martes, 9 de agosto de 2016

EL CASI NADA CUÁNTICO





Desde que me operé de la edad – en mala hora lo hice – mi vida ha sido
una constante repetición, nada me consuela, el aburrimiento me come, siempre
sumido en ese vacío de días calcados; los días calcados van cogidos de la mano
formando una hilera repetitiva.
Nada de lo que hago tiene sentido, hacer cosas no me lleva a nada, sé lo que va a pasar
está todo previsto, solo soy lo que hago y apenas hago nada...
Recuerdo que todo iba bien, una vida normal como la vida de toda la vida,
naces,creces,te reproduces y te mueres.

Todo comenzó cuando se inventaron los ordenadores cuánticos – eso solo fue el principio-la
ciencia es como una escalera, un escalón te lleva a otro...
Se ve que subieron diez escalones de golpe a partir de los nuevos descubrimientos
sobre la realidad cuántica...Un desastre de cojones...
Todas las leyes de la física anteriores saltaron por los aires...
Einstein y su puta madre... Solo teorías matemáticas de pizarra...
Hopkyns un chiste malo... Se murió de pena, creo... Y mira que le costaba morirse
con lo jodido que estaba.
Cuando todo ese lío, a mi me pilló con pelas y fui uno de los primeros en operarme
de los años; la gente normal comenzó mas tarde, al principio daba “yuyu”...
Luego ya todo fue una locura...
Era una operación sencilla, se trataba de insertar un chip cerca de la