencia.
Remo tenía un hermoso gato blanco al que llamaba Jhonny Zarpazos, desde que su mujer murió dormía con el y se negaba a comer si Remo no le daba la comida, por las mañanas lo despertaba dándole suaves zarpazos en la cabeza.
Remo hablaba con el y le decía que por lo menos viviría hasta que el gato muriera.
A Tilde no le gustaban los gatos y le abrió la puerta para que se buscara la vida, seguramente lo atropelló un coche.
Tilde le decía a Remo que el gato se había ido a buscar gatas, que mejor, que así no estaría la casa llena de pelos.

A veces Remo comía un yogurt con miel en el balcón, la abeja se acostumbró a libar los restos de la mezcla yogurt y miel cada día a la misma hora.
Remo le puso nombre y comenzó a dialogar con ella, la llamó pica-pica.
La abeja se posaba en su mano y una vez en su nariz mientras dormitaba, se untaba un poco de miel en el dedo para que ella comiera.
Si yo te contara-le decía- Somos historia, chica, solo somos una historia viviente...

Remo le preguntó a Tilde: ¿Cuanto puede vivir una abeja?

No sé señor Remo, tal vez unos meses, pero seguro que no pasa de un invierno...

FIN





LA CHICA QUE SE ACUESTA CONMIGO


Ella ha venido a pasar el fin de semana conmigo. Siempre que viene me pongo un poco nervioso, aunque no quiero aparentarlo, creo que se me nota demasiado que quiero quedar bien, he limpiado mi estudio-le gusta mucho fisgonear entre mis papeles en busca de nosequé-

Cuando ha llegado se ha abrazado a mí,se ha colgado de mi cuello y me ha llenado de besos...
Yo le he correspondido y he acariciado su pelo color trigo...
Le he dicho que la he echado de menos...
Le he dicho que la quiero mucho...
Mucho, mucho, mucho...
¿Cuántooooo?
Mucho, mucho, muuuuuuuuchooooooo.....
Ella ha esparcido el mar de su mirada azul por toda la casa, ha dejado sus cosas esparcidas por encima de los sillones, se ha descalzado y ha hecho que le bese los pies-eso le gusta -
Yo la he tumbado en el sofá y le he besado y mordido los pies- es un juego que nos gusta mucho-

Hemos estado jugando un rato en el sofá, ahora estamos sudados y con la cara roja
Me encanta cuando se le pone la cara así de colorada
Poco a poco se va calmando

Me ha preguntado si le he comprado algo...
Le encantan los regalos...
Y las sorpresas.
Y o la miro fingiendo indiferencia...
¡Solo me quieres por los regalos! -le digo poniendo “morritos”-
¡Que noooooo! -me dice ella adivinando que si tiene regalo-

Se me acerca y me palpa todo el cuerpo buscando el ansiado regalo...
No encuentra nada...
Cuando se cansa de no encontrar nada se enfurruña y me dice: ¡Vale vale ! ¡Ya veo que no te acuerdas de mi en toda la semana !
Es que no buscas bien -le digo conciliador-
Entonces comenzamos a jugar al juego del “frío,frío” “caliente, caliente”
Ella busca afanosamente por todos los sitios donde acostumbro a a esconder los regalos, no encuentra nada se impacienta y se vuelve a enfadar...
Yo le facilito las cosas...
¡Un beso por cada pista! -le digo muy serio-
¡Chantajista! -dice ella pícara-
Pero cede y me besa muy fuerte...

Le ha costado siete besos encontrar el regalo, ha gritado cuando lo ha encontrado, rompe el papel y el lazo con frenesí...
El pijama de seda que le he comprado le gusta mucho, se quita toda la ropa y se lo pone
¡Está maravillosa!
Se ha subido a una silla para que la vea desde abajo ¡es una coqueta!.

¡Tengo hambre!
Como siempre que viene le he preparado una cena fantástica como a ella le gusta, he encendido la luz de la cocina y he dicho: ¡Tachannnn! La mesa está adornada y y me he esmerado en hacer florituras gastronómicas como a ella le gusta...

Pero ella apenas pica algo, un poco de fruta, dos cucharadas de yogurt...
¡No come nada! Insisto para que coma algo mas y ella se enfada otra vez
¡Te vas a poner enferma! ¡Estás muy delgada! -Le riño sin poder contenerme -

Es que no come nada, no me explico como puede ser tan hermosa y comer como come
le he reñido en serio y me ha llamado viejo y comecocos...
Se pone como una fiera cuando se enfada, yo intento calmarla un poco pero ella sube el tono y tira lo que no le gusta.
¡Esta comida es.... Una mierdaaaaa! -estalla al fin-
¡Yo me he pasado el día preparándola para ti solo para ti- -le recrimino-
Se ha comido medio yogurt de colores y ha dejado todo tirado.

Cuando se pone así pierde todo el encanto la muy....
Poco a poco se va calmando, se ha sentado en el sofá de nuestros juegos y se ha puesto a ver la tele, me ha dicho que tiene frío y yo le he procurado una manta. La ha tirado, dice que tiene polvo y que le da alergia.
He ido a la habitación y le he sacado su edredón favorito de plumas de ganso. Ella lo acepta sin rechistar.
Me he sentado junto a ella, estoy muy serio, estoy bastante enfadado y ella lo sabe
De cuando en cuando se vuelve hacia mi y me saca la lengua
Veo que ya se le está pasando y me hago el enfadado, al fin le saco la lengua como ella hace

Se ha acercado a mi y me ha besado, le he pasado el brazo por su hombro y hemos estado viendo la tele un rato.

La he dejado sola y he ido a preparar la bañera, siempre quiere bañarse en mi bañera redonda con aparatos; He puesto mucho champú y sales como a ella le gusta.
Le he frotado todo el cuerpo con mi esponja natural, me ha invitado a bañarme con ella y le he dicho que ya soy muy mayor para estas cosas, se ha vuelto a enfadar, le he encendido unas velitas y he apagado las luces del cuarto de baño...

No me dejes sola me ha dicho...
¡Ven métete dentro!
No, que no cabemos -me he escusado-
Mientras te preparo las colonias y el albornoz, -la verdad es que me da vergüenza que vea mi cuerpo envejecido-
Se ha vuelto a enfadar y ha salido de la bañera hecha una furia, ha rechazado el albornoz y se ha envuelto en una toalla, yo he intentado secarle el pelo y peinarla como a ella le gusta pero se ha ido al cuarto de los invitados...
Antes de acostarme me he asomado y estaba haciéndose la dormida …

A veces cuando ella viene las cosas se ponen así...
Se enfada constantemente, a veces creo que ya no me quiere...
¡Es tan caprichosa!

Se ha hecho tarde y me he ido a la cama, me he asomado a su habitación pero estaba igual, tal vez haciéndose la dormida o tal vez durmiendo.
¡Le gusta hacerme sufrir! Creo que soy demasiado viejo para estas cosas...

Me he metido en la cama, tal vez venga...

Estaba medio dormido cuando he escuchado sus pasos, sin hacer ruido se ha deslizado en mi cama y se ha abrazado a mi... Yo la he abrazado también y le he dicho: Mmmmmmmmm

No lo puede evitar, por mucho que se enfade, siempre que mi hija deja a mi nieta los fines de semana le encanta dormir con sus abuelos, mi mujer ya no hace caso de nuestras peleas, es una niña mimada, dice, demasiado mimada pero es un cielo, solo tiene tres años y nos tiraniza a mi y a mi mujer siempre que viene.
Ahora como siempre duerme abrazada a mi y con los pies encima de su abuela. FIN

martes, 12 de abril de 2011

Cassandra

Ella siempre lo supo, desde pequeña, para ella era algo natural formaba parte de de su ser...
Todo se limitaba a a un escalofrío que recorría todo su cuerpo como una descarga eléctrica que duraba un par de segundos, entonces ella se transformaba por dentro sintiendo y viendo cosas que no entendía, cosas de otra época de otros tiempos...Cosas parecidas a las películas de romanos de la tele, guerreros griegos con penachos de plumas y lanzas, mujeres vestidas con túnicas blancas que adoraban una estatua de oro.
De tarde en tarde se incendiaba, como ella decía, todo el cuerpo le ardía y se ponía roja como la sangre, como si la sangre le fuera a salir de las venas, sus padres lo atribuían a una alergia y alarmados la llevaban constantemente al médico, después de muchos análisis y pruebas el médico les dijo que que no era nada que su hija gozaba de una salud fuera de lo común.
Y es que Cassandra nunca había estado enferma,ni un miserable resfriado,ni las enfermedades típicas de los niños, paperas,tos ferina,sarampión, su madre presumía delante de las vecinas de los colores de cara de su hijita y de su salud de hierro, su padre decía que tenía anticuerpos de acero.
Cassandra nunca mentía,siempre decía la verdad aunque siempre le daba la sensación de que no la creían, eso le daba mucha rabia, siempre tuvo la sensación de que no la tomaban en serio.
¿Como contarles lo que sentía? ¿Como explicarles a todos los sueños de aquellos hombres antiguos luchando con aquellas espadas? ¿Como contarles que ella sabía que podía curar a la gente con solo abrazarlos? Nadie la creería...
Se acostumbró al silencio a guardar su secreto, además ella sabía sin saber porqué que debía callar que no debía contarlo y si lo hacía podía pasar “algo gordo”.
Poco a poco se acostumbró a callar y siguió creciendo y casi olvidando sus sensaciones.
Como una niña mas...
Cassandra tenía casi diez años cuando pasó lo de la tía Encarna, un día llegó a su casa llorosa y con un montón de radiografías en la mano, había estado en el médico, le estaba contando a la madre de Cassandra que le habían diagnosticado una hernia discál, que aquellos dolores que ella atribuía a sus largos años de penoso trabajo y ella no le daba importancia eran bastante graves, que ya no podría ir a trabajar que tendría que tomar pastillas toda la vida que tendría que cuidarse que era inoperable...
La madre de Cassandra la consolaba como podía.
¡Si es que los años no perdonan! ¡Que has trabajado mucho en la vida!
La madre de Cassandra había servido unas tacitas de tila que las dos hermanas tomaban en una mesa camilla.
Cassandra escuchaba mientras jugaba en el suelo con sus muñecas preferidas, no entendía nada pero sabía que su tía preferida-la que hacía aquellos pasteles de chocolate tan buenos- necesitaba de ella
Súbitamente se acercó por detrás de su tía y la abrazó con todas sus fuerzas como ella sabía...
Sintió el escalofrío esperado que le recorrió todo el cuerpo casi haciéndole daño al tiempo que pegaba la boca a su oreja diciéndole: ¡Eso no será nada tiita,ya verás como se te pasa enseguida!
¡Dios te oiga hija mía! Le dijo abrazándola a su vez
Y tía Encarna se fue aliviando poco a poco, sin estridencias, el dolor y las contracturas fueron desapareciendo para no volver jamás...
Todos lo atribuyeron a un mal diagnostico y se pasó varias semanas renegando de los médicos del seguro,nunca sospechó de su sobrina...
Cassandra estuvo como era de esperar varios días con un leve dolor de espalda, una tarde se desperezó y bostezó mucho rato, le crujió varias veces la espalda y todo volvió a la normalidad.
Entonces ella se dio cuenta de verdad de lo que podía hacer y como lo tenía que hacer,supo que era capaz de curar cualquier cosa pero lo que curaba pasaba a ella de una manera ligera, ella podía canalizarlo y expulsarlo fuera de ella sin problemas.
A partir de entonces prestó mas atención a sus facultades,también los sueños se hicieron mas frecuentes,ella seguía sin entender lo que significaban esos guerreros de la antigüedad y esas mujeres con túnicas blancas y cabellos sueltos.
Una vez soñó con un gran caballo de madera...
A veces sabía cosas que iban a ocurrir y ocurrían...
Sabía predecir el futuro...
Nunca contaba nada a nadie
A veces le daba la impresión que en ella estaba implantada una semilla que ya comenzaba a germinar,que pronto daría grandes hojas y frutos...
Pero no debía decir nada a nadie
Pero ella solo era una niña,a medida que crecía se notaba un espacio de bienestar a su alrededor,se respiraba mejor,la gente que se acercaba a ella tenía mas ganas de vivir, sentía una alegría inexplicable...
¿Pero quién se da cuenta de eso?
El amigo de papá con su tumor óseo...
El chico que se sentaba a su lado al que curó de diabetes ahora se pasa el día comiendo pasteles y su médico está con depresión...
La señora desconocida que pasó por su lado y con solo rozarla le curó la soriasis que tenía en todo el cuerpo.

