viernes, 29 de noviembre de 2019

PUROS HABANOS





Tengo una notable adicción a los puros habanos, de hecho, cuando comencé a fumar a los catorce años, lo hice con un puro habano de la marca Partagás.
Mi padre siempre recibía regalos de puros habanos para pagarle favores de pequeñas trapisondas en la administración pública.
Mi padre, pilló una úlcera de estómago y dejó en el olvido una maleta llena de puros habanos que guardaba debajo de la cama.
Mis primeras experiencias con los puros fueron bastante desagradables, me mareaba, pero poco a poco me acostumbré a esos deliciosos puros, mi padre, ni se imaginaba que me los fumaba.
Me encanta el olor y el sabor de los puros habanos...
Siempre me dejo crecer las uñas del dedo corazón y el pulgar para cortar la embocadura, es una manía, nunca he utilizado un cortapuros.
Cortar el puro y dejar resbalar la embocadura por mis labios haciéndolo rotar en mis labios me produce placer, casi mas que fumarlo.
Hacía viento y me metí en un portal para encenderlo, es importante encenderlo bien desde el principio, una buena brasa inicial es importante

¡Klic, clak ! Hacía viento, me metí en un portal para encender mi mechero CIPO, su sonido es música para mi.

El puro era de la mejor calidad, un Cohiba de los llamados espléndidos no tan grandes como los Lusitania ni tan aparatoso como los Churchill,
Un regalo de mi amiga Mecha, una cubana afincada en España con problemas de papeles.
Mecha, había venido a este país en busca del paraíso capitalista pero estaba en el infierno del limbo legal.
Hice unas llamadas y le resolví la papeleta; me dedico a los negocios y siempre hay hilos donde tirar.
Mecha me preparó una cena romántica sobre las rocas de una cala solitaria, con cava y velitas de esas que no se apagan. Nos bañamos desnudos y se acercó mucho, las chicas siempre tienen algo con que pagar los favores.
Yo noté sus intenciones – había bebido demasiado cava barato- y entre risas le recité al oído el poema de la casada infiel de García Lorca que termina así...

...Y no quise enamorarme por qué
teniendo marido, me dijo que era mozuela
cuando me la llevé al río...

Estábamos muy borrachos y nos partimos el culo de risa...
Sé que en Cuba tiene marido y dos preciosas niñas.
_ No es necesario, Mecha, además la luna nos está mirando y puede castigarnos...
A veces me gusta permitirme esos lujos sentimentales.

Paseaba mezclado entre los turistas por la calle principal del pueblo balanceando mi mano armada con el habano que lucía una hermosa brasa.





De mi mano hasta el suelo hay una distancia aproximada de 68 centímetros, la misma medida de la preciosa niña rubita de ojos azules que andaba varios pasos detrás de mi.
No me dí cuenta, apenas noté un pequeño golpe cuando la brasa se metió en el ojo de la niña, continué el paseo totalmente ajeno al remolino de gente que se había formado en torno a la niña que gritaba con las manos en los ojos.
Cuando sus padres se dieron cuenta del horror yo ya había salido del paseo en busca de mi coche.
Nunca mas volví a ese pueblo, y no suelo leer la sección de sucesos de los periódicos locales.

Los años pasan rápido y mis negocios de joven eran un tanto arriesgados.
Reuní toda la pasta y liquidé todos los negocios que podían darme problemas, monté un precioso bar de alterne en un pueblo mediano del interior con montañas nevadas y todo eso.
Habían pasado trece años, ya había echado raíces en el pueblo.
Mi bar, -el pato azul- era discreto y con clase, por la tarde cócteles y Jazz; cada semana traía un grupo que tocaba en directo.
Las chicas son buenas y no permito que hayan malos rollos de drogas. Me dan un porcentaje cada vez que se llevan a un “pollito” a las habitaciones de arriba y todo va como la seda, son muy limpias y profesionales.
Tengo dos camareros altos y fuertes, de esos de confianza, de esos que primero hablan y pacifican antes de dar un puñetazo; siempre les doy una paga extra si sacan a algún borracho pesado.

En otoño, después de la vendimia, los propietarios de las bodegas y de las viñas hacen una comilona de hombres y acaban la fiesta en mi bar.
En esas fechas, los clientes siempre me dan la lata pidiendo chicas nuevas. Cada año suelen venir
“golondrinas” de paso, casi nunca se quedan, no resisten el invierno de este pueblo.
Solo se quedan las de siempre, algunas tienen hijos y maridos consentidores que hacen como que no se enteran que su mujer trabaja de puta.
Yo no hago nada especial, todo fluye, todo va con cierta naturalidad.

