martes, 8 de diciembre de 2015

LA EDAD NO IMPORTA



Cuando Jeremiah le dio una cita a Gwndoline pensó que había sido un poco optimista, sintió un poco de miedo al ridículo,no son edades para esas cosas -pensó inseguro -

Todo había sido tan fácil...Las redes sociales lo hacen todo tan fácil...

Le había ocultado cinco años, su aspecto físico lo permitía. Siempre había sido deportista y y nunca había estado enfermo.
Estaba separado, ni se acordaba de su ex- mujer, gozaba de una buena posición económica y no tenía que trabajar.
Cuidaba mucho su aspecto en la red social... Fotos de vacaciones en buenos hoteles, siempre lucía ropa de marca y recalcaba sin dar demasiada importancia que tenía una preciosa villa frente al mar.
Exageró algunas cosas pero nada que no se pudiera arreglar en caso de un encuentro en persona.
La chica parecía culta, no hacía faltas de Ortografía y sabía de lo que hablaba cuando conversaban de literatura y arte.
Había tenido malas experiencias con mujeres vulgares – cazadoras de cabelleras las llamaba -
Cuando se cansaron de las interminables horas de chateo, decidieron darse el número de los teléfonos.
Me encantaría escuchar tu voz Jeremiah -dijo una noche Gwndoline -
El dijo que a él también...
Gwndoline tenía apenas cuarenta años, Jeremiah sesenta...
Nunca había estado con una chica tan joven...
Habían hablado de todo, se contaban todo sinceramente, incluso conversaciones de sexo respetuosas
Jeremiah nunca se había enamorado, nunca había perdido la cabeza, siempre había mantenido el control sobre eso...
Pero esa chica se había hecho imprescindible en su vida, tenía que reconocerlo...

¿Que hace una preciosidad como tu perdiendo el tiempo con un viejo? Le había dicho una noche de
larga conversación.
Se está muy bien contigo, dijo por toda respuesta.
Yo también estoy muy bien contigo -dijo él -
Yo más – dijo ella -
No, yo más – recalcó él- seguido de una retahíla de jajajajajajajajajajajja
Y siguieron jugando a coquetearse, al doble sentido de las palabras...
Me gustas tanto...
Eres lo mas importante de mi vida...
Luego besos de letras, mas tarde sexo virtual, respetuoso, delicado...
Imaginándose, tocándose con letras...
No tardaron en escribir: Necesito verte, necesito mirarte...
Luego los miedos,los enfados la desesperación por la distancia

Habían abierto todas las puertas, ya eran pura confianza.
Cuando Gwndiline le contó su divorcio y su situación económica, Jeremiah creyó oler el interés por su dinero y lo encontró normal. Era muy joven y guapa, las chicas guapas se interesan por los viejos por esas cosas, lo encontró normal y no le importó demasiado, sonrió melancólicamente y pensó que nunca se llega al fondo de los pensamientos de una chica...
Cuando Jeremiah le confió sus temores por la edad, Gwendoline le dijo la palabra mágica...
La edad no importa cuando se ama de verdad...
El sonrió frente a su ordenador y asintió
Hemos ido muy lejos – dijo ella – ya no podemos parar por esas cosas, por esas tonterías de la edad
Espero que no seas impotente – rió con letritas -
Estoy muy bien de eso -dijo escuetamente-
Si eso, compra pastillas de esas de los pitufos que dicen que van muy bien -siguió riendo -
¿Pitufos?
Si, de esas azules...Me encanta el sexo, ya lo sabes...
Me pongo húmeda con solo hablar contigo por aquí...
Ya sabes...Las chicas enamoradas pierden la vergüenza …
Pero enamorarse no es solo sexo, hay mas cosas...
Entonces Jeremiah comenzó a sentir algo en su estómago,algo que nunca había sentido de verdad...
Se sentía deseado, se sentía querido...Se sentía amado.
Todo lo demás no importaba.