Y así curando de una manera anónima y sin que nadie sospechara nada se fue haciendo mayor, se convirtió en una mujer.

Toni el chico era el chico mas triste de la clase del instituto donde estudiaba Cassandra, Toni el de la moto, le llamaban así -un poco cruelmente, ya se sabe como son los chicos de esa edad- porque estaba sentado en una silla de ruedas, por motivos de espacio siempre se sentaba en el fondo de la clase, la silla no cabía entre los pupitres . Desde que tuvo el accidente en el que murieron sus padres casi no se relacionaba con nadie.
Sus peores días eran los que tocaba gimnasia, esos días se asomaba a la ventana para ver correr sus compañeros de clase, lloraba en silencio solo en la clase vacía mientras sus compañeros corrían y jugaban al baloncesto, el baloncesto había sido su deporte favorito, el había sido el capitán del equipo del instituto, sus amigos, después del accidente, le regalaron una camiseta que ponía : SIEMPRE SERÁS NUESTRO CAPITAN.
Fue muy bonito... Pero lo que Toni quería era jugar,correr, bailar y ligar con las chicas
Había sido el chico mas popular del instituto
Toni se moría de pena sentado en su silla de ruedas, a veces pensaba que hubiera sido mejor morir con sus padres que vivir de esa manera.
¡Una mierda de vida! -maldecía-
Todo lo que le gustaba estaba prohibido para el,cualquier cosa que quisiera hacer significaba una aventura o un engorro vergonzoso.
Ir al lavabo, ducharse, vestirse... Para todo necesitaba ayuda, cualquier cosa que quisiera hacer...
Una mierda de vida -musitaba-
A pesar de tener una silla eléctrica último modelo que la compañía de seguros había pagado junto a una sustanciosa cantidad de dinero por la muerte de sus padres.
Una mierda de vida es lo que me espera-pensaba constantemente -
Para combatir el aburrimiento optó por estudiar, leía todo lo que caía en sus manos, así se distraía y no pensaba en la maldita silla y los pañales de los que tanto se avergonzaba.
Cuando salía de clase casi siempre se iba a la biblioteca central, estaba cerca y tenía acceso para silla de ruedas, allí se sumergía en la lectura hasta que cerraban.
Cuando Cassandra vio por primera vez al chico de la silla de ruedas ni se dio cuenta de lo de la silla, solo vio la mirada de Toni, una mirada triste y profunda, solo vio su pelo largo y negro, sus hombros anchos de atleta y sus manos grandes...
Se había enamorado
Como se enamoran las chicas a los quince años
Un día a la salida de clase cogió la silla de ruedas de Toni y la empujó suavemente, Toni le dijo secamente: Tiene motor...
Ella le contestó que ya lo sabía pero que tenía ganas de hacer amigos
Amigos que no me desnuden al mirarme-dijo sorprendida de sus propias palabras-
Con este trasto no es fácil tener amigos-le dijo Toni-
¿Como te llamas? -preguntó el-
Cassandra... -le dijo poniéndose frente a el para que la viera-
No me extraña que te desnuden... -dijo el mirándola-
Ella se rió y le dijo que sabía que se llamaba Toni
Si el de la moto
Se tu historia, lo del accidente y todo eso,todo el mundo lo sabe
Yo se la historia de tu nombre-dijo el-
¿Mi nombre tiene historia? -preguntó intrigada-
Si, Cassandra era una sibila del templo de Apolo, sera hija de Príamo y de Hecúba Apolo le concedió el don de la adivinación pero Zeus la castigó a que nadie la creyera, predijo la derrota de Troya frente a los griegos y nadie la creyó, mas tarde fue esclava de Agamenon y la mato una tal Cimmenestra …
¿Como sabes todo esto?
Lo pone en los libros … No en los libros de la escuela,voy bastante a la biblioteca central y allí hay de todo,además tengo acceso con la moto esta....
Si quieres puedo acompañarte algún día, tengo que hacer algunos trabajos ...-Mintió-
Si quieres puedo ayudarte,no tengo nada que hacer cuando salgo de clase...
En casa me aburro,desde que murieron mis padres vivo con mi tía que ha prometido dedicar su vida a cuidarme y me tiene metido en una urna de cristal, no me deja en paz en todo el día, creo que tiene complejo de chica de la cruz roja.
Rieron juntos la ocurrencia y quedaron para otro día, Toni anotó el número de teléfono de Casandra en su teléfono móvil, ella lamentó que su padre no le dejara tener móvil a causa de su edad, anotó el móvil de Toni en una agenda color rosa que le había regalado su tía Encarna.

Cassandra no fue la misma desde aquel día, se había enamorado, se había enamorado perdidamente de Tony, se había enamorado del chico mas guapo del instituto, solo estaba el inconveniente de su silla de ruedas...
Quedaron para ir a la biblioteca, Casandra lo esperó a la salida de clase, no le importó que sus compañeros la vieran con Toni, el chico avisó a su tía `para que no viniera a recogerle con el coche adaptado y después de mucho advertirle cedió ante su insistencia.
Cuando Toni llegó Cassandra se situó detrás de la silla, cuando Toni tenía dificultades para subir algún bordillo Cassandra lo empujaba, el se quejaba de que las ciudades no estaban adaptadas a las sillas de ruedas.
La biblioteca central le pareció muy bonita a Cassandra,era un caserón modernista reconvertido en biblioteca y centro lúdico, lo había donado a la ciudad un hombre rico y culto.
Entraron y recorrieron todos los pasillos llenos de estanterías, ella nunca había visto tantos libros juntos, no se sentaron a leer, Toni sugirió que visitaran el jardín botánico que estaba en la parte de atrás, Cassandra se sorprendió mucho cuando descubrió aquel jardín espléndido escondido en medio de la ciudad.
Toni le enseñó el jardín de los cactus que ahora estaban floridos, las plantas carnívoras, el bosquecillo de bambú...
El pequeño estanque de los nenúfares,el rincón de las hortensias azules, la colección de hierbas medicinales y aromáticas que tanto le gustó a Cassandra, Toni se sabía todos los nombres...
El olor a tomillo y romero mezclado con el olor a lavanda lo invadía todo, parecía que se encontraba en un mundo maravilloso...
Llegaron a prado de los tréboles, un pequeño prado de tréboles verde oscuro que estaba al lado de las hortensias azules...
Toni le dijo que se tumbara en los tréboles que daba buena suerte y que a lo mejor encontraría uno de cuatro hojas.
Cassandra ayudó a Toni a bajar de la silla, le costó un poco pero el se dejó caer y enseguida estuvieron los dos tumbados entre los mullidos tréboles.
Estuvieron un rato callados mirando el cielo azul oscuro del atardecer, Cassandra se dio cuenta que Toni se había puesto muy cerca de ella...Le facilitó las cosas cuando el acercó su boca a la suya...
Toni la besó enseguida, ella recibió el primer beso de amor de un hombre...
Ese beso que nunca se olvida...
Se miraron a los ojos sin decir nada,Cassandra puso medio cuerpo encima de el y Toni la abrazó como pudo, hacía mucho tiempo que no abrazaba a una chica, comprobó que el accidente solo le había afectado a las piernas...Notó una fuerte erección.
A Cassandra le costó bastante esfuerzo levantar a Toni para colocarlo de nuevo en su silla,salieron con las cara un poco coloradas y la bibliotecaria sonrió con una cierta tristeza por el chico de la silla
¡Que lástima un chico tan joven y tan guapo!-pensó-
A partir de entonces Cassandra y Toni fueron la pareja de moda en el instituto, al principio los chicos murmuraban y hacían comentarios crueles sobre su futura vida matrimonial...
¡Pero si a los paralíticos no se les levanta la polla! - Decía el mas bruto-
¡Que siiiii tío! ¡Que la parálisis solo le afecta a las piernas!
¡Habría que verlos follar! -dijo uno con cara de gorila-
¡Mira que eres burro chaval! -terció el moderado-

Desde la tarde en que estuvieron el la biblioteca Cassandra se había instalado en una nube, en esa nube particular donde viven los adolescentes enamorados...
Cassandra no dejaba de pensar en el día en que curaría a Toni, en lo felices que serían cuando el pudiera andar...Aunque una duda le atormentaba, dudaba de su poder, incluso llegó a pensar que lo suyo solo podían ser casualidades...
Tenía que probar, tenía que saber si su poder funcionaba siempre.
Por eso aquella tarde no fue al instituto...