Antes de admitir chicas procuro seleccionar a las nuevas haciendo un pequeño “kasting”, vaya una pequeña entrevista.
Mirarles que no tengan marcas de pinchazos de heroína o moratones de palizas de chulos
No soporto a los chulos... Ellas son libres de hacer lo que quieran sin que nadie las explote o las fuerce .

Estaba escuchando un disco de Charlie Parker mientras saboreaba un poco de Jak Daniels con hielo acompañado de un habano Partagás robusto, de esos del número cuatro con vitola azul, cuando uno de los camareros me avisó que una chica quería hablar conmigo.
La hice pasar a mi despacho y pregunté.
Antes de que dijera nada dijo: Quisiera trabajar aquí una temporada ¿puede ser?...
_ ¿De camarera?
Es que no tenía aspecto de puta, vestía normal...
_ De lo “otro” , dijo esbozando una sonrisa de complicidad
Era preciosa, de esas chicas que parecen sacadas de una revista de moda
_ ¿Tengo que quitarme la ropa para que me vea? - dijo muy puesta ella...
_ No, ya veo que es usted preciosa...
Le hice las preguntas de rigor sobre chulos y drogas y ella contestó no, no no...
Las chicas la pondrán al día sobre las normas y costumbres de la casa, esto es un pueblo y hay que ser discretos...
_ Hay hotel en este pueblo? -preguntó sabiéndose aceptada-
_Hay varios, pero si quiere yo tengo una habitación vacía en el piso de arriba, no le cobraré caro si
se porta bien; es mi zona privada, a veces vienen amigos a verme y duermen ahí. Nada de compañías masculinas en esa habitación...
_ Me la quedo, me portaré bien y no ronco – sonrió-
La miré al salir, lucía un contoneo que hacía soñar con el cielo con patatas fritas...
Calculé a ojo que tendría unos veinte años o algo mas, tengo que pedirle el DNI -pensé- no sea que esté metiendo una menor en el negocio...
Por la noche suelo pasar cuentas; tengo algunas máquinas tragaperras medio legales distribuidas en bares de carretera al 40% con los dueños, el negocio va bien, no me gustan los tipos que se enganchan a la máquina y cuando les sale el premio lo vuelven a echar. Los ludópatas siempre dan problemas. Tenemos un interruptor que para la maquina por avería cuando alguien se engancha se para y se les da una cantidad equivalente negociada a la baja, asi no denuncian y se acabó el problema.
El cliente ideal es el de paso, echa unas monedas del cambio y se va.

La chica nueva, llamó a mi cuarto – despacho para pedirme la llave, arrastraba una maleta mediana
Pensé que si iba tan ligera de equipaje no estaría mucho tiempo en la casa.
Antes de entrar me dijo: Si te aburres silba, te haré un precio especial...
_ No metas la polla donde comes la olla – le dije en plan tipo duro- además yo no follo, hago el amor y eso tiene que ser gratis...
_ ¡Oh! -dijo ella- eso es maravilloso...
Y se metió en la habitación con una risita...
_Dormirás bien, aquí en el campo hay silencio...
_ Huele a meados de cerdo, cerraré las ventanas …
_Ya se sabe, las granjas y el viento – me excusé-
Cerré la puerta, en el aire del rellano se instaló un aroma a deseo que yo quise negar murmurando entre dientes … Solo es una puta, solo una profesional.

Me emplee a fondo con las cuentas de las máquinas, pensé que el 10% de las ganancias se las llevaría el inspector de juegos de azar y me pareció justo. Corromper a un inspector es andar por la cuerda floja pero yo soy un ábil funambulista de los equilibrios precarios...
Algo se movía temblorosamente en mi estómago pensando en la chica de la habitación de al lado.
Solo tenía que silbar...
Encendí un Romeo y Julieta panatelas, por la noche no son buenos los puros demasiado grandes, un poco de ron, otro poco... Media botella...
El alcohol te come el terreno con la falsa promesa de la calma, del sosiego.
Casi estaba dormido cuando creí escuchar unos sollozos en la habitación de al lado.
Intenté imaginar como habría sido la vida de esa chica, hasta llegar a ese oficio, pero el ron ya había hecho su efecto narcótico vapuleando mis ganas de consuelo.
Solo tenía que llamar...