Se había duchado a conciencia, nunca hasta ahora había sido tan minucioso en limarse las uñas...
Maldijo el espejo y la luz cenital que denunciaba su calvicie,estuvo largo rato mirándose y intentando no ser demasiado autocrítico con su cara envejecida... Todavía estoy bien... - Se dijo al fin -
Tenía una cita con una mujer muy joven...Tal vez demasiado joven...
Tuvo un pequeño ataque de pánico y pensó en no ir... Darle plantón, desaparecer
Es una locura – pensó -
Había comprado ropa nueva y zapatos italianos y se juró a si mismo que caminaría erguido...
Ensayó una sonrisa seductora y palpó la cartera para estar seguro que la llevaba.
Ella venía en el tren...
Pensó en ella, ¿Como sería en persona? ¿Como se comportaría cuando se encontraran?
Había ensayado en voz las palabras que pensaba decirle, incluso las sonrisas
Se sentía inseguro pero contento...
Se guiñó un ojo a si mismo, miró la hora en su móvil y marchó decidido a buscar a su chica...Como un adolescente enamorado...
Llegó con veinte minutos de tiempo, se orientó en la estación y bajó al andén
No quiso tomar nada mientras esperaba, no quería que su boca oliera a nada cuando se acercara a ella.
Su interior se debatía en contradicciones...
Lo que se consigue con el dinero – pensó -
Se regaló una sonrisa de suficiencia y de seguridad, controlaba la situación...
Un par de besos, hablar un rato, conocerse, simpatizar y llevarla a cenar frente al mar...
Después de lo que nos hemos dicho -pensó – todo será mas fácil .
Un moderno tren entró en el andén silenciosamente, venía atestado de gente, costaría encontrarla


Iré con un vestido azul mecánico -le había dicho ella – No quiero que me confundas
Eres inconfundible Gwndoline, te encontraré por tu olor, hueles a mi...
Mmmmmmmm le había dicho ella la última vez que hablaron
Estoy segura Jeremiah, yo también oleré a ti...
Es preciosa...Mucho mas que en las fotos... Elegante, alta...¡Que pelo mas bonito!...
Se acercó hacia ella con ánimo de saludarla correctamente pero ella al verlo dejó las maletas en el suelo y corrió hacia él con los brazos abiertos en cruz, se colgó de su cuello y pegó su boca en la suya...
Todos los besos de película pasaron por la mente de Jeremiah en un instante
Ella se despegó de él un instante para mirarlo de pies a cabeza, él aun no se había recuperado del abrazo, del contacto de sus pechos apretados en su plexo...Gwndoline se sumergió con su mirada en él como nadie lo había hecho nunca...
Lo besó otra vez y esta vez terminó el beso con un leve mordisquito en los labios de él.
Toda su desconfianza había desaparecido...
En sus interminables conversaciones a veces se habían dicho: ¿Y si no te gusto en persona? Y se habían reído mucho con eso.
Me gustas -dijo ella -
Me gustas -dijo él -
Entrelazaron sus dedos y caminaron en busca del automóvil, se miraban sin decirse nada...
Sentían la alegría de estar juntos, llenos de cosquillas y mariposas de preciosos colores.
Cuando se está en ese estado, los enamorados pierden la conciencia de la realidad y se instalan en una preciosa burbuja azul, en la burbuja donde nada importa, solo necesitan sentirse queridos y notarlo. Es una energía que fluye, una extraña alegría que hace que todo sea distinto, que lo hace todo extraordinario..
¿Donde me llevas? - dijo ella para salir del silencio -
Al mar – contestó él – a mi casa del mar, a ese sitio que te he hablado tantas veces...
Ella se paró y le volvió a besar, esta vez suavemente …
Te quiero Jeremiah...
Ya no podía estar mas sin ti – atinó a decir él -
Está cerca, apenas una hora...
Deja de mirarme – dijo Gwndoline riendo mientras Jeremiah conducía -
¡Nos vamos a estrellar, mira la carretera!
El sonrió divertido …
Cuando se acercaban a su destino, todos los árboles se pusieron mas verdes,los marrones de los campos de cultivo tenían el color subido y perlado por la escarcha de la mañana.
¡Que sitio mas bonito! -Exclamó ella -
Espera a ver el mar...

Y el mar apareció detrás de una curva, con blancos de neblina mezclados con azul...
Pararon en el pueblo y pasearon tomados de la mano, luego comieron pescado y bebieron vino blanco en un restaurante a la orilla del mar, casi en la playa.
Se sentaron frente a frente, mirándose con risitas de complicidad...
Jeremiah ya no estaba nervioso, el último vino blanco brillaba en las copas y en los ojos de Gwendoline, pasaron todo el tiempo buscándose la mirada y los defectos...
Queriendo saber sus maneras,pendientes el uno del otro.
No eres tan viejo – dijo ella seriamente -
Soy como soy, si pudiera comprar veinte años lo haría a cualquier precio...


Es mejor asi, -dijo ella- De joven apenas te das cuenta de nada, no aprecias las cosas...
En serio – dijo ella- me gustas, eso es lo que importa, se está muy bien contigo, eso es todo, lo demás no importa...
Eres la pieza que me faltaba...
Eso lo dicen todos los enamorados – dijo Jeremiah riendo de buena gana – parece de manual …
Anda, vamos a casa, estarás cansada del viaje.