El hospital del Niño Jesús estaba en las afueras de la ciudad, pensó que eso le favorecía, ya que pensaba hacer la prueba sin que nadie se diera cuenta.
Los pasillos de la clínica del Niño Jesús brillaban de puro limpios y olían a formol. Las ventana eran ovaladas y pintadas de blanco, de blanco color clínica, en la pared colgaban cuadros pintados por los niños.
Estuvo paseando un rato hasta que observó a un niño de unos diez años que se aburría en una silla de ruedas
¡Este servirá ! -pensó-
Se acercó a el y hablaron un rato, cuando Cassandra se ganó su confianza le dijo: ¿Vamos a dar una vuelta?
El chico asintió
Será como una excursión, yo te empujo la silla y tu me cuentas como se va a los sitios ¿vale?
La madre que estaba cerca miró a Cassandra y le sonrió con aprobación segura que no había ningún peligro, seguramente sería una de las muchas voluntarias de trabajos sociales o un familiar que venía de visita y que se estaba aburriendo.
Cassandra le preguntó al niño como se llamaba el chaval le dijo que Alberto, también le preguntó por su enfermedad , el niño le dijo que siempre había estado así que nunca había andado.
Poliomelitis o algo así, le dijo recordando la palabra que ponía triste a su familia.
Recorrieron los largos pasillos brillantes haciendo carreras y jugando a esconderse detrás de las mesas de recepción...
Cantaron algunas canciones que Cassandra se sabía desde pequeña...

Cuando Cassandra encontró un rincón solitario se paró un rato y le dijo a Alberto si quería que le contara un cuento, el niño dijo que si encantado.
Cuando el cuento hubo terminado Cassandra abrazó al niño con todas sus fuerzas, el escalofrío acudió puntual a la cita con el cuerpo de Cassandra...
Besó al niño y salió corriendo...

Una enfermera encontró al niño llorando y lo acompañó de la mano hasta donde estaba su madre ya un poco nerviosa pensando en la tardanza, el niño lloraba asustado y confundido, se tocaba las piernas mientras andaba titubeante hacia su madre que lo esperaba con los brazos abiertos y arrodillada no se sabe si para abrazarlo o dar gracias a su Dios por el milagro....
Cassandra llegó a casa con las piernas doloridas,todos se extrañaron cuando dijo que se iba a acostar, que no se encontraba bien.
A la mañana siguiente no pudo levantarse, tuvo que arrastrarse hasta el baño, sus piernas estaban muertas, colgaban de su cintura como dos pingajos sin fuerza, inútiles...
Pero no se asustó, sabía que se pasaría enseguida, se arrastró nuevamente a su cama y le dijo a su madre que estaba indispuesta, durmió todo el día y soñó con Toni...
Soñó que paseaban por un camino lleno de sauces alfombrado de tréboles de cuatro hojas, el la besaba y la gente sonreía al verles...
A la mañana siguiente se levantó con normalidad aunque algo cansada por el esfuerzo,mientras desayunaba puso la televisión y vio como un médico hablaba de una curación inexplicable, también vio a Alberto que jugaba con un balón que le había regalado un futbolista famoso, la madre no dijo nada de la chica que había estado jugando con su hijo, lo atribuyó a un milagro de la virgen del Carmen de la cual era muy devota.
El médico explicaba con cara de enterado que habían cosas inexplicables que habría que estudiar,luego se extendió para lucirse hablando de la sicosomatica y de la capacidad de regeneración de las células nerviosas y que si patatim y que si patapam.....
Cassandra respiró aliviada, nadie se había dado cuenta de su intervención, se vistió y se fue al instituto, por el camino una voz sin sonido se instaló en su cabeza...
Nada para ti -decía la voz como un silbido-
Nada que te enriquezca-repetía la voz-
Nada para ti
Nada para ti
Si no es para mi – pensaba frenética- es para Toni es para Toni...
Y no quiso escuchar mas...
A lo lejos vio el coche de la tía de Toni que lo traía al instituto
Cassandra se acercó y cogió la silla por detrás al tiempo que le daba los buenos días con un beso, despidieron a la tía y entraron en el colegio entre las miradas de lástima de sus compañeros
A la hora de la salida Cassandra esperó a Toni como cada día , todos habían salido, Toni era el último en salir a causa de la silla de ruedas, estaban solos en la clase y Cassandra no se lo pensó ni un instante, se acercó a el y lo abrazó con todas sus fuerzas como ella sabía, casi se subió encima de el, Toni se extrañó un poco de que ella prolongara tanto el abrazo.
Cassandra recibió el acostumbrado escalofrío miró a Toni y salió corriendo con las lágrimas en los ojos, emocionada, la próxima vez que viera a Toni ya la abrazaría de pie.

Toni estuvo varias semanas sin ir al instituto, Casandra solo faltó al día siguiente a causa de que sus piernas no le respondían y tuvo que fingir un fuerte resfriado ayudada por un poco de pimienta de la cocina, estuvo durmiendo todo el día y a la mañana siguiente estaba como nueva.
Había estado soñando otra vez con los guerreros antiguos, se asustó un poco porque parecía que le hablaban a ella, que le avisaban de alguna desgracia, también vio a una mujer vestida con una túnica blanca manchada de sangre... Lloraba y a Cassandra le pareció que lloraba por ella.
Se vistió con su mejor vestido el día que supo que Toni volvía a clase, al llegar lo vio rodeado de sus compañeros de clase, todos querían saber la historia de su curación, todos querían saber los detalles, lo que le habían dicho los médicos...
Ella lo esperó a la salida de clase
¡Estaba tan guapo de pie!
Se acercó como si nada y le preguntó como se encontraba, el abrió los brazos y le dijo: ¡Ya ves!
Hablaron un rato de su curación y luego Cassandra le preguntó si irían a la biblioteca otra vez
¡Los tréboles te han dado buena suerte! -bromeo-
No voy a poder mañana empiezo a entrenarme para el baloncesto -dijo secamente-
Ella vio el fastidio en los ojos de Toni, ya volvía a ser el líder de antes, el ganador el preferido de las chicas...
Cassandra solo atinó a decir...Y lo nuestro...
Lo nuestro no fue nada -dijo duramente-
Cassandra no pudo reprimirse, una tormenta estalló dentro de ella
¡Yo fui quién te curó! ¡Yo puedo hacer estas cosas desde pequeña! ¡Solo tengo que abrazar....!
¡Estás loca! -dijo Toni cogiendo su bolsa de deporte al tiempo que se marchaba-
¡Fui yo! ¡Yo lo hice! ¡Yo te curé! -le gritaba desesperada-

Lloró toda la noche como lloran los enamorados sin esperanza...

Por la mañana comenzó a encontrarse mal... El dolor de la tía Encarna le mordía la espalda, el tumor del amigo de papá comenzó a desarrollarse en sus huesos, la diabetes del niño que comía pasteles, la poliomelitis de Alberto, la parálisis de Toni...
Todas las enfermedades que ella curó se instalaron en su cuerpo...
Para siempre...



F I N

sábado, 26 de febrero de 2011

Paisajes




Jazmina se despertó en la playa, no había podido dormir por el calor, y a eso de las cinco de la mañana se fue a dormir a la playa para despertarse con la salida del sol.

-¡Mierda! -dijo muy enfadada-

Ya la claridad se había apoderado de todo el ambiente, pero no vio el sol reluciente despuntando en la raya del horizonte como ella esperaba, solo una luz lechosa una especie de niebla muy blanca y un poco brillante que hacia que el mar adquiriera un aspecto espectral y amenazador, no era azul ni verde, un color metálico que no lograba definir.

Ella esperaba la gama de los colores a que estaba acostumbrada, naranja, rojo mezclada con los azules y verdes que tanto le gustaban y que le alegraban el día.

Gris... Como decía su amigo Meter el pintor,"-blanco con un poco de negro,si le pones un poco de carmín tienes un gris caliente,el carmín y el rojo siempre calientan"-bromeaba.

Se levantó entumecida por la humedad de la noche y quiso meter los pies en el agua para despejarse un poco, luego vería si se bañaba desnuda como hacia muchas veces, se detuvo, sabía que el agua estaba helada, no soportaba el agua fría, se preguntó que estaba pasando, era verano, en verano el agua esta siempre caliente, además estaba sucia, casi negra.

Intentó recordar lo que había pasado la noche anterior, por más que se esforzó no pudo, su memoria no le respondía, no recordaba nada.

Parecía que acababa de nacer, ni siquiera recordaba su nombre.

Presa del pánico quiso irse a casa.Un par de calles y ya estaría, se volvería a dormir y cuando despertara mamá le pondría el desayuno como cada mañana, y como cada mañana le reñiría por sus “excursiones” nocturnas, por sus amigos impresentables y por su modo de vestir hippye.

Pero supo que no podía ir a ninguna parte, por éso se quedó allí clavada en la arena de pie sin moverse, esperando...

No sopló el viento de Levante ni de sur,ni siquiera el Terral, no acudieron las gaviotas cada vez más audaces a casi rozarle los pies descalzos, ni se movieron las barcas de los pescadores. No vinieron los borrachos a molestar y a pedirle un cigarro, nadie... Ni siquiera apareció la máquina que limpiaba la playa y alguna vez la había despertado... Ni los turistas mañaneros a darse el primer baño.

Jazmina hizo más esfuerzos intentando recordar,tal vez había tomado algo que no debía la noche anterior, alguna vez había tomado anfetaminas y LSD... Tal vez el alcohol no le había sentado bien o quizá peor, se estaba volviendo loca.

Pero supo que no.

Se tranquilizó mucho cuando vio al hombre que se acercaba, sus pasos sonaban en la arena como cuando comes galletas integrales.

Vestía una camisa azul gastada, llevaba una gorra como los marine, lo había visto otras veces en las barcas preparando palangres y desliando redes, sabía que se llamaba Joan.

-¡Hola princesa! -le dijo jovial-

Jazmina se extrañó mucho,sólo su padre le llamaba así y le daba mucha rabia, pero pensó que su padre habría tenido alguna conversación con él y lo habría comentado.

Pensó que su padre era un bocazas. De pequeña le gustaba, su padre era el rey y ella naturalmente la princesa.