Las demás chicas del local, enseguida “adoptaron” a la chica nueva, su juventud les suscitaba sentimientos maternales. La pusieron al día y le contaron sus vidas.
Pronto se llenaría el local de clientes en busca de sexo y diversión.
Me pregunté cuanto tiempo llevaría en el oficio la chica nueva, se la veía muy desenvuelta.
Sentí alivio cuando las chicas me dijeron que la nueva estaría cuatro días sin “trabajar”
Cosas de chicas, me dijeron guiñando un ojo...
Estaba preciosa con el vestido elástico rosa vestida de puta; las compañeras le contaban las manías y las maneras de los clientes habituales entre risas y cuchicheos.
Me gustaba mirarla con los zapatos blancos y las gafas negrísimas redondas parecidas a las que usan los alpinistas.



En el bar, cuando una chica tiene la regla, las chicas se cuelgan un diablillo rojo, un muñeco de peluche con cara de malo muy gracioso, es un aviso de que solo se permite conversación y poco mas. Fue un invento de la Patro, la mas veterana; también se usa para alejar a los clientes indeseables.
También suelen decir: _ Hoy no hay tema, tengo la matanza de Texas entre las piernas...
En los pueblos enseguida corren las noticias, y la chica de las gafas negras era la notícia...
La imaginé debajo de alguno de esos patanes gordos, viejos brutales de manos callosas pidiéndole
mamadas, o sexo anal...
Sentí celos, nunca había sentido nada igual, supe que no sería capaz verla subir las escaleras de las habitaciones cogida de la cintura por uno de esos tipos...
_ Ya que no estás “operativa” podríamos salir a cenar – le dije con la mejor de mis sonrisas...
_ ¿Me estás seduciendo? - Dijo sorprendida-
Me puse serio y la miré a la cara intentando encontrar su mirada detrás de las gafas
_ Se me ha olvidado como se seduce a una mujer, las putas son tan fáciles... - Le dije sincero-
_¿Se come bien por aquí? - dijo desviando la conversación-
_ Si, tengo un amigo que tiene un restaurante que se come de cine
_Voy a ponerme un abrigo, hace frío...
Media hora de coche y llegamos al pato azul, un sitio con lago y garzas.
Atardecía, el sol ya se estaba despidiendo con una paleta de colores grises, azules y rojos
Paseamos un rato antes de entrar en el restaurante, unos conejos se cruzaron en el camino dándonos un buen susto. Nos acercamos a los cañaverales para ver las garzas blancas que destacaban en el agua, el silencio se impuso por encima de todos los demás ruidos.
Yo me ocupé de parar el tiempo para que soñara un poco.
Las golondrinas todavía no se habían ido y revoloteaban a centenares cazando mosquitos, parecía que jugaban a perseguirse.
El agua del estanque brillaba, había luna nueva.
_Es un sitio precioso, parece una escena de película – dijo ella -
_Es solo un estanque, pero parece un lago...
Entramos en el restaurante vacío y mi amigo cocinero nos instaló en una mesa con vistas al estanque
¿Caracoles? - dijo el cocinero que hacia las veces de camarero-
  • Claro, a la llauna, con esa salsa que haces tan buena... Y trae una botella de esas que presumes tanto.
No me gusta agobiar con preguntas, solo pregunto si intuyo que quieren que se las haga
_ Me estoy enamorando de ti... - le dije muy serio-
_ Estoy muy acostumbrada a que los hombres se enamoren de mi, cuando descubren mi profesión a
unos les da alegría, a otros, pena y asco, tu ya lo sabes, si eres una puta es todo mas fácil...
_ Los que se enamoran de mi sin saber que soy una puta salen corriendo cuando me quito las gafas.
_ ¿Eres una Górgona que convierte a los hombres en estatuas de piedra con la mirada? -dije riendo-
Se quitó las gafas de alpinista...
_ Nadie soporta esa mirada...
Era difícil mirar su ojo hundido con el contorno negro como una mancha de tinta...
Hizo ademán de volver a ponerse las gafas negras
_ No te las pongas, yo si puedo sostenerte la mirada …
_ Me quemaron el ojo por accidente cuando tenía seis años, además tuve una infección grave, fue
imposible ponerme una prótesis, casi me muero.
Bebimos el delicioso vino de la botella de presumir, nos mirábamos a hurtadillas hablar...
Nos hicimos amigos del silencio que lo envolvía todo, solo de cuando en cuando el sonido de las cáscaras vacías de los caracoles.