La casa de Jeremiah estaba a primera línea de mar, no era una casa importante,una casa mas con jardín y bastante aislada de las demás.
La tomó de la mano y le enseñó la casa, estaba todo muy limpio...
Se está muy bien aquí -dijo ella saliendo a la terraza -
Paso la mayor parte del verano aquí, el invierno es muy frío, cuando sopla el levante todo se pone imposible, es un infierno de viento y ruido del mar.
Cuando entraron en la habitación principal, grande y con ventana al Sur ella se quedó extasiada por la claridad y los azules del mar...
Se ve el mar desde la cama... -Dijo él -
El la tomó por la cintura desde atrás y la besó en el cuello con suavidad...Ella pasó sus manos hacia atrás estrechándolo hacia ella, apretándolo a su espalda.
Cayeron en la gran cama italiana abrazados de brazos y piernas, la ropa desapareció como si nada y todo se puso a mejor...
Se tenían tantas ganas...
Jeremiah ni se dio cuenta que tenía veinte años mas que Gwendoline... Ni se le ocurrió pensar en esas cosas...
Los dos se metieron en el sitio mas peligroso de los sentimientos salvajes...Se sintieron queridos.
Amar es algo mas que sexo, amar es algo mas que frotar los cuerpos, es salir de la realidad, es salir del mundo...Por eso es tan maravilloso.
Cuando estás en el paraíso del amor, quieres permanecer. No se hicieron preguntas, solo querían permanecer juntos compartiendo su vida.
Ella puso su olor en la casa de Jeremiah y se mezcló con el olor de él...
Inventaron un nuevo perfume, un nuevo olor un nuevo perfume vital para poder vivir juntos...
Un perfume es una mezcla de olores... Ya olían a ellos...

Jeremiah apenas se daba cuenta de que hacía el amor dos veces al día – por la noche y por la mañana – todas las dudas sobre su potencia sexual se habían diluido entre las piernas de Gwndoline
A veces se dormían escuchando los gorriones y las avefrías que se acercaban a la terraza a pillar las miguitas de sus comidas, cada vez mas confiados, cada vez mas atrevidos.
Se quedaban absortos escuchando el mar y los graznidos de las gaviotas, a veces venían las abejas Gwendoline les ponía miel en la barandilla para ayudarlas a pasar el invierno.
Se asomaban a la ventana a mirar el azul, cada día diferente... Buscando explicaciones a tanta belleza.
No querían hacerse preguntas, solo querían ser felices.

Una tarde todo comenzó a ir mal...
Cuando comes mucho el hambre se calma, todo se pone en su lugar, en orden... Levantarse e ir a trabajar y todas esas cosas tan prosaicas.
Jeremiah era razonablemente rico y sus negocios iban solos, apenas una vez a la semana a firmar .

La vida cotidiana, la vida doméstica es una asesina de mariposas. El microclíma de cultivos de amor se fue viciando de cosas cotidianas y vulgares de costumbres individuales de pequeños detalles de importancia relativa.
Debo volver a casa – dijo Gwendoline después de diez días de paraíso -
Tengo que trabajar, no soy rica – dijo asomando una sonrisa de conformidad -
Vivimos casi a doscientos kilómetros el uno del otro, quiero despertar contigo todos los días de mi vida - dijo él desolado -
Mi trabajo no es una gran cosa pero de algo tengo que vivir...
Puedes quedarte a vivir aquí y compartir todo con naturalidad...
Jeremiah... Hace solo diez dias que estamos juntos, que nos conocemos...
Y no quiero ser una mantenida...
Tengo dinero suficiente para para que podamos estar juntos aquí, no necesitamos trabajar ; El dinero se comparte con naturalidad no importa quien tenga mas, si no fuera así solo se casarían los ricos con las ricas...No tiene importancia eso.
Lo único que importa es estar juntos...
Lo pensaré - dijo ella – pero mañana tengo que irme a arreglar mis cosas ¿si?
¿Voy contigo y te ayudo?
No, son cosas mías, arreglaré mis cosas y pensaré despacio y si quieres estar conmigo buscaré un trabajo por aquí...
Necesito trabajar, necesito hacer cosas... ¡No vamos a estar todo el día follando! -dijo con picardía-
En una semana lo resolveré...
Tu piensa también...
Tengo veinte años menos que tu...Pueden pasar cosas por eso...
¿Hay queja por eso? - dijo abrazándola y apretándola muy fuerte a él -
Se te van a poner los ojos azules de tanta Viagra...
Solo la tomé el primer día...Estaba nervioso...
¿Si?
Y él ya casi la había desnudado.
Le volvía loco la sensación de sentirse deseado por una mujer tan joven.
Es de verdad -pensó – me quiere, no es posible fingir tan bien.