Luego vinieron las lluvias y las lágrimas, los pechos y el vello púbico, la consciencia del poder de las mujeres, las miradas de los hombres...

Tuvo que matarlo, él aceptó la muerte con naturalidad, sabía que debía morir para que ella pudiera reinar sobre sí misma, sólo el rey impide el reinado de las princesas...

Joan se acercó a ella hasta casi rozarle, su cálida presencia le recordó la manera que tenía su padre de arroparla cuando tenía frío, era muy friolera de pequeña, la tapaba y se inclinaba sobre ella con todo su corpachón hasta casi aplastarla, ella se hacía la dormida, casi nunca la besaba, decía que él no era de besos, aparentaba ser un tipo duro como los de antes pero todo el mundo sabía que era un flan.

-¡Esta niña está falta de besos! -decía su madre cuando la veía triste-

-¡Tu tienes la culpa!-le decía a su marido cuando le preguntaba que le pasaba a la niña.

-Sabes de sobra que los besos de los padres son muy importantes para las niñas, no es lo mismo que los besos de las madres, las niñas son de los padres.

-No soy de besos -comentaba el padre cabreado.

Pero si no es por los besos-replicaba la madre- es por el olor ¿Cuantas veces te tengo que explicarte lo de las feromonas?

Y ella le volvía a explicar que el olor del padre daba seguridad a las chicas.

-Una chica insegura no se casa casi nunca, una chica insegura sola hace bobadas y se pasa la vida de fantasía en fantasía ¡le puede pasar cualquier cosa! -casi le gritaba-

-Pero... Es que me da vergüenza -le decía su marido azorado-

-Todo lo que quieras pero tienes que hacerlo-insistía la madre-

-¿No querrás que se convierta en una libertina? Las chicas tienen que aprender esas cosas desde pequeñas, el primer hombre que se les acerca es el padre, si tienen una mala experiencia con él luego todos le parecen malos...

-Por lo menos tienes que besarla diez o doce veces al día...

-¿Tantos besos ? -decía con cara de agobiado-

-¡Como mínimo! -insistía la madre-

-Es tu deber de padre si quieres sacarla de blanco de casa y entregarla a un buen chico que la quiera y tener nietos que alegren tu vejez ¡so capullo!...

La madre de Jazmina sabía insultar de maravilla, a veces su marido la provocaba un poco para que lo hiciera...

Pero el padre de Jazmina insistía que las madres eran las que entendían mejor a las chicas, que se tenían más confianza, que las entendían mejor, que eran ellas las que les tenían que explicar sus cosas, eso de la regla y qué hacer para no quedarse preñadas...

Entonces ella se enfurecía y le decía si su padre le había enseñado cómo hacerse las pajas, y él reconocía que no poniéndose rojo como un tomate.

-¡Éso ya se lo explicarán sus amigas mil veces mejor que yo! -decía muy enfadada con su marido que no entendía nada-

Pero él no hizo los deberes de padre y cada vez se distanciaba más, cuando le salieron los pechos y le vino la regla él dejó de entrar en su habitación.

-Las chicas necesitan su intimidad- le dijo a su mujer cuando le echó en cara el abandono de la educación de su hija.

-¡Una mierda! ¡Lo que menos necesitan a esa edad es intimidad! ¡Sólo fingen! La adolescencia es pura exhibición, la niña se pasa el día haciendo espectáculos sólo para ti y tú no le haces ni puto caso.

-¡Es que yo soy un obrero! No un intelectual como tú-protestaba el padre de Jazmina-

-¡Para éso no hay que estudiar, hasta los pájaros enseñan a volar a sus crías, no es una cuestión intelectua, es una cuestión sentimental, lo que pasa es que tú no quieres trabajar el tema y te crees que esto va solo.

Pero el no hizo caso, le daba vergüenza, y dejó que la vida siguiera su curso...


Jazmina le preguntó al viejo Joan si hoy no salía a pescar, más que nada para romper el hielo y iniciar una conversación.

-Sabes que no puedo...Le contestó como si esperara algo de ella

Ella un poco desconcertada le dijo:

-Claro, el mar está un poco raro hoy...

-Hoy es día de travesía, le contestó Joan

-¿Travesía? Respondió Jazmina intrigada

-Sí, hoy vamos de travesía... Tú y yo.

-Yo me voy a casa, estoy un poco cansada,contestó Jazmina un poco mosqueada por las confianzas que se estaba tomando el pescador.

-Me he dormido en la playa y... -Le dijo casi despidiéndose

-Sabes que no tienes casa aquí,-dijo Joan poniéndose serio

-¡Se equivoca! ¡Me confunde con otra persona! … Vivo aquí cerca con mis padres...

-Tus padres ya no están, se fueron hace mucho tiempo,creo que se separaron...Después tu madre murió de aquello que tenía en el pecho...

Jazmina fue recordando su pasado

Poco a poco recordó las llamadas de su madre, su angustia por la separación,no tenía a nadie y su padre había desaparecido asustado como siempre.

-Luego vino lo del cáncer de pecho...

-Ya no quiso llamar a nadie,era una intelectual, sabía que a los enfermos nadie los quiere, aunque la gente haga esfuerzos para aparentar lo contrario.

Jazmina estaba viajando por la India

Tomando aquellas pastillas que le hacían ver las cosas de colores...

Rompió todos los vínculos con su vida familiar

No dejó dirección alguna

No tenía casa

Mi casa es el mundo,mi techo el cielo...

En la India siempre hace calor, puedes dormir en cualquier parte.

Joan sabía que Jazmina estaba recordando y la dejó hacer.

Dejó las pastillas y se pasó a la coca cuando fueron a Costa Rica, luego los amigos le dijeron que la heroína era mejor y más barata.

Hay que probarlo todo...

Sólo se vive una vez...

La vida es una puta experiencia...

Tuvo que hacer de todo para comprar la dosis.

La suya y la de sus compañeros.

Tenía que tomar más dosis para poder soportar aquellos gordos babosos que navegaban encima de su cuerpo de mar.

Sus amigos murieron de sida y sobredosis.

Tuvo que regresar.

Recordó todo y pensó que había nacido de nuevo en el infierno.

-¿Y mi padre?-preguntó sabiendo que Joan lo sabía todo-

-Se cansó de ti y de tus rollos, de tus sablazos, de tus robos...

-Se casó de nuevo con una mujer que lo puso entre la espada y la pared

¡Tu hija o yo! -le dijo el día que Jazmina le robó las joyas para comprar jaco.

¡Así no se puede vivir!...Y Jazmina tuvo que irse

En España llueve a menudo, el mundo puede ser la casa de uno pero aquí hay goteras...

Los amigos que no habían muerto o no estaban enfermos de sida se habían reciclado,tenían esposas o maridos, algunos tenían niños, algunos llevaban corbata...

-Aquí no te puedes quedar...

-Los niños se asustan por tu aspecto no están acostumbrados...

-A mi no me importa pero a mi mujer le da mal rollo...

Durmió varios días en la calle...

En su inseparable saco de dormir, con su jeringuilla sucia, con sus zapatillas de la India.

Al final regresó a la playa de su niñez donde había sido tan feliz, donde su padre le enseñaba a pescar, donde buscaban piedras corazón y piedrecítas de Santa Llúcia...

A la sombra del castillo que los protegía...

Cerca de las barcas de los viejos pescadores, se sabía de memoria los nombres de las barcas...

Cala bona,Bella Carla,Xaloc...


Estuviste golpeando la puerta de tu antigua casa, los turistas que la tienen ahora alquilada se asustaron mucho y llamaron a la policía, los policías se dieron cuenta que estabas con el mono y te dejaron ir, estaban acostumbrados...

Jazmina se había sentado en la arena respirando sincopadamente, había recuperado toda la historia de su vida.

-Te encontraron muerta en la playa...Al principio todo es un poco raro uno no se da cuenta que estás muerto...Se dicen tantas cosas sobre la muerte...Pero es hora de partir...

Si quieres puedes quedarte, sólo tienes que querer...Si te quedas será como estar encerrado en un paisaje dentro de un cuadro, aquí es una marina.

-¿Y si elijo irme?¿Qué me pasará?

-Nadie lo sabe, yo sólo te llevaré en mi barca a la otra orilla, allí detrás de la raya -dijo Joan señalando el horizonte-Yo elegí quedarme, morí ahogado en una tormenta súbita que me sorprendió, cuando pescaba se volcó la barca y me enredé en las redes, ahora ayudo a los que mueren por aquí...Me gusta este trabajo. Si te quedas me harás compañía.

A Jazmina siempre le había gustado viajar

Su padre siempre le hacía bromas diciéndole que detrás de la raya del horizonte había un mundo maravilloso donde se cumplían todos los deseos.

-Creo que me iré... -Dijo resuelta-

La vieja barca de Joan apareció de la nada, estaba llena de trastos,redes viejas,palangres, nasas, anzuelos y peces muertos.

-Un día de estos tengo que limpiar todo esto -dijo el viejo un poco avergonzado-

Jazmina subió a la barca de un ágil salto como lo hacía de pequeña y se sentó encima del montón de redes.

La barca zarpó rumbo al horizonte con Joan al timón.

En la playa de la realidad aparecieron miles de piedras corazón y millones de piedrecitas de Santa Lucía que como todo el mundo sabe son restos de cáscaras de caracoles marinos...

Nadie recogió las piedras corazón , casi nadie las colecciona.

Salió el sol de Agosto un minuto después que el día anterior.

Las gaviotas y las palomas se apoderaron un rato de la playa, solo un rato, los turistas no tardarían en invadirlo todo con sus toallas de colores y sus sombrillas, con las sillas y los flotadores de colores inundando el ambiente con olor a crema protectora contra el sol.


F I N


miércoles, 26 de enero de 2011

LOS ADOQUINES DE PRAGA








Cuando Jurgens y yo entramos en el autocar, notamos la acostumbrada expectación...

-¡Son gais! -Leí en la cara del resto de los viajeros-

Todos habían vuelto sus cabezas a la vez a riesgo de joderse las cervicales; Creo que el guía había insinuado algo y la cosa se había corrido como un reguero de pólvora seca.

Buscamos el número de nuestros asientos, se encontraban al fondo del autocar, pasamos al lado de los demás pasajeros y todos nos miraron entre indignados y divertidos, colocamos nuestras bolsas en los box de encima de nuestras cabezas y nos sentamos a esperar con expectación la partida a Praga, Bratislava,Viena y Budapest. Antes de contratar el viaje en autocar habíamos pensado hacerlo por vía fluvial; navegando por el Danubio pero Jurgens, que siempre deja las cosas para última hora ya no encontró plazas, había la opción de hacerlo por vía aérea pero a mi no me gusta, me estresa el tráfico aéreo con sus colas, embarques y aeropuertos... No es que tenga pánico a volar, pero me siento mejor en tierra.