No quiero que trabajes de “eso” no lo podría soportar... Podría contratarte de secretaria y casarme contigo...
Ella me besó tiernamente de camino al coche, no se había puesto las gafas...
Antes de entrar en su habitación, la chica le puso el diablillo rojo en la mano y e regaló la sonrisa mas bonita del mundo.
Cuando amanecía, me levanté a mirar la calle, su coche no estaba en el aparcamiento, se había ido.
No salí a buscarla, las personas son libres de irse o quedarse.
A las doce del mediodía el comandante de la guardia civil me llamó para que acudiera al cuartel.
La encontraron muerta en el lago de las garzas las golondrinas y los conejos...
_ Decúbito supino, dijo el comandante de puesto, mirando al cielo, ahogada... Pobre chica...
_ Todo indica suicídio, ni una marca de agresiones, sexuales, ni violación, era virgen...
Me puso un vaso de coñac y me miró cómplice, es cliente habitual con descuento en mi bar...
_ Toma, es un puro de los buenos, de esos que tanto te gustan, le perdoné una multa al estanquero...
_He dejado de fumar... - le dije-
_Voy a ver si localizo a la familia... ¿Tu sabes de donde venía?
_ No -dije yo- ya sabes, vienen, están un tiempo y se van, nunca pregunto por esas cosas...
Me alejé del cuartel por las calles vacías, intentando no pensar, hacía frío y alcé el cuello de mi anorak.

F I N



viernes, 3 de mayo de 2019

PLIEGUES






_ ¡Joder, dejadme en paz!...
_¿No podeis entender que me estoy muriendo? - Dijo Leslie mojado de sudor, entre la espuma de
las sabanas blancas con el azul impreso del nombre del hospital-
Casi había gritado...
Su mujer y sus hijos lloraban sentados en los dos bordes de la cama expectantes
_ Se nace solo, se muere solo – intentó razonarles-
_No se necesitan espectadores para morir -intentó razonarles -
Su mujer pulsó el timbre en forma de perilla que hay en los cabezales de las camas de los hospitales y al momento apareció una enfermera con bata de mas espuma blanca y un poco de mar bordado en el bolsillo
_Está muy excitado -dijo su mujer-
_¿No pueden darle un calmante?
_No podemos, ya le dije que dejó escrito en su testamento vital que no le pusiéramos nada de para calmar el dolor, ni siquiera consintió que le pusiéramos una vía venosa...
_¡Sáquelos de aquí, enfermera, quiero estar solo! -Dijo Leslie con firmeza-
La enfermera los invitó a salir amablemente y los reunió en una sala contigua a la habitación e intentó tranquilizarlos.
_Ya queda poco... Hemos hecho lo que hemos podido – dijo con seriedad profesional- se está apagando...
_No es habitual esa manera de morir, el protocolo indica sedación severa en esos casos, paliar el dolor en lo posible, pero él indicó las pautas a seguir cuando le dijimos que no se podía hacer nada contra ese tumor -concluyó la enfermera-
Leslie se había quedado solo con una pregunta en los labios...
_ ¿Qué se siente cuando mueres?...
Quería saberlo, quería experimentar su muerte siendo consciente del proceso de transición, enfrentándose al dolor.
Permaneció quieto en la cama esperando la muerte. Se acordó que tenía la costumbre de desayunar con los pájaros, cada mañana, hiciera frío o calor, Leslie desayunaba en la terraza de su casa y esparcía un poco de bizcocho en el suelo; enseguida aparecía la banda de los espabilaos – les había puesto ese nombre a los gorriones que siempre acudían casi a sus pies a comer- mas tarde aparecía una pareja de avefrías a las que había puesto el nombre de Rosa y Carlos.
Le encantaba comenzar el día con esa compañía.

EL AVISO

Le lloraba el ojo derecho, Leslie pensó que era el puto tabaco o el síndrome ese de las lágrimas
falsas que afecta a los que ya van pillando edad.
Por eso pidió visita a un oculista de pago.
Después de una exploración a conciencia con aparatos de introspectiva ocular y de varias dolorosas pruebas sobre el funcionamiento del canal lacrimal, el oftalmólogo le explicó que su ojo estaba bien
pero que algo en su cabeza irritaba el nervio óptico produciendo el lagrimeo constante.
Le recomendó que se sometiera a una exploración neurológica.

Después de varias pruebas y varios scaners encontraron el tumor que presionaba el nervio öptico.