En la ausencia de Gwendoline, Jeremiah nunca se había sentido tan solo, tan inquieto, tan celoso...
Se montaba películas en su cabeza...Películas de terror, de engaño, de misterio.
Ya todas las canciones de amor estaban hechas para él, expresamente y a medida, todos los poemas de amor dejaron de ser cursis y también reconoció que sabía suspirar...
Quería mantener el control de sus sentimientos pero le era imposible.
Se había trasladado al apartamento de su ciudad, le era insoportable vivir en la casa del mar sin ella
Gwendoline no estaba y nada tenía sentido.

Cuando ella lo llamó diciéndole que iría a vivir con él le faltó nada para dar saltos como un niño.
Contó las horas que faltaban para el regreso de su chica...Permaneció en silencio durante dos días
guardaba todas sus palabras para ella.

Ella llegó con más maletas que la primera vez
Cuando la abrazó todo se iluminó otra vez...
-Te he echado de menos.
-Yo más -dijo ella -

No, yo más … - Dijo él -
Regresaron a la casa del mar como dos recién casados, tomados por la cintura …
Un tipo los miró pensando: Otro viejo que se ha comprado un bombón...
Mañana llegarán todas mis cosas, no podía traer todo, mi ordenador y un par de muebles
He dejado todo atrás, no ha sido fácil,mi barrio me gustaba, mis amigos dicen que estoy loca y que no saldrá bien...
Tu deja que las cosas pasen, no te preocupes por nada – dijo displicente -
Todo irá bien...Muy bien.
Y Gwendoline se quedó para hacer feliz por siempre a Jeremiah, le amaba y no se hacía preguntas
no lo importaba nada su dinero,solo significaba estar cómoda, no andar todo el día pensando como llegar a fin de mes.
Ya había pensado en todo eso de ponerse a trabajar y compensar el bienestar económico que Jeremiah le proporcionaba.

Apenas había pasado un mes y la cotidianidad la costumbre y el aburrimiento ya habían hecho acto de presencia, no de visita, llegaron para quedarse
Todo lo extraordinario se fue convirtiendo en habitual...
El mar siempre frente a ellos los miraba con cara de conformidad, intentando ayudar un poco, las hortensias ahora cuidadas con esmero por Gwendoline no dejaban de regalar risitas de de color azul y rosa, las avefrías y los chichipanes los gorriones y alguna gaviota comodore también siguieron acudiendo para ayudar, cada mañana, puntualmente, al rayar el día...Querían ayudar a mantener el paraíso...Ellos saben …

-Voy a buscar trabajo, he hecho unos currículums – dijo ella una mañana -
-¿Qué sabes hacer?
-No sé, un poco de todo...
-Miraré en alguna tienda o en algún hotel, pronto será temporada...
Puedo hablar con algunos amigos, aquí conozco mucha gente
-No – dijo ella – prefiero hacerlo por mí misma
-Está todo muy mal pagado, no vale la pena... - Dijo él -
-¿Qué necesidad tienes de trabajar? No tendremos tiempo para nosotros, no podremos salir a viajar, el trabajo ata...
-Ya me has mantenido bastante, quiero tener mi economía, se están acabando mis ahorros y me da vergüenza pedirte dinero...
-Pero si tenemos dinero...
-Tienes dinero...
-No es fácil para mi esta situación, no quiero ser...
tu puta – pensó sin decirlo -
Jeremiah le hizo una tarjeta de crédito.
-Úsala mientras encuentras trabajo-y ella aceptó con confianza...
- De todas formas preferiría que compartiéramos todo con naturalidad.
Era la primera vez que hablaban seriamente.

  En el fondo a Jeremiah le había gustado la decisión de Gwendoline,
Está conmigo por que me quiere, pensó , no es por mi dinero, esto sí es una prueba de amor …
Cuando Gwendoline encontró trabajo en una cafetería a Jeremiah no le hizo mucha gracia
-!Una cafetería!..-Dijo poniendo cara de enfadado – trabajar en un bar... ¡Qué necesidad tienes de éso? No es un trabajo adecuado para tí...
-Pero si solo es un bar de desayunos – dijo ella molesta – sólo es media jornada …
-Te quiero para mi a tiempo completo...
-Te vas a aburrir de mí – dijo dándole un beso -

-Mantener el nivel de intensidad en el amor es imposible. Enamorarse es como una explosión, estalla y se expande no se puede permanecer en el estallido constantemente.

