_ ¡Joder, dejadme en paz!...
_¿No podeis entender que me estoy
muriendo? - Dijo Leslie mojado de sudor, entre la espuma de
las sabanas blancas con el azul impreso
del nombre del hospital-
Casi había gritado...
Su mujer y sus hijos lloraban sentados
en los dos bordes de la cama expectantes
_ Se nace solo, se muere solo –
intentó razonarles-
_No se necesitan espectadores para
morir -intentó razonarles -
Su mujer pulsó el timbre en forma de
perilla que hay en los cabezales de las camas de los hospitales y al
momento apareció una enfermera con bata de mas espuma blanca y un
poco de mar bordado en el bolsillo
_Está muy excitado -dijo su mujer-
_¿No pueden darle un calmante?
_No podemos, ya le dije que dejó
escrito en su testamento vital que no le pusiéramos nada de para
calmar el dolor, ni siquiera consintió que le pusiéramos una vía
venosa...
_¡Sáquelos de aquí, enfermera,
quiero estar solo! -Dijo Leslie con firmeza-
La enfermera los invitó a salir
amablemente y los reunió en una sala contigua a la habitación e
intentó tranquilizarlos.
_Ya queda poco... Hemos hecho lo que
hemos podido – dijo con seriedad profesional- se está apagando...
_No es habitual esa manera de morir, el
protocolo indica sedación severa en esos casos, paliar el dolor en
lo posible, pero él indicó las pautas a seguir cuando le dijimos
que no se podía hacer nada contra ese tumor -concluyó la enfermera-
Leslie se había quedado solo con una
pregunta en los labios...
_ ¿Qué se siente cuando mueres?...
Quería saberlo, quería experimentar
su muerte siendo consciente del proceso de transición, enfrentándose
al dolor.
Permaneció quieto en la cama esperando
la muerte. Se acordó que tenía la costumbre de desayunar con los
pájaros, cada mañana, hiciera frío o calor, Leslie desayunaba en
la terraza de su casa y esparcía un poco de bizcocho en el suelo;
enseguida aparecía la banda de los espabilaos – les había puesto
ese nombre a los gorriones que siempre acudían casi a sus pies a
comer- mas tarde aparecía una pareja de avefrías a las que había
puesto el nombre de Rosa y Carlos.
Le encantaba comenzar el día con esa
compañía.
EL AVISO
Le lloraba el ojo derecho, Leslie pensó
que era el puto tabaco o el síndrome ese de las lágrimas
falsas que afecta a los que ya van
pillando edad.
Por eso pidió visita a un oculista de
pago.
Después de una exploración a
conciencia con aparatos de introspectiva ocular y de varias dolorosas
pruebas sobre el funcionamiento del canal lacrimal, el oftalmólogo
le explicó que su ojo estaba bien
pero que algo en su cabeza irritaba el
nervio óptico produciendo el lagrimeo constante.
Le recomendó que se sometiera a una
exploración neurológica.
Después de varias pruebas y varios
scaners encontraron el tumor que presionaba el nervio öptico.
_ Es maligno e inoperable...- Dijo el
especialista-
_ Intentar operar sería una
carnicería, se quedaría ciego y no serviría de nada...
_Lo siento...
_Calmantes, cuidados paliativos -dijo-
la quimioterápia no es aconsejable, ya hay metástasis …
Leslie solo atinó a decir : Vale...
Dejó al neurólogo con la pluma y el
bloc de recetas en la mano y salió a la calle.
_ Estoy muerto – pensó-
Leslie no estaba asustado, solo
sorprendido.
Se dirigió a pie al trabajo y puso en
orden todo el papeleo pendiente.
Por la tarde pidió cita con el notario
e hizo el testamento vital
Pensó en el dolor y la consciencia y
decidió no tomar ningún calmante, tenía curiosidad por
experimentar los límites del dolor.
De camino a su casa fue parando el
tiempo, se sentía como si hubiera llegado a un destino que no
conocía, podía parar las cosas, las personas, los objetos, los
inmovilizaba, los fijaba con solo mirarlos.
Había pedido la baja laboral y
respondió con evasivas las preguntas de sus compañeros y las de su
mujer.
¿Qué se siente cuando el dolor llega
al límite? - se preguntó muy preocupado- ¿Como se siente?
¿Qué sentimientos desencadena?...
_ Espero no perder la consciencia, se
dijo a si mismo.
EL DOLOR
Leslie pensó muy seriamente si sería
capaz de soportar el dolor sin que sus allegados se alarmaran.
El dolor no solo es personal, se
expande a los seres queridos …
Pensó que si su familia notaba que
estaba sufriendo, el a su vez vería aumentado su sufrimiento.
_De momento no me duele nada-pensó-
solo picor y lagrimeo; tendré que aprender a disimular.
Ante él se había abierto una aventura
fascinante...
Los caminos de la muerte, pensaba
recorrerlos sin miedo
Leslie siempre había pensado que la
muerte era la transición de la luz a la oscuridad
La matéria no desaparece, se
transforma en otras cosas, es lo que sabemos...
...Pero, ¿y la conciencia del ser?
¿También se transforma? ¿La mente es materia? Cada vez sentía mas
curiosidad por el final de la vida.
Solo estaba seguro de una cosa, no
sentiría miedo, ni miedo ni anestesia, la curiosidad por eso calmaba
su miedo natural a morir.
Quería pasar al otro lado
conscientemente, sabiendo que pasa, has ta el final de la
consciencia.
¿Sería capaz de soportarlo?
EL DEBUT
Esa noche, Leslie se había quedado
dormido intentando leer un libro difícil, cuando leía por la noche
lo hacía en la habitación donde dormían sus hijos cuando venían a
verlo.