_ Es maligno e inoperable...- Dijo el especialista-
_ Intentar operar sería una carnicería, se quedaría ciego y no serviría de nada...
_Lo siento...
_Calmantes, cuidados paliativos -dijo- la quimioterápia no es aconsejable, ya hay metástasis …
Leslie solo atinó a decir : Vale...
Dejó al neurólogo con la pluma y el bloc de recetas en la mano y salió a la calle.
_ Estoy muerto – pensó-

Leslie no estaba asustado, solo sorprendido.
Se dirigió a pie al trabajo y puso en orden todo el papeleo pendiente.
Por la tarde pidió cita con el notario e hizo el testamento vital
Pensó en el dolor y la consciencia y decidió no tomar ningún calmante, tenía curiosidad por experimentar los límites del dolor.
De camino a su casa fue parando el tiempo, se sentía como si hubiera llegado a un destino que no conocía, podía parar las cosas, las personas, los objetos, los inmovilizaba, los fijaba con solo mirarlos.
Había pedido la baja laboral y respondió con evasivas las preguntas de sus compañeros y las de su mujer.
¿Qué se siente cuando el dolor llega al límite? - se preguntó muy preocupado- ¿Como se siente?
¿Qué sentimientos desencadena?...
_ Espero no perder la consciencia, se dijo a si mismo.


EL DOLOR

Leslie pensó muy seriamente si sería capaz de soportar el dolor sin que sus allegados se alarmaran.
El dolor no solo es personal, se expande a los seres queridos …
Pensó que si su familia notaba que estaba sufriendo, el a su vez vería aumentado su sufrimiento.
_De momento no me duele nada-pensó- solo picor y lagrimeo; tendré que aprender a disimular.
Ante él se había abierto una aventura fascinante...
Los caminos de la muerte, pensaba recorrerlos sin miedo
Leslie siempre había pensado que la muerte era la transición de la luz a la oscuridad
La matéria no desaparece, se transforma en otras cosas, es lo que sabemos...
...Pero, ¿y la conciencia del ser? ¿También se transforma? ¿La mente es materia? Cada vez sentía mas curiosidad por el final de la vida.
Solo estaba seguro de una cosa, no sentiría miedo, ni miedo ni anestesia, la curiosidad por eso calmaba su miedo natural a morir.
Quería pasar al otro lado conscientemente, sabiendo que pasa, has ta el final de la consciencia.
¿Sería capaz de soportarlo?


EL DEBUT

Esa noche, Leslie se había quedado dormido intentando leer un libro difícil, cuando leía por la noche lo hacía en la habitación donde dormían sus hijos cuando venían a verlo.
El pinchazo en el ojo lo despertó alarmado, parecía que algo muy afilado le había atravesado el iris
por dentro y hacia fuera.






Se llevó la mano al ojo e intentó calmarse, a trompicones consiguió llegar al lavabo y se lavó el ojo con agua caliente para calmar el dolor.
Se miró en el espejo del lavabo y pudo ver su ojo hinchado y muy rojo... Un derrame ocular …
Había leído que las enfermedades debutan, se ponen en escena como los actores.
Una cosa es pensarlo y otra cosa sentirlo -se dijo presa del pánico-
Apagó la luz, la claridad aumentaba su dolor
Se calmó un poco intentando controlar la situación y poco a poco pudo pensar con claridad.
Respiró hondo y se acostó junto a su mujer que dormía desde hacia rato. Poco a poco se quedó dormido con una mano tapándose el ojo.

MAS DOLOR

Su ojo hinchado le delató por la mañana alarmando a su mujer...
_Me pusieron un líquido en el lagrimal – le dijo-
_En unos días se pondrá normal...
_Pero es que lo tienen muy rojo y se te está poniendo morado, dijo ella muy preocupada.
Leslie casi no podía soportar el dolor de cabeza palpitante
_Se pasará enseguida, me han dado unos calmantes – mintió-
Pensó que si ese era el máximo dolor, podría soportarlo...
Pero fue a mas...
En los días siguientes el dolor fue aumentando, se calmaba unos minutos y volvía la punzada aún mas aguda, casi insoportable, había perdido la visión del ojo derecho y le costaba seguir disimulando.
No sabía que dolía mas, la punzada constante o la cara de preocupación de su mujer y sus hijos.

EL DESMAYO

Estaba regando las plantas de la terraza y esparciendo migas de bizcocho para sus queridos pájaros,
necesitaba distraerse de alguna manera haciendo algo agradable; las hortensias azules habían crecido bien después del invierno, estaban preciosas...
De pronto, se apagó la luz de su cabeza, su resistencia al dolor había llegado al límite, cuando eso ocurre el cerebro apaga las luces y desconecta...
El yó ya no es importante, lo físico se impone apagando el sistema...