Nos habíamos pasado la última semana discutiendo sobre las vacaciones, a Jurgens le gusta discutir y enfadarse, sospecho que lo hace para luego tener una amorosa reconciliación.


El autocar cerró sus puertas con un ruido suave y hidráulico.

El autocar se puso en marcha, un murmullo de satisfacción envolvió el ambiente, apenas habíamos recorrido varios kilómetros y el guía tomó el micro para comenzar a hablar...

-!!FAMILIA!!-resonó su voz-nos disponemos a hacer un viaje maravilloso...Me llamo Roberto y seré vuestro guía en todo el viaje excepto en los destinos, de los que se ocuparán los guías locales.Llo primero que hacemos en los viajes es presentarnos,tened en cuenta que las personas que ahora no nos conocemos cuando terminemos el viaje seremos amigos para siempre, pues juntos habremos vivido una experiencia inolvidable, junto a los monumentos, palacios y paisajes irán unidas las personas que los compartieron.

Y comenzó a presentar a los viajeros que estaban destinados a ser nuestros amigos para siempre...

El autocar tenía unas cincuenta plazas, los viajeros sumábamos unos treinta y cinco, habían quince plazas libres al fondo, cosa que me alegró, ya que la situación me permitiría cambiar de asiento para poder leer o simplemente estar un rato solo. Un viaje tan largo con un autocar repleto no resulta agradable.

El guía presentó a todos los viajeros por sus nombres, los estaba leyendo en una lista donde constaba su número de asiento.

Presentó a una familia de Valencia, dos matrimonios y una tía soltera, a varios pasajeros catalanes hablando en catalán pero advirtió que se expresaría en castellano para que nos entendiéramos todos, los no catalanes aprobaron con un murmullo; Cuando llegó a nosotros nos presentó como a “dos chicos de Barcelona” Jordi y Lluís, Jurgens hizo un amago de protesta por la catalanización de su nombre, que no se correspondía con el alemán, yo le retuve para que no llamara la atención.


Ella estaba casi en el fondo del autocar, no dijo su nombre, solo dijo: Una chica que viaja sola...

Por último presentó a Tomás el conductor, se llama Tomás-dijo riendo- pero en los ambientes le llaman “il pájaro picone” y esperó a que todos preguntaran por qué...

-Si, dijo el guía Roberto, Tomás siempre dice: "io sono il pájaro picone, pico y pico ma sempre torno a casa..."

-¡Qué malo! -dijo la señora valenciana, experta en viajes del Inserso, a la que sus hijos le habían regalado el viaje por ser el cuarenta aniversario de su boda.

Roberto contó que Tomás era un chófer expertísimo y que nunca había tenido ningún accidente, cosa que tranquilizó mucho a todo el mundo.

Terminadas las presentaciones puso una música suave y seguimos el viaje con destino a la frontera francesa.

Jurgens me dijo:

-¡Ya se han dado cuenta!

-¿De qué?-contesté yo despistado-

-¡De éso! ¡De lo de siempre ! ¡De nosotros...!

Hablábamos bajito, sabíamos que todos estaban pendientes de todo lo que decíamos.

-¡Bueno y ¿qué pasa? -dije molesto.

-Nada, que me molesta-dijo Jurgens- Ya te dije que era mejor la opción del avión...

-Pasa de todo, le dije para tranquilizarlo, ya se acostumbrarán, les da morbo, no pueden evitar estar pendientes...


Jurgens hacía tiempo que había salido del armario, no se cortaba un pelo en pasear conmigo cogido de la mano o en besarme en público, -es normal -decía- somos una pareja...

A mi la verdad es que no me gustaba demasiado, soy un poco tímido y no me gusta escandalizar al público, procuro llevar la cosa con discreción, tengo amigos y familiares que no saben nada de mis tendencias sexuales, soy de la opinión de que las cosas íntimas se deben hacer en privado.


Cuando Jurgens se lo dijo a sus padres-unos ricos empresarios alemanes afincados en Catalunya-se formó la de Dios, su padre se pasó varios meses sin hablarle, su madre lo soportó mejor, en la actualidad han hecho las paces y todo va bastante bien.

Yo casi no veo a mis padres, mis hermanos sospechan algo, por éso no me invitan a la cena de Navidad...

Yo no soy rico, aunque me gano bien la vida. trabajo en la bolsa, soy una especie de broker, un asesor de inversiones.

Jurgens me sedujo en un momento de mi vida en que no sabía qué hacer, había tenido algunas novias pero no funcionó... No se si soy homosexual , tampoco me importa.

Sólo son caricias, sólo caricias, sólo es amor, no busques nombres, si alguien te acaricia es porque te quiere-me dijo Jurgens después de nuestra primera noche juntos-

Jurgens tiene ocho años más que yo, yo tengo casi treinta, somos adultos y libres para hacer lo que queramos, como ya he dicho son sólo caricias, hacer el amor con un hombre como Jurgens es placentero y emocionante a la vez, los dos sabemos qué hacer para sentir placer, además le quiero.


-¡Bueno familia! -tronó la voz del guía Roberto que no había ajustado bien el micro- Ya hemos salido de la patria y entramos en nuestra querida vecina Francia, la Francia de la “grandeur”... son un poco chovinistas pero es una gran nación, su revolución cambió la faz del mundo, sin la revolución francesa el mundo no sería lo que es hoy.

Roberto se extendió en su lección sobre la revolución francesa, parecía un maestro de escuela dando la lección a sus alumnos...

Jurgens dormía desde que empezó a hablar Roberto, le estuve mirando un rato y le puse el asiento más reclinado, aprovechando que detrás no se sentaba nadie. Le dejé soñar...

Casi siempre sueña, cuando duerme siempre sueña y luego me cuenta sus raros sueños...

Jurgens es guapo y rubio como un querubín y tiene los ojos azules...

Él es muy responsable y muy protector, yo un poco gamberro.

A veces se deprime mucho, cuando éso ocurre lo pone todo a colación, cambia de sitio los muebles de su cabeza y mete los pájaros de su imaginación en jaulas, cuando se deprime está varios días sin hablar con nadie, apenas come y se pasa todo el día trabajando como loco, lo pone todo en duda , todo menos lo nuestro...Creo que tiene remordimientos profundos.

Cuando se recupera me besa con ternura y hacemos el amor varias noches seguidas, por el día cocina maravillas para mí y me mima como a un niño.


-!Vamos a parar para ir al lavabo y repostar!, -dijo Roberto – Este grandullón necesita comer gasoil- sólo vamos a parar media hora, así que no os perdáis, que ya estamos cerca de Nimes.

-¡Lo ves, van juntos al lavabo!-dijo el marido de la señora valenciana gordita-

-¿Dónde van a ir? ¡Son hombres! ¿no? -protestó-

El marido de la valenciana se puso el sombrero hacia delante emulando el gesto de Humphrey Bogart y soltó un bufido.

-¡¡Empezamos bien, dos maricas en el viaje!!

-¡Qué antiguo eres, si éso hoy en día no tiene importancia!

¡Que eres un antiguoooo!

La señora valenciana estaba muy puesta en las modernidades...


Al regresar de los lavabos la señora valenciana tropezó con el escalón del autocar y se torció levemente el tobillo...

-No es nada-,insistía a los que se interesaban, pero Roberto se sintió muy contrariado, la experiencia le decía que una simple torcedura puede complicar un viaje hasta límites insospechados. Las visitas se relentizan, los horarios no se cumplen... Casi es mejor -pensó- una pierna rota, si se rompe una pierna se llama al seguro, se hospitaliza y se manda a casa, todo mucho más sencillo que una vieja renqueante quejándose a todas horas...

Pero la señora valenciana era fuerte y animosa, además éste era el viaje de su vida, estuvo ahorrando casi dos años para visitar Praga y Hungría, lo sabía todo, se había leído un montón de libros y folletos, todos los que caían en sus manos.

Su marido-el Bogart- le reñía con dulzura...-¡Si es que no miras dónde pones los pies!


Una vez embarcados todos los pasajeros el guía Roberto tomó el micro y dijo: ¡Familia! El próximo tramo del viaje será un poco largo, hemos de llegar a Nimes a la hora de comer, el hotel nos espera a la una, poneos cómodos que nos vamos, los franceses son un rollo con eso de los horarios...

El autocar se puso en marcha y casi todo el mundo se relajó en sus asientos, al poco rato casi todos estaban dormitando o leyendo.

Jurgens estaba cabreado y refunfuñaba en el asiento de al lado, le dejé con sus líos mentales y me pasé al asiento de atrás.

Paralelo a mi asiento estaba Ana,la chica que viajaba sola en el fondo del autocar,parecía una pasajera al margen de los demás, se diría que viajaba por su cuenta, no participaba en nada y ni siquiera había cruzado una palabra con nadie de la expedición.

Calculé que tendría cuarenta años más o menos, no era excesivamente guapa pero si elegante y distinguida, lucía un aspecto feliz.

Para mi un aspecto feliz significa un aspecto armónico...

-¿Qué lees? Me preguntó al mirarla

-Un libro imposible

-¿Imposible?

-Sí, ésto no hay quien lo lea, me equivoqué al elegir...En la próxima parada compraré algo más ligero.

-¿Lees francés?

-No,no había caído que ya estábamos fuera de España, tiene razón, no leo francés, y menos alemán ni checo...

-Tendré que insistir con el tocho... -dije resignado-

-Yo tengo varios en la maleta-se ofreció-

-Se lo agradecería...Vamos a convivir doce días juntos, tenemos que compartir...-dijo riendo-

Y su risa me pareció maravillosa.

-Su compañero duerme...

-Sí, es la primera vez que hace un viaje colectivo.

-Se lo pasará muy bien, es un viaje muy bonito, es para hacerlo desde tierra...

-No estoy seguro, está muy mal acostumbrado, es un señorito...

-¿Y?

-No es muy sociable, viene de un mundo elegante , se lo han dado todo hecho desde pequeño y encuentra normal que se lo hagan todo...

-A mi también me gusta que me lo hagan todo.

Ana era médico y la encontré muy divertida y interesante.

