viernes, 21 de diciembre de 2018

EL ÁNGEL








Cuando apareció el ángel todo dejó de tener importancia...
Había estado toda la semana preocupado por las cosas de la pasta, cuesta estirarla hasta fin de mes
Pero claro, lo primero es lo primero, el ángel estaba hecho polvo...
Tal y como están las cosas no me extraña...
Pero hay que tener esperanza; esperar sin saber lo que va a venir es un poco de tontos pero es lo que hay.
Estaba tan sucio, un caso difícil -pensé -
Un baño de agua caliente y un poco de jabón de niños lo cura casi todo, menos las fracturas, claro...
Lo metí en la bañera cuidadosamente, de cuando en cuando subía a echarle un vistazo.
Si estás mucho tiempo en el agua sueles diluirte en ella; en realidad somos agua y tenemos tendencia a formar parte de ella.
Lo sequé cuidadosamente y lo dejé reposar toda la noche en el sofá de mi estudio.
Los ángeles necesitan soñar para recuperarse, son sueños, mas que otra cosa.
Son parecidos a las personas, sueñan para construir la realidad, no hay otra forma de sobrevivir
Apenas había amanecido cuando subí a mi estudio -apenas había dormido a causa de la preocupación-
Pude comprobar que todavía estaba vivo...Todo lo vivo que pueda estar un ángel, apenas se sabe nada de la naturaleza de los ángeles.
A veces, los tocas y notas una cierta incorporiedad, algo parecido al tacto de aire y agua a la vez con un calor especial... ¿Como decirlo? Como un fuego que no quema.
A veces se representan con unas grandes alas de paloma, nada que ver con los verdaderos ángeles...
No tienen alma, ni puta falta que les hace, tampoco sexo aunque su aspecto era varonil.
Tampoco hablan, no es necesario, si quieren decirte algo tu ya sabes lo que dicen.
Desde que pasó lo que pasó y me hice médico de ángeles cada vez voy pillando mas experiencia con esos ¿seres?...
Lo contemplé un rato y se me escapó un suspiro. Se estremeció y abandonó su posición fetal, muy encogido en si mismo.
Una enorme pena invadió todo mi cuerpo, el ángel me estaba transmitiendo su estado de ánimo de esa manera que lo hacen, sin palabras... Como cuando alguien te dice algo que te afecta dentro de ti
eso que se siente después de las palabras, como cuando miras a alguien y ya sabes lo que le pasa.
Le acerqué un vaso de agua bendita de obispo que rechazó.
_ Ya no sirve de nada eso – dijo-
Algo grave estaba pasando, nunca había tenido un paciente -ángel tan jodido.
Le acompañé al jardín para hacerle un poco de terapia de plantas. Las lavandas estaban de un azul precioso y las hortensias florecían majestuosamente,son azules y rosas.
Ya es raro que en diciembre tenga las flores así. Fue un regalo que me hizo uno de mis pacientes ángeles en agradecimiento por haberle sacado de su depresión. Se ve que se debatía entre el bien y el mal, decía que se aburría de ángel y se quería pasar al lado oscuro.
Me costó un huevo convencerlo de que eso de ser malo es una mierda, que si, que al principio puede ser divertido pero a la larga también aburre.
El ángel acarició las hortensias y olió las lavandas con melancolía de esa de ángel que la verdad sea dicha, se contagia...
_ ¿Tan mal está la cosa? Le pregunté preocupado
_Se ha ido... Contestó



_ ¿El?
_Si...
_ ¡Joder!... Dije yo cabreado
_A lo mejor es temporal -dije para consolarlo-
_ El tiempo no existe, tío, deberías saberlo y eso se nota...
_ La nada lo está invadiendo todo -continuó- no hay remedio, incluso el mal está muy preocupado,
se ha roto el equilibrio...
_ Todo lo creado, todo el universo ha parado de expandirse y ha comenzado a contraerse, es terrible.
_ Hay un enorme agujero negro que se lo está tragando todo para convertirlo en nada.
_ Todo se contraerá hasta que colapse y estalle otro bing-bang y se cree un nuevo universo, se ve
que ya se ha cansado de este.
_¿Tardará mucho? -me atreví a preguntar-
_Tal vez millones de años vuestros o un segundo, ya sabes como va eso del tiempo cósmico.
A medida que se iba animando el ángel estuvo contándome cosas que yo ya había intuido.
Es que al contrario de lo que la gente cree, “El” no es una entidad, ni un ser, ni un ente, es un estado con voluntad de crear.
_Como un artista, vaya, que sueña mundos y los realiza...
Por eso estaba tan mal el pobre ángel, lo estaba viviendo en directo, nosotros no somos conscientes de eso.
Me gusta hablar con los ángeles, siempre se te pega algo de bondad, además mientras hablas con ellos el tiempo no pasa, deja de existir y eso mola.
Noté que a medida que hablábamos, el pobre ángel se estaba poniendo un poco rígido, como mas corpóreo, eso me alarmó bastante.
Intenté hacerle un poco de terapia de meditación zen sin mucha convicción, cada vez estaba mas rígido y un poco verde...Se estaba muriendo...
Le dejé solo en el sofá de mi estudio.
Era el día de Santa Lucía, el día que se ponen los belenes, salí con mi chica al mercado de Navidad a comprar musgo y corcho que me faltaba.
Luces, estrellas, árboles cortados, guirnaldas y muñecos de papá Noel, comida, mucha comida, comer como si no hubiera un mañana, desesperadamente...
No habían entendido nada del mensaje de amor, la gente se limita a vivir.
El ángel tenía razón, la nada se estaba apoderando de todo.
_ Brillas un poco – dijo mi chica -
_Es el reflejo de las luces...
_ Sabes que no, no deberías implicarte tanto, son solo pacientes...
Le toqué el culo apretándoselo un poco, y ella sonrió, mi chica tiene un culo precioso...
Cuando regresé a casa el ángel se había convertido en una estatua de barro de color verde como esas de los jardines. Apenas la toqué se derrumbó esparciendo 108 pedazos en el suelo exactamente.
Casi medio litro de cola de contacto gasté para pegarlo cuidadosamente hasta dejarlo en su anterior estado.
La pintura verde vejiga mezclado con sombra de Siena le dio un color genial.
Curiosamente, cuando terminé de repararlo se había reducido de tamaño, ahora parecía un precioso querubín de 80 centímetros, regordete, de esos murillescos.
Se había concentrado o...”Yoquesé”...
A mi chica le encantó, lo puso de centro de mesa al lado de una de esas plantas de Navidad de hojas rojas y verdes.
Era Navidad...
Después de la cena de nochebuena me asomé a la ventana para airearme un poco. Cientos de teléfonos móviles brillaban en la oscuridad.


Todo se está conectando para luego concentrarse -pensé – el pensamiento único acabará con la creatividad y la nada se apoderará de todo.
Antes de acostarme, miré la figura del angelito de barro y pude adivinar una ténue sonrisa de esperanza.
F I N