Leslie despertó en el hospital, su mujer lo había encontrado tendido en el jardín, Toby, su perro adoptado había permanecido a su lado ladrando sin cesar y dando gemidos angustiosos.
_ Ya ha vuelto... - Dijo la enfermera que ya había contado a la familia la gravedad de Leslie-
Leslie abrió los ojos lentamente, poco a poco, la niebla de su visión se fue disipando.
Solo podía ver con su ojo izquierdo, si abría el ojo derecho aparecía algo parecido a una mancha de tinta negra.
A lo largo del día recibió la visita de una psicóloga que lo intentó convencer para que aceptara cuidados paliativos.
_ Su familia no puede soportar que sufra de esa manera – dijo-
Leslie siguió rechazando los calmantes, sabía que si aceptaba, le aplicarían un coma inducido, era el protocolo.
Mas tarde apareció un cura joven para confesar y ponerlo en paz con dios...






¡Váyase a la mierda! -le dijo-
¡Déjeme en paz!
Estaba perdiendo vitalidad, sabía que se estaba muriendo.
Todo su vida pasó ante él en un instante, sin tiempo ni espacio...
_ ¡Vaya una mierda de vida que he tenido! -Exclamó para si mismo-
Poco a poco el dolor fue aflojando la presión en su cabeza, no necesitaba ningún diagnostico que lo confirmara, se estaba muriendo, la mancha de tinta negra se había extendido por todo su cuerpo.
Morirse es como un suspiro, pensó...
Leslie se dejó llevar por la mancha de tinta a la oscuridad absoluta.
Hizo un último esfuerzo intentando ser consciente hasta el final...
Poco a poco, el sueño de la muerte paró todo como si se apagara una lámpara...
DESPERTAR

Leslie despertó creyendo que todavía no había muerto, creyendo que todavía estaba agonizando en la cama del hospital.
Se incorporó de un salto y se llevó la mano al ojo derecho y lo notó normal, no le dolía nada y no estaba hinchado.
Estaba en su cama, en la cama donde solía dormir...
Pensó que todo había sido un sueño, pero al instante todos los recuerdos de su sueño se fueron rompiendo a trocitos como los

cristales de un coche después de un accidente.
Solo se acordaba de algún fragmento impreciso como suele ocurrir en los sueños.
Se levantó sin hacer ruido y se sentó en la terraza intentando recordar su sueño.
No lo consiguió a pesar de sus esfuerzos, el sueño se había diluido.
Algo había cambiado, notaba cambios en todo su cuerpo.
Todo lo que está vivo, siente, de alguna manera piensa, cada célula del cuerpo es inteligente, forma parte de un algoritmo biológico .
No podía recordar su sueño, pero algo en su cuerpo había cambiado...
Se sentía raro...
Estaba amaneciendo, colores naranja se mezclaban con los grises azulados de unas pocas nubes
en el horizonte de bloques de pisos.
Sabía que estaba en su mundo, sabía que dentro de unas horas iría a trabajar como cada día, sabía que su mujer dormiría hasta las ocho y que se despertaría puntualmente para hacer sus cosas y darle un beso antes de que se marchara.
Echaba de menos algo y no sabía qué, no podía recordar los pájaros, nunca había visto ninguno, había pasado a una vida paralela donde no existían los pájaros.
Leslie nunca supo que cada vez que mueres se produce un pliegue que lleva a una existencia paralela muy parecida a la vida anterior.

FIN

(Dedicado a Max Planck precursor de la física cuántica )

viernes, 22 de febrero de 2019

CAPAS DE CEBOLLA








 Había nevado mas de un palmo, las calles de Avila estaban hechas un asco de las rodadas de los coches.
Le había dicho a mi chica que visitar la ciudad de las murallas en invierno, no era una buena idea
A mi, la verdad es que no me gusta viajar, siempre es lo mismo, piedras y comida.
Ella adora las piedras y la historia y yo me consuelo con los asados y los vinos de la Castilla profunda.
Mi chica es arqueóloga, ve una puta piedra y quiere saber su historia a toda costa

Estábamos a punto de cruzar la calle, ella siempre se asoma para ver si viene un coche y yo siempre le riño, algún día le van a arrancar la cabeza, basta con mirar si está en rojo o en verde.
Ella, me estaba contando cosas sobre el hormigón romano, sobre lo resistente que era
_ 2000 años pegado y todavía resiste como si nada... - Comentaba admirada-
Se extendió explicándome que casi todos los castillos y murallas de la edad media estaban construidos con el puto hormigón de los romanos.
_ Piedra machacada y cal viva...
Yo había puesto los ojos en blanco rogando al señor de los cielos que la excursión de las piedras no fuera demasiado larga.
Me pesaban los pies como si los tuviera de hormigón romano

Manolo, el repartidor de las cervezas Mahou había salido tarde de casa como cada día, su esposa entraba a currar muy temprano y a él le tocaba llevar los niños al cole con el furgón de reparto, los llevaba medio escondidos, no tenía cinturón de seguridad y no quería mas multas.