-¿Puedes curarle el tobillo a la gorda? -le pregunté en voz baja-

-¡Ni se te ocurra decir que soy médico! ¡Si lo haces lo negaré! No quiero abrir una consulta en el autocar...

-Vaya...

-Si te divierte dí tú que eres el médico y yo ya te iré diciendo lo que tienes que hacer...

Me reí divertido, podría ser un juego muy bueno.

-¿Y si le da un infarto a alguien?

-Si te da un infarto en serio y no tienes un desfibrilador a mano estás muerto,los médicos no somos nada sin hospital y medicinas...No somos magos.


Llegamos al primer hotel, cuando nos asignaron las habitaciones y vieron que Jurgens y yo compartíamos habitación las miradas de los viajeros lo dijeron todo.

Ana, la chica que viajaba sola estaba en la habitación contigua a la nuestra, yo le ayudé a subir las maletas.

Entramos en la habitación y Jurgens se quejaba de todo, que si la ducha, que si la cama, que vaya un armario destartalado...

-Qué poco romántico-dijo mirando por la ventana que daba a la parte trasera del hotel-

La verdad es que el hotel estaba bastante apartado del centro de Nimes, ir a la ciudad era bastante difícil sin coche.


Me dí una ducha rápida y le dije a Jurgens que bajaba a tomar un café , sé que el hubiera preferido ducharse conmigo, le gusta que le frote la espalda, ducharnos juntos le erotiza mucho. Le dejé con su esponja natural en la mano, nunca sale de viaje sin su esponja natural y su maletín de cosmética.

Cuando salía de la habitación me encontré con Ana, la médica.

-¿Un café? -le dije -

-Me has leído el pensamiento-, me dijo con cara de cafetoadicta.

Entramos en un bar cerca del hotel lleno de gente joven, no servían en las mesas, me acerqué a la barra y pedí dos cafés “rizzatto” , a Ana le pareció buenísimo, nos fumamos un par de cigarrillos y le pregunté:

-¿Los médicos fuman?

-Más de lo que la gente piensa...

-¿Pero no es el origen de todos los males?

-Nadie sabe el origen del mal humano

Reímos

-Es pura estadística, todo depende de tu resistencia y de tu genética- Dijo poniendo cara de medico

-Uff, ya estoy más tranquilo, dije al tiempo que daba una profunda calada.

-No se lo digas a nadie, está muy mal visto que los médicos fumen.

-¿Cómo es que viajas sola?

-Soy soltera y me aterra volar-dijo un poco avergonzada.

-A mi lo que me agobia son las colas de los aeropuertos, además tengo miedo a perder las maletas-dije con tono de niño desvalido.

Al rato apareció Jurgens, no quiso quedarse a tomar nada aunque insistimos.

Me voy a comprar unas cosas antes que cierren-dijo con prisa-

-No te pierdas, le dije protector.

-Se perderá, dijo Ana en plan madre.

-Sabe francés, es un chico de mundo...

-¡Oh! -dijo Ana fascinada-

Un rato de silencio

-¿Estáis? ¿Sois?-pregunto Ana de golpe-

-Si, somos y estamos...¿Tanto se nota?

-Sí se nota, no es habitual que dos chicos viajen solos, si fueran dos chicas sería diferente, pero dos chicos seguro que son...

-¿Gais?

-La verdad es que para la gente común estas cosas tienen mucho morbo- Dijo Ana riéndose y enseñando unos dientes casi perfectos


Al cabo de un rato apareció Jurgens, y después de las presentaciones ya más formales nos fuimos juntos dejando a Ana sola.

Jurgens había comprado jabón de hierbas con aloe vera, perfume de violetas y un pequeño cuadro impresionista de un pintor desconocido, el galerista le había invitado a una cena en un restaurante que hacía las veces de pinacoteca y centro de reunión de pintores...

-No sé si iré -me dijo con ganas de ir y de que le acompañara.

-Creo que mañana salimos temprano-le dije -

Cuando Jurgens sale por la noche nunca se sabe, pierde la noción del tiempo y del lugar donde está, por éso quiere que le acompañe.

Cenamos y Jurgens se acostó temprano después de beberse media botella del whisky caro que llevaba en la maleta.

-Necesito anestesiarme -se disculpó-

Yo estuve mirando la tele francesa un rato y sólo entendía los anuncios, enseguida me dormí con la tele puesta.

Por la mañana temprano desayunamos a la francesa con croissants, mantequilla, mermelada y todo eso que toman los franceses por la mañana

La cara de Jurgens era un poema, cuando bebe se le hincha la cara y le salen ojeras, unas ojeras negras que no soporta, se había puesto una crema para disimular que hacia más evidente su estado.

Roberto el guía le comentó al chófer:

-Además de maricón, borracho. Vamos a tener un viaje movido ¡ya lo verás!

-El otro parece mas formal- dijo Tomas.

-¡Ya veremos, si se pasan los devuelvo a casa en el primer vuelo!

Cuando subimos a autocar le pregunté a la señora valenciana cómo estaba su tobillo.

-¡Creo que está algo mejor , pero todavía me duele! -dijo enseñándome el pie bastante hinchado-

Pero estando usted aquí ya estoy mas tranquila...

Cuando nos sentamos en nuestros asientos miré a Ana un poco enfadado

-¿Cómo ha pasado la noche doctor? -dijo burlona-

-¿¡Lo has hecho!? -le dije en voz baja-

-Eso les quitará presión, ya verás como ahora la gente te quiere más

-¡Eres un monstruo de maldad! -le dije tomándome libertades-

-Le das un masaje con ésto y se le va a quedar el pie como nuevo.

-¡No lo haré!

-Sí lo harás -dijo divertida y autoritaria.

Me tendió la pomada milagrosa y movió la cabeza hacia la señora valenciana a la vez que decía -¡Venga doctor!

Cogí la pomada y decidí seguir la broma

Jurgens miró a Ana divertido.

Ana lo miró con complicidad, al tiempo que ponía su delgado dedo en la boca en señal de silencio

Me levanté decidido y me dirigí al asiento de la señora del pie dolorido

Ella al verme con la pomada en la mano se quitó el zapato con la ayuda de su marido.

-¡Vamos a ver ese pie! -dije con voz de profesional.

Me incliné a sus pies y le toqué la articulación, Dios no quiso que el pié estuviera roto...

Ella emitió un leve quejido al torcerle un poco el tobillo

-No es nada señora-dije con seguridad.Parece que no hay nada roto, esta pomada le aliviará el traumatismo...

-¡Es que no mira dónde pone los pies! -riñó el marido.

Hacer masajes sí que sabía, a veces le hago un masaje a Jurgens cuando está tenso, dice que tengo manos de santo...Cuando terminé le vendé el pié cuidadosamente y le dije que todo iría bien, que no se preocupara. Ella me dió las gracias...

-¡Gracias doctor!... Y la palabra mágica se proyectó en todo el autocar.

A partir de entonces todo cambió en la actitud de los viajeros... Incluso los hombres comenzaron a entablar conversación como iguales.

Roberto el guía le dijo a Tomás:

-¡Què lujo tío! ¡Un médico a bordo como en los viajes VIP! ¡Si te da un infarto tienes médico cerca!

-¡ A mi ese tío no me hace el boca a boca, prefiero morirmeeee!


Retomamos la ruta hacia Munich, como es habitual en los viajes colectivos, los viajeros comenzaron a intimar y a contarse sus vidas.

Yo creo que las personas somos como las tiendas, primero mostramos el escaparate con el mejor género y luego el el resto de género que ya no luce tanto, alguien debería hacer un tesis sociológica sobre éso.

Todo marchaba como estaba previsto Roberto el guía se tranquilizó mucho con mi recién estrenado título de médico.

Ana y Jurgens se hicieron amigos enseguid,a en todas las paradas íbamos a tomar café los tres juntos como si fuéramos hermanos de padre y madre.

El resto de viajeros se acostumbró a llamarnos “los chicos del fondo del autocar”, aunque no bajaban a conversar ni a descansar en los asientos vacíos y mantenían una distancia prudencial, aunque más relajada.

Llegamos a Munich y visitamos el centro de la ciudad después de hacer la acostumbrada panorámica con el autocar , bajamos en el centro y el guía nos advirtió que no nos separásemos ni nos perdiésemos, por el tema del idioma.

Ana, Jurgens y yo nos separamos un poco del grupo; Jurgens habla alemán y nos traducía, incluso Roberto el guía le preguntaba, ya que su alemán se limitaba a unas pocas palabras.

Se le había olvidado el tema gay y le hablaba como si fuera una persona, eso sí, mantenía las distancias y no hacía preguntas personales.

Por la noche cenamos los tres juntos, Ana en medio de los dos, como la cocina alemana es a base de patatas y salchichas con un poco de chucrut , comimos poco.

Poco a poco comenzamos a intimar, una corriente de afinidades nos unía cada vez más.

Entre los tres organizábamos las visitas según nos convenía, al margen del grupo gracias al fluído alemán de Jurgens, los mapas hacían el resto.

Cuando llegamos a Viena para permanecer tres días nos relajamos un poco, el hotel era de lo más moderno, no demasiado céntrico pero muy bonito.

A veces los compañeros del grupo me hacían alguna consulta médica que yo contestaba a voleo con un poco de sentido común, Ana se reía, decía que mi verdadera vocación era la medicina.

Jordi, uno de los catalanes me confesó que tenía el colón irritable, y que cuando no tenía un lavabo cerca se sentía inseguro, me confesó avergonzado, se lo dije a Ana y me dio unas pastillas astringentes y me dijo que no comiera demasiados crudos, también me dijo que le diera un poco de nata líquida...Mano de Santo.

Otro me consultó sobre su diarrea, y Ana me dijo que tomara CocaCola caliente, el camarero del bar puso cara de no entender cuando el hombre le dijo que calentara su Coca Cola.

-El doctor Peberton no inventó un refresco-me dijo riendo-buscaba un remedio para los intestinos, a veces da buen resultado, pero sólo para emergencias.

A mi me divertía hacer de médico y comprobar que día a día me trataban como a un igual.

Por la tarde nos perdimos a posta, Jurgens nos llevó a comer pastel de Sacher en el mismísimo hotel Sacher, todo un lujo, Roberto nos riñó un poco por que nos retrasamos. Fuimos a la ópera de Viena, y después de escuchar la vida de Francisco José y la Emperatriz Sissi, asistimos a un ensayo de la orquesta filarmónica residente, nos obsequiaron con doce piezas de música clásica que nos impresionaron, Jurgens, Ana y yo nos cogimos de las manos. ..Y lloramos los tres...