Gwendoline se levantaba temprano para ir a trabajar y a Jeremiah le encantaba retozar con ella por la mañana.
-Te quiero Jeremiah, pero no quiero estar aquí todo el día encerrada...
-Me encanta estar contigo, me encanta tu compañía pero me aburre tanto de lo mismo...
-¡Claro, te aburres de mi porque soy un viejo!

A veces Jeremiah iba al bar donde trabajaba Gwendoline, la miraba a lo lejos sin creerse que dormía cada noche con ella, sintiéndola como una ensoñación, como ajena a él.
Luego en casa con ella se volvía a recuperar, tomaba fuerzas para estar a la altura, para no tratarla de una forma paternal.
Las cosas comenzaron a oler a impostura a teatro. No se sabe cuando estalló, las cosas comprimidas suelen estallar.
Tal vez porque Jeremiah cometió el error de preguntarle : ¿Por que me quieres? O tal vez ella puso en la balanza de la relación sus pocos años...
Las cosas que tienen que suceder al final suceden, es como las estrellas, se comprimen, estallan y se apagan vagando tristes por el espacio.
-¿Qué piensas? ¿Que te quiero por tu dinero? ¿Por esta casa y todas las cosas que tienes?
Él calló sin querer otorgar...
-¿Éso piensas? Que soy una aprovechada? ¿Que soy una puta? -¿Una puta disimulada de novia?
-¡No! - dijo él -
-¿Quieres saber porque te quiero? ¿Lo quieres saber?
-Sí – dijo él superado -
Porque me gustas, no me hago más preguntas, sólo por éso...
Si piensas que estoy contigo por tu dinero podemos hacer una cosa – dijo furiosa -
Cada vez que me folles me das cien euros, así te quedarás más tranquilo...
Y Gwendoline se fue a llorar a la terraza, el mar se había hecho nube y los pájaros gritaban horrorizados...
Al rato ya no sabía porque lloraba pero seguía llorando... Lloraba por la puta vida que lo organiza todo, que mete el orden dentro de las camas que quiere impedir que un hombre viejo toque las caderas de una chica joven sin levantar sospechas, que quiere impedir que una chica joven vaya orgullosamente tomada por la cintura de un hombre mayor sin suscitar sonrisas y miradas de escándalo.
Una puta...Eso es lo que cree... -Dijo entre lágrimas-
El salió a la terraza para consolarla y disculparse...
-Ya sé que los paraísos son caros – dijo ella con palabras de sabor a sal de lágrimas – Ya sé que hay que pagarlos...
Me gusta ésto, me gusta vivir aquí frente al mar... Pero me gusta porque estás tú conmigo...


-Me gustas, me encanta como me tratas, nadie me ha tocado como tu, con esa delicadeza, me pones loca con tus maneras delicadas, con tu ternura... Me pones loca cuando me metes los dedos en el coño buscando mi punto g , se que estuviste mirando la mejor forma de hacerlo en internet...Te preocupas que me corra a la vez que tu, me mimas, me enamoras con tus detalles.
-¿Cómo no quererte? Y encima con este entorno maravilloso, de ensueño...Ya sé que es un paraíso pagado, lo sé, ya se que la puta pasta hace eso posible...No puedo remediarlo...Te quiero...
Jeremiah permanecía en silencio sin saber que decir
No soy tuya, nadie puede ser de nadie...Pero también sé que soy tu paraíso...
-También tú tendrás que pagar tu paraíso...
Te cobraré cien euros cada vez que me folles, si lo haces dos veces al día ciento cincuenta, que tampoco quiero abusar de tí...
También haré las tareas de casa y cocinaré...Despide a la asistenta.
Jeremiah no supo que decir, no quería llorar, no sabía, nunca había llorado...
La estaba perdiendo sin perderla por su desconfianza

Dejaron pasar un tiempo para que se calmaran las cosas. Ella dejó de trabajar y se comportaba como siempre.
Las parejas suelen hacer las paces en la cama, una pareja sin sexo se queda en nada.
Cuando terminaron de hacer el amor ella le dijo mimosamente en el oído: Me debes cien euros...
Hay cosas que sientan muy mal después de follar por eso cuando Jeremiah se levantó por la mañana le dejó cien euros en la mesita de noche.
Ella los guardó con una sonrisa amarga, solo quería darle una lección, solo quería que entendiera que las cosas buenas no son de pago.
Pasaron los días y el cajón de la mesita de Gwendoline se había llenado de billetes de cien euros.
Una tarde Gwendoline salió de compras, compró todo lo que sabía que le gustaba a Jeremiah, cosas de valor, cosas caras; Se gastó todo el dinero recaudado, hasta el último céntimo...
Hizo su maleta y no lo volvió a ver mas.

FIN