Salió a escape tendido en cuanto dejó a los niños besados a toda prisa – todavía colgaba de su cara una pizca de cereal del desayuno de Anita, su hija pequeña y ojito derecho de papá que daba besos de mañana muy apretados.
Los besotes de su nena le arreglaban la mañana.

Con lo que he sido yo … -Pensaba sonriente, Manolo el besado-
Mientras conducía por las calles de Avila, se entretenía pensando en como había cambiado su vida en unos pocos años.
Siempre había sido un chico guapo y travieso, por así decirlo, de esos de mete y saca y a por otra cosa baterfly, de borrachera de fin de semana y alguna travesura al filo de la ley.

Paraba a desayunar siempre en el mismo bar de los muchos que descargaba bidones de cerveza y cajas
María Luz, Mari, Marilú – usaba los tres nombres- siempre le tenía preparado el bocata de atún con olivas, siempre el mismo bocata, pequeño y pan caliente – Manolo apenas tenía media hora para desayunar -

Poco a poco, esa chica, se me fue metiendo dentro – pensó poniéndose serio-
Tenía una forma de moverse tras la barra que parecía que bailaba …
Cuando se imaginaba estar con ella no pensaba en cosas de sexo ni nada de eso...





La pensaba yendo al mercado con ella con dos niños preciosos en el carrito, los niños eran los mas bonitos del mundo.
_ Deberíamos casarnos, tu y yo – le dijo una mañana mientras terminaba el café-
_Pues mira, -dijo ella siguiendo la broma- yo estaba pensando en lo mismo...

Marilú hizo una pausa en la conversación con Manolo, tenía que ponerle una palomita de anís y vino dulce a don Genaro, el impaciente mañanero, un jubilado sin nada que hacer pero que siempre tenía prisa.
Cuando levantó la cabeza para decirle mas cosas de broma a Manolo, este ya se había ido, siempre iba con la hora pegada en el culo y esa mañana no era una excepción.

Le dije a mi chica si le parecía bien que ella siguiera respirando piedras y yo mientras buscaría un buen restaurante típico con buenos vinos.
_ Vale, - dijo ella displicente- nos vemos a la una en la puerta de entrada de la ciudad, no quiero torturarte mas con mis cosas...

Manolo seguía recordando mientras esperaba en la cola del cotidiano atasco matutino...

A la mañana siguiente, mientras desayunaba, le dijo a Marilú: ¿Te parece bien que tengamos dos niños? Primero un niño fuerte y guapo y luego una princesita preciosa como su madre...
_ ¿Estás tonto Manolo? - Dijo ella entre risas-
_Pero vale, dos niños estaría bien …
_ ¿Qué iglesia prefieres? Mi madre se casó en Santa Catalina y yo hice de monaguillo con el padre Senén...
_ ¿Monaguillo tu? - Dijo ella estallando en una carcajada que hizo volver la cabeza de los parroquianos-
_ ¡Era un ángel de pequeño! ¿Sabes?
_Un ángel con dos pistolas en el cinto, eres tu... Dijo siguiendo la broma-
_ ¿ Y noviazgo ? ¿No va a haber noviazgo? - Dijo ella con los brazos en jarras queriendo saber hasta donde quería llegar la broma de Manolo -
_ ¡Eso! - Intervino don Genaro, el impaciente, que estaba al loro de la cháchara -
_ Hay que conocerse, chaval, eso de casarse es cosa seria...
_ … Yo estuve de novio mas de seis años... Y se se puso a contar toda su vida de novio ya sin prisas
Manolo pilló su bloc de pedidos y desapareció con las prisas de siempre.
El atasco se fue aliviando poco a poco, Manolo pensó que la nieve sería una buena excusa para los retrasos.

Me fui a pasear para pasar el tiempo mientras mi chica estudiaba piedras y cementos.
Buscaba tiendas pequeñas de esas de toda la vida, librerías de viejo y restaurantes con buena pinta.

Manolo seguía recordando en su furgón mientras conducía...

Cuando Marisa, la chica del bar salió por la puerta de atrás al terminar su turno, se dio de bruces con Manolo, el repartidor de Mahou.
_ ¿Quécoñohacesaquí? Dijo en retahila
_ Bueno, pensé que podríamos comenzar a conocernos fuera del trabajo...