La música selló nuestra amistad para siempre.

Visitamos Viena a fondo, y al tercer día partimos para Praga y Bratislava, la maleta de Jurgens cada vez pesaba más.

Ana se reía de él descaradamente-

!Ay los ricos!-le decía – y Jurgens le palmeaba el culo descaradamente.

Casi siempre caminaba en medio de nosotros dos, y nos cogía de la mano ante el estupor de los viajeros, me hablaba de medicina para que los viajeros no sospecharan de mi impostura médica.


La presencia de Ana había tranquilizado mucho a los viajeros, aunque estaban llenos de dudas sobre nuestra relación.

-¡Yo es que no lo entiendo! -exclamaba el chico de Ulldecona en un corrillo. Al principio parecían maricones normales, perdón, una pareja de gays quería decir, y ahora parece que se disputan a la chica... Otras veces parecen dos hermanos con su madre, otras veces...

-¡Tienes el cerebro como una cloaca, tío!-decía su mujer, una chica bastante gorda a la que todos los bichos volantes se le acercaban, en Lion entró una abeja en el autocar y no hubo manera de deshacerse de ella en todo el viaje, siempre rondaba por encima de su cabeza. -¡Simplemente son dos amigos que han encontrado una amiga! Además, los médicos no suelen ser homosexuales-recalcó con cara de saberlo de cierto.

-¡Esto parece un culebrón!- Dijo el viajero de Sabadell que llevaba siempre el sombrero a lo Bogart y viajaba con su señora que era de Granada.

Roberto el guía pensaba que este viaje no sería como los demás.

Llegamos a Praga, el hotel era de lo más aparente: camas italianas de dos metros de ancho, camareros amables... La ciudad tenía un "nosequé" que la hacía especia.A Jurgens le fascinó el suelo de la ciudad, estaba alfombrado de millones de pequeños adoquines, llovía ligeramente y el suelo brillaba con toda la gama de grises...

Por la noche nos llevaron a cenar codillo de cerdo y a beber la magnífica cerveza checa , Ana, Jurgens y yo nos sentamos en una mesa casi aparte de los demás viajeros. La estrategia para estar solos consistía en entrar los últimos, ocupábamos la mesa que quedaba y así podíamos hablar con libertad , y los viajeros dar rienda suelta a sus comentarios sobre nosotros...

Apenas probamos el codillo, Jurgens lo escarbó un poco pero Ana y yo apenas lo tocamos.

Un acordeonista amenizaba la cena con canciones húngaras, algunos comensales les hacían coro, apenas vaciamos las primeras jarras cuando los camareros las volvían a llenar, el propósito era claro está , emborracharnos...

La noche era calurosa y comenzamos a ponernos eufóricos, para hablar nos acercábamos mucho, Ana olía a perfume y a mujer, ella se rió mucho cuando se lo dije.

-Y vosotros a colonia de hombre ¡mmmmmmmm!

-¡Dos hombres para mí sola!

-¡Dos hombres amigos que no están conmigo porque me quieren follar!¡Qué fuerte! -dijo impúdica-

Al rato nos dimos cuenta que estaba borracha, totalmente borracha de la buenísima cerveza checa, teníamos las cabezas juntas y tarareábamos las canciones del acordeonista que tocaba muy bien.

Los viajeros nos controlaban de cuando en cuando sin entender nada.

El del sombrero a lo Bogart cantaba abrazado al marido de la señora valenciana una canción de cosacos, se sabían la letra en español, acabaron cantando la canción de ojos negros y ojos de España, mezclándolas ambas, el acordeonista se las sabía desde la época del comunismo.

Salimos medio borrachos de la taberna y caminamos hacía el hotel que estaba cerca...


Roberto advirtió que saldríamos temprano y todo el mundo se fue a acostarse a regañadientes, todos menos nosotros, que nos perdimos por la ciudad en busca de un sitio para seguir bebiendo y charlando.

Roberto nos dio su número de móvil, por si las moscas...

-¡No os metáis en líos, los polis de aquí son duros de verdad!

Entramos en varias tabernas que estaban casi cerrando, dejamos la cerveza y nos liamos con una especie de grappa, un poco dulc. Los chupitos terminaron el trabajo que comenzamos con la cerveza , estábamos borrachos, como cubas, nos costó Dios y ayuda encontrar el hotel, encontrar la habitación de Ana fue una aventura, entramos en su cuarto y vomitamos los tres en la bañera, luego incapaces de encontrar nuestra habitación nos tumbamos en la gran cama italiana, Ana en medio de los dos, nos habíamos quitado la ropa, estaban pestilente por los vómitos...

Jurgens, el más borracho de los tres se pegó a mi espalda, mientras Ana y yo nos quedamos frente a frente.

Desnudos en la cama italiana parecíamos un amasijo de carne muerta...

De pronto Ana gritó entre risas...

-¡Quita éso de ahí! -le dijo Ana a Jurgens apartándole el pene erecto que estaba casi en medio de sus nalgas-

-Mmmmmm, ronrroneó Jurgens casi dormido

¡Y tu,¿que pretendes tocándome las tetas? -me dijo a mi-

-¡Se supone que sois gais ! ¡Y yo soy una chicaaaa! -rió y chilló divertida, y perversa-

Yo solo atiné a decirle: -Sólo son caricias,Ana, sólo caricias, nada de penetraciones asquerosas, sólo caricias...

-Sí, sólo caricias-dijo Ana mientras se deslizaba hacia mi cadera.

Sólo caricias... Sólo caricias...

Casi no recuerdo el resto de la noche, solo sé que fue hermoso y placentero...


Nos despertó el teléfono, un tipo en el otro extremo de la línea dijo algo parecido a ¡good morning!

Ana saltó de la cama y se fue a la ducha, y nosotros a nuestra habitación a hacer lo mismo.

Nos costó mucho volver a la realidad, nos duchamos juntos para ahorrar tiempo, una horrible resaca se había ido a vivir a nuestras cabezas...

Mientras nos vestíamos Jurgens me miró a los ojos.

-Anoche...

-No me acuerdo de nada -le contesté evasivo.

-Es una chica mala-dijo Jurgens con su sonrisa de pensar-(Jurgens tiene una sonrisa especial cuando piensa)-Es una niña mala.-repitió

-Pero la quiero.

-Y yo Jurg, y yo.

Todo el mundo había terminado de desayunar cuando bajamos, Jurgens me trajo zumo de naranja y un café negro, Ana no aparecía...

Ya estábamos preocupados cuando Ana apareció radiante con el pelo mojado

-¡El secador no funciona!

-¿Queda café?

Jurgens se levantó y le trajo una cafetera que parecía del siglo pasado

-¿Quieres zumo?-le pregunté-

-No, sólo café...

Después de un cierto silencio y de beberse dos tazas se hizo un extraño silencio...

El comedor estaba completamente vacío

-Demasiada cerveza , dijo al fin...

-Y demasiada grappa, dijo Jurgens aliviado por la tensión...

-¡Que resacón! ¡No me habléis! ¡Voy a llamar a la U.V.I. !

Antes que pudiéramos decir nada más apareció Roberto el guía llamándonos casi a gritos.

-¡Venga golfos, que nos vamos a Bratislava!

-¡Mátalo Jurgens! -dijo Ana apurando el café.

-¿Te llevamos en brazos? -dije yo-

-¡Fuera de mi vista, borrachos pervertidos! -dijo fingiendo enfado.

La escoltamos hasta el autocar sin hablarle, se había puesto las gafas de sol y parecía una top model escoltada por dos gorilas, como en el cine.

Ana subió al autobús se sentó en su asiento y lo reclinó al máximo acurrucándose en él.

Apenas habíamos recorrido un kilómetro cuando Roberto el guía comenzó a relatar el itinerario que íbamos a hacer, comenzó como siempre explicando la historia del país que íbamos a visitar con un montón de reyes, condes y guerreros...

-Chequia se separó de Eslovaquia en el año... -insistía machacón-

Ana murmuró desde el abismo de su resaca:-

¡Mátalo Jurgy! ¡Mátalo!

Jurgens obediente puso la mano en forma de pistola y le disparó todo el imaginario cargador...

Al poco Ana se durmió, yo la vigilaba como si fuera su médico, tenía la boca levemente abierta y me pareció muy sexi, al rato Jurgens también se durmió y yo hice lo propio, Jurgens me había cogido la mano entrelazando sus dedos con los míos.

Antes de dormirme lo miré, y noté que estaba feliz, desde que lo conozco nunca lo había visto así.

Nos despertó la voz del guía Roberto, estábamos en Bratislava, la capital de Chequia, el guía nos situó en el centro histórico y nos instruyó para que no nos perdiéramos, nos indicó un punto de encuentro.Era temprano, la mañana lucía preciosa , la ciudad parecía un decorado de cuento. Vimos que la gente era amable y que se esforzaban para entendernos, todos los viajeros ,excepto nosotros, se abalanzaron en pos de los puestos de recuerdos y chucherías.

Nosotros entramos en una cafetería pequeña y moderna, donde dos chicas rubias y altas reinaban detrás de la barra como dice Sabina...

Ana permanecía en silencio

Jurgens y yo pensamos lo peo.

De pronto Ana se volvió hacia nosotros y nos dijo muy flojito...

-Os quiero...

Una gruesa lágrima resbaló tras los cristales de sus gafas de sol

-A ti más,dijo dirigiéndose a mí, porque eres guapo, joven y sensible...

-A tí mas, dijo volviéndose hacia Jurgens, porque eres interesante, culto y rubio con ojos azules...

¡Tenía que decirlo!

Se alejó un poco de nosotros como avergonzada.

-!Demuéstralo pagándote unos cafés “ristrettos”-le dije yo para asedar las cosas con un golpe de humor.

-Pagaré los que hagan falta- dijo muy seria

Dicho esto se acercó a la barra y llevó tres excelentes cafés a la mesa

Tomamos los cafés en silencio.

Sin apenas mirarnos.

Esperando respuestas unos de los otros...

La mañana radiante se había llenado de nubes y comenzaba a llover, una lluvia fina apenas perceptible.

Los viajeros habían alquilado un coche de época para hacer el itinerario más llevadero, cuando pasaron por delante de nosotros saludaron todos agitando las manos y gritando, como buenos españoles.