El pinchazo en el ojo lo despertó
alarmado, parecía que algo muy afilado le había atravesado el iris
por dentro y hacia fuera.
Se llevó la mano al ojo e intentó
calmarse, a trompicones consiguió llegar al lavabo y se lavó el ojo
con agua caliente para calmar el dolor.
Se miró en el espejo del lavabo y pudo
ver su ojo hinchado y muy rojo... Un derrame ocular …
Había leído que las enfermedades
debutan, se ponen en escena como los actores.
Una cosa es pensarlo y otra cosa
sentirlo -se dijo presa del pánico-
Apagó la luz, la claridad aumentaba su
dolor
Se calmó un poco intentando controlar
la situación y poco a poco pudo pensar con claridad.
Respiró hondo y se acostó junto a su
mujer que dormía desde hacia rato. Poco a poco se quedó dormido con
una mano tapándose el ojo.
MAS DOLOR
Su ojo hinchado le delató por la
mañana alarmando a su mujer...
_Me pusieron un líquido en el lagrimal
– le dijo-
_En unos días se pondrá normal...
_Pero es que lo tienen muy rojo y se te
está poniendo morado, dijo ella muy preocupada.
Leslie casi no podía soportar el dolor
de cabeza palpitante
_Se pasará enseguida, me han dado unos
calmantes – mintió-
Pensó que si ese era el máximo dolor,
podría soportarlo...
Pero fue a mas...
En los días siguientes el dolor fue
aumentando, se calmaba unos minutos y volvía la punzada aún mas
aguda, casi insoportable, había perdido la visión del ojo derecho y
le costaba seguir disimulando.
No sabía que dolía mas, la punzada
constante o la cara de preocupación de su mujer y sus hijos.
EL DESMAYO
Estaba regando las plantas de la
terraza y esparciendo migas de bizcocho para sus queridos pájaros,
necesitaba distraerse de alguna manera
haciendo algo agradable; las hortensias azules habían crecido bien
después del invierno, estaban preciosas...
De pronto, se apagó la luz de su
cabeza, su resistencia al dolor había llegado al límite, cuando eso
ocurre el cerebro apaga las luces y desconecta...
El yó ya no es importante, lo físico
se impone apagando el sistema...
Leslie despertó en el hospital, su
mujer lo había encontrado tendido en el jardín, Toby, su perro
adoptado había permanecido a su lado ladrando sin cesar y dando
gemidos angustiosos.
_ Ya ha vuelto... - Dijo la enfermera
que ya había contado a la familia la gravedad de Leslie-
Leslie abrió los ojos lentamente, poco
a poco, la niebla de su visión se fue disipando.
Solo podía ver con su ojo izquierdo,
si abría el ojo derecho aparecía algo parecido a una mancha de
tinta negra.
A lo largo del día recibió la visita
de una psicóloga que lo intentó convencer para que aceptara
cuidados paliativos.
_ Su familia no puede soportar que
sufra de esa manera – dijo-
Leslie siguió rechazando los
calmantes, sabía que si aceptaba, le aplicarían un coma inducido,
era el protocolo.
Mas tarde apareció un cura joven para
confesar y ponerlo en paz con dios...
¡Váyase a la mierda! -le dijo-
¡Déjeme en paz!
Estaba perdiendo vitalidad, sabía que
se estaba muriendo.
Todo su vida pasó ante él en un
instante, sin tiempo ni espacio...
_ ¡Vaya una mierda de vida que he
tenido! -Exclamó para si mismo-
Poco a poco el dolor fue aflojando la
presión en su cabeza, no necesitaba ningún diagnostico que lo
confirmara, se estaba muriendo, la mancha de tinta negra se había
extendido por todo su cuerpo.
Morirse es como un suspiro, pensó...
Leslie se dejó llevar por la mancha de
tinta a la oscuridad absoluta.
Hizo un último esfuerzo intentando ser
consciente hasta el final...
Poco a poco, el sueño de la muerte
paró todo como si se apagara una lámpara...
DESPERTAR
Leslie despertó creyendo que todavía
no había muerto, creyendo que todavía estaba agonizando en la cama
del hospital.
Se incorporó de un salto y se llevó
la mano al ojo derecho y lo notó normal, no le dolía nada y no
estaba hinchado.
Estaba en su cama, en la cama donde
solía dormir...
Pensó que todo había sido un sueño,
pero al instante todos los recuerdos de su sueño se fueron rompiendo
a trocitos como los
Solo se acordaba de algún fragmento
impreciso como suele ocurrir en los sueños.
Se levantó sin hacer ruido y se sentó
en la terraza intentando recordar su sueño.
No lo consiguió a pesar de sus
esfuerzos, el sueño se había diluido.
Algo había cambiado, notaba cambios en
todo su cuerpo.
Todo lo que está vivo, siente, de
alguna manera piensa, cada célula del cuerpo es inteligente, forma
parte de un algoritmo biológico .
No podía recordar su sueño, pero algo
en su cuerpo había cambiado...
Se sentía raro...
Estaba amaneciendo, colores naranja se
mezclaban con los grises azulados de unas pocas nubes
en el horizonte de bloques de pisos.
Sabía que estaba en su mundo, sabía
que dentro de unas horas iría a trabajar como cada día, sabía que
su mujer dormiría hasta las ocho y que se despertaría puntualmente
para hacer sus cosas y darle un beso antes de que se marchara.
Echaba de menos algo y no sabía qué,
no podía recordar los pájaros, nunca había visto ninguno, había
pasado a una vida paralela donde no existían los pájaros.
Leslie nunca supo que cada vez que
mueres se produce un pliegue que lleva a una existencia paralela muy
parecida a la vida anterior.
FIN
(Dedicado a Max Planck precursor de la
física cuántica )