_ ¡Qué fuerte! - Exclamó Marisa con una sonrisa que comenzó a florecer en sus labios
_Si vamos a casarnos tendremos que conocernos ¿no?
_ Estás tonto? - dijo ella, esas cosas no son asi...
Pero se puso a su lado y comenzaron a andar
_¿Cuantos años tienes? - preguntó Manolo-
_ Eso no se pregunta a una chica
_Bueno, tengo veintidós años …
Se estaba bien con Manolo, respiraba confianza
Hablaron sin parar contándose cosas durante mas de dos horas
Manolo la dejó en el portal de su casa y Marisa le dijo que hasta mañana
_ Qué raro, pensó Marisa, se ha acercado mucho pero no ha intentado besarme....
Cuando a la mañana siguiente Manolo fue al bar de Marisa como cada día, ella le obsequió con una sonrisa de lujo.
Antes de que se fuera con la hora pegada en el culo, la chica lo llevó al almacén, él pensó que quería mostrarle algún bidón de cerveza con defecto de presión o algo asi
Pero no, ella lo pilló por las solapas de la cazadora y le dijo: Deberías aprender modales si quieres casarte conmigo ¿vale?
_ ¿Qué he hecho mal?
Marisa le dio un cálido beso en los labios ….
_Cuando se despide a la novia, se le da un beso, los vecinos miran y no hay que defraudarlos...
_ ¡Anda, vete que vas tarde...!
Manolo en su furgón de reparto lucía una sonrisa de oreja a oreja recordando ese momento.
El tipo del coche que circulaba a su lado lo miró malhumorado, pensando: ¡De que coño se reirá este idiota con el lío que hay!

Seguía nevando, ya había cuajado e iba a mas, miré el reloj y ya era hora de andar hacia la puerta principal para encontrar a mi chica.
Recordé que tenía que reservar mesa y le pregunté a un viejo donde se comía bien
_¿Antiguo o moderno? -dijo-
_Moderno y limpio, con buena bodega...
_ En la calle del Cid han puesto uno muy raro... Está aquí mismo...
_Se llama el Aleph...
Cocina cuántica, ponía el letrero
Entré y reservé una mesa para dos; le pregunté al cocinero- creativo que coño era eso de la cocina cuántica...
_Ya sabe, contestó muy serio, las realidades paralelas y todo eso...
_ Cada plato es una sorpresa...
_ ¿Sorpresa agradable? -Pregunté alarmado-
_Bueno, según se mire...
Se hacía tarde, pensé que si quieres conocer, tienes que arriesgar.
Todo se había puesto blanco y la niebla se había apoderado del paisaje

Manolo redujo la velocidad, pocas bromas con la carretera nevada,
El próximo bar estaba mas lejos y tenía excusa si llegaba tarde...
Siguió recordando su felicidad...
Ya besaba a Marisa en el portal como estaba mandado, ya eran novios





_Podemos arreglar mi piso, le dijo haciendo planes de futuro
_¿Quieres verlo?
_¿Ir a tu piso a solas?
_Claro, es un piso muy bonito, me lo dio mi abuela, tengo un amigo albañil que nos hará buen precio en la reforma.
_Si quieres llevarme a tu piso para follar, que sepas que soy virgen... - Dijo Marisa-
_Ya lo he notado, dijo Manolo muy serio.
_ Yo había pensado que me regalarías tu virginidad en la noche de bodas, sería un buen regalo...
Ella lo miró muy seria con lágrimas en los ojos.
_¿Como no voy a quererte Manolo?
_Si lo hacemos bonito todo será mejor ¿no? - Dijo Manolo sin inmutarse-
_Anda, si, vamos a ver ese piso, que ya tengo prisa en casarme contigo – dijo Marisa muy roja-

Cuando llegué al portón de la entrada de Avila, vi a mi chica entre la nieve y la niebla...
_ ¿Has esperado mucho? - Le pregunté-
Permaneció en silencio un buen rato
_Estás muy blanca... ¿Te ha pasado algo?
_Me he asustado mucho -dijo con voz trémula-
_Estaba en una calle esperando que el semáforo se pusiera verde y un furgón de reparto me ha rozado con el retrovisor, me ha quitado las gafas, solo ha sido un roce pero me he asustado mucho...
_Menos mal que solo ha sido un susto – dije yo-
_He reservado...
_ Quiero ir a casa, dijo ella echando a andar .
_ Se fue alejando a paso lento, me fue imposible seguirla, mis pies se volvieron pesados como si todo el hormigón romano se hubiera pegado en mis zapatos.
Desapareció en la niebla...
Manolo no se había dado cuenta que había golpeado la cabeza de mi chica con el retrovisor del furgón, un golpe seco silenciado por el fragor del tráfico...
Murió al instante, me dijeron en el hospital, hacía dos horas que la habían recogido sobre la nieve.


F I N