Rechazamos con un gesto la invitación interesada del guía, que ya había negociado una comisión con los conductores de los taxis del siglo pasado

-¡No os perdaís, a la una en la catedral! -dijo previsor.

-¡Éstos están perdidos desde hace tiempo! -dijo el del sombrero a lo Bogart con retranca.

Todos rieron la machada.

Ana ya se había tomado el segundo café.

-Anoche... Comenzó a decir

-Anoche-cortó Jurgens muy serio-pasó lo que pasó, las cosas de la noche y de la cama son de la noche y de la cama, casi siempre se expresan sin palabras, se expresan con caricias,maneras de expresar el afecto y el amor, cuando se ama, el cuerpo también quiere expresarse...

Parecía que estaba dando una conferencia

-Pero es que vosotros sois...

-Una cosa no quita la otra-interrumpí- si no me hubiera gustado me habría ido a dormir a otra parte. Además estábamos borrachos-añadí-

-Creo que fueron las feromonas -dijo Ana poniéndose médica.

-Vuestro olor y el mío.

-¡Ya salió la doctora! -dije yo-

Ana se acercó a Jurgens y lo besó en los labios

Luego hizo lo mismo conmigo

Yo besé a Jurgens ante el estupor de las camareras.

"Hispanichs customs" -balbuceé para arreglar las cosas-

-Brothers, brothers -dijo Ana dejando veinte euros encima del mostrador.

Las chicas se miraron incrédulas


Tardamos casi tres horas en llegar a Hungría, hicimos una parada en el Balneario de Karol di Bari Jurgens y Ana compraron jabón y perfumes de hierbas, miel para el cutis y varios mejunjes para estar guapos, la maleta de Jurgens estaba a punto de reventar.

Todo olía a aguas ferruginosas y a viejos.

-Los viejos huelen a viejos-decía Ana siguiendo con sus teorías sobre los olores y las feromonas.

yo me reía de ella y Jurgens le daba la razón y me llamaban incrédulo.

-Los olores rigen nuestros afectos- decía Ana .

-!Éso son bobadas- decía yo,

-Puede que tenga razón... Una vez leí...decía Jurgens.

Continuamos el viaje, Ana y Jurgens se habían dormido en los asientos traseros, habían esparcido sobre ellos parte del perfume de violetas con romero y lúpulo, mantenían la teoría que les relajaba y les invitaba a la meditación, creo que se tocaron un poco a escondidas...

Yo miraba el paisaje, Hungría se estaba convirtiendo en una potencia en el cultivo de uva y lúpulo, la gama de colores verdes me hacía el efecto de un bálsamo para mis ojos

Pensé en Ana, sólo hacía unos días que la conocía y ya se estaba haciendo imprescindible para mi, éso me hacía sentirme raro e inseguro. Creo que lo mismo le pasaba a Jurgens, nunca lo había visto tan vivo, tan alegre. Cuando Jurgens está de buen humor es encantador, su humor es mordaz a la vez que inteligente.

Ana, Jurgens y yo...

¿Qué será de nosotros?

-Estamos enamorados. Los tres de los tres...

Tal vez Jurgens tenga razón, no hay que profundizar tanto(si profundizas se llega al infierno,dice el) hay que aceptar las cosas con naturalidad, sin los prejuicios que nos hacen infelices...

"Hacer planes es de idiotas", me había dicho una vez cuando comenzamos nuestra relación, deja que las cosas fluyan... Al final pasa lo que tiene que pasar.

Yo le había dicho que cada acción tiene su consecuencia, y el me dijo que no, que la vida tiene una magia que protege a los inocentes...


Llegamos a Budapest con lluvia y casi de noche, el hotel no estaba mal, estábamos bastante cansados y cenamos poco, los tres nos fuimos a dar una vuelta, de excursión por el enorme hotel tal como dijo Jurgens, Ana se había colgado del brazo de Jurgens y yo tenía celos.

Unos celos tontos

Celos de los dos, un lío en mi corazón

Si Jurgens se acercaba a Ana para decirle algo sentía celos de Jurgens y si Ana se reía por lo que Jurgens le decía sentía celos de Ana.

Caos en mis sentimientos, nunca me había sentido así...

Pero se volvieron y me abrazaron...

-¡Ves como te quiere! Le dijo Jurgens a Ana

-¡Siente celos!

Y a Ana le brillaron los ojos de emoción por mis celos

Cuando nos disponíamos a irnos a las habitaciones Ana descubrió que el hotel tenía piscina en el sótano, nos miramos y recordamos que en recepción había una tienda, compramos bañadores y alquilamos albornoces, bajamos al sótano, el recepcionista nos había encendido la luz

Con los dedos arrugados después de permanecer mucho tiempo en el agua nos pusimos los albornoces y llamamos a recepción para que nos trajeran algo de beber, estábamos en el cielo.

Cuando nos retiramos a nuestras habitaciones todo el mundo ya dormía.

Ana se vino a nuestra habitación con naturalidad

-¡No pienso dormir sola! Dijo al tiempo que se quitaba el albornoz y aparecía su cuerpo desnudo.

La cama era un poco más reducida que la de Praga, aunque cabíamos los tres cómodamente, Jurgens puso una película en la televisión,estábamos los tres desnudos en la cama ,Ana en medio, era de vaqueros, intentamos entenderla entre risas, enseguida nos dormimos los tres con la luz encendida.

Los recuerdos que me quedaron del viaje a Hungría se podrían resumir en: la visita al espectacular parlamento, las columnas, las paredes, los mármoles...

También la gente, muchos jóvenes,parecían alegres y conformes con la vida, hubiera dado cualquier cosa por mantener una conversación con la gente.

Los edificios de la época comunista, tristes y oscuros, pensé que los estados comunistas repartían la miseria más que la riqueza...

Los guisos grasientos llamados gulagh, a base de patatas carne y pimiento verde... Los pepinos en el buffet del desayuno.

El Danuvio... Vale la pena viajar a Hungría sólo por ver el Danuvio a su paso por Hungría, los puentes y los muelles, hicimos un crucero nocturno inolvidable, Ana Jurgens y yo nos situamos a la popa del barco cogidos del brazo, habíamos tenido la precaución de ponernos los anoraks, el viento que circula por el río es frío y huele...

-Huele a Danuvio- dijo Jurgens,- !no hay otro olor así en el mundo!.

El Danubio parece un mar horizontal de agua dulce, lo estuve mirando un rato cuando desembarcamos y paseamos por los muelles, no me extraña que haya tanto arte a su alrededor, todo está impregnado de su presencia, se instala dentro.

-Creo que ya somos novios, y debemos dormir juntos- nos dijo Ana después de cenar-No está bien que los novios duerman separados.

Los viajeros nos vigilaban con las puertas entreabiertas para ver donde dormíamos, y hacían conjeturas a la hora del "desayuno continental con pepinos"

La última noche en Hungría dormimos en nuestra habitación, Ana como siempre se ponía desnuda entre los dos esperando nuestras caricias.

Yo apagué la luz y Ana la encendió...

-No quiero perdérmelo ,dijo, quiero veros...

Jurgens es un maestro en caricias...Las eterniza l con una ternura infinita, sabe dónde besar, dónde tocar, nosotros sólo podemos responder a lo que él hace...

Creo que escuché a Ana balbucear...

-¿Qué será de nosotros?

Creo que Ana, Jurgens y yo estamos enamorados de verdad.Yo también me pregunto qué será de nosotros, pero he decidido hacerle caso a Jurgens por una vez, y no hacer planes.

Roberto el guía nos reunió en la entrada del hotel, su acento ya no era tan amable como a la partida, dijo que ahora las etapas del viaje serían un poco más largas, comenzaba el regreso, pasaríamos por el lago diGarda y algún pueblo de Italia pero de una manera rápida, el viaje tocaba a su fin.

El viaje de regreso se nos pasó volando, sólo recuerdo la noche que pasamos en el hotel junto al lago di Garda, nos escapamos después de cenar y nos bañamos desnudos en las frías aguas del enorme lago, tuvimos que andar un poco para encontrar un sitio apartado, después del baño nos tumbamos en las piedras y nos bebimos una botella de grappa que Jurgens había comprado.

Comenzamos a hablar de nuestra vida cotidiana y de los lugares que frecuentábamos en Barcelona, yo como siempre comencé a hacer planes y a montar salidas y cenas con Ana , ella se mostró un poco evasiva, parafraseando a Jurgens dijo que hacer planes era de tontos.

Jurgens y yo comenzamos a tontear con las caricias, y ella nos miraba sin participar, estaba un poco triste por el final del viaje.

Nos metimos en el agua, la grappa había hecho su efecto, hicimos el amor con ella como los hombres lo hacen con las mujeres...Uno después del otro, despacio, con lentitud.. Nunca había hecho el amor así.

La llegada a la Junquera y el paso de la frontera fue celebrada por los viajeros con alborozo

-¡Ya estamos en España!

-¡España es el mejor país del mundo! -casi gritó el valenciano en un alarde de patriotismo-

-El guía nos encaminó a un restaurante para la comida de despedida, todos los viajeros estaban ávidos de paella, gazpacho y aceite de oliva.

Intercambio de números de móvil, abrazos, promesas de amistad eterna...

-Si venís a Valencia tenéis casa...

-Ya nos veremos, tenemos que repetir otro viaje juntos...

Recolecta de propinas para el chófer y el guía...Es la costumbre, se han portado muy bien...

Llegamos a la terminal de Barcelona, todo el mundo se fue marchando para sus casas con las maletas llenas de recuerdos.

Ana, Jurgens y yo nos quedamos solos con nuestras maletas mirándonos sin saber qué decir, al fin Jurgens sugirió compartir un taxi, Ana dijo que no, que sería mejor uno solo para ella, que tenía que pasar por su consulta y le llevaría tiempo...

-Ya os llamaré esta noche. Tengo que organizarme-dijo con prisas-

No la volvimos a ver.

Nadie cogió el teléfono cuando me cansé de esperar su llamada, quizás un accidente, quizás un problema grave...

-No te canses- me dijo Jurgens- tiene nuestros dos teléfonos y yo le dí una tarjeta, se la metí en el bolso en Italia...

-Ella nos quería, dije desesperado...

-Tal vez tenga compromisos, tal vez esté asustada, tal vez tenga miedo a la felicidad-dijo Jurgens con lágrimas en los ojos...

Jurgens es de mucho llorar....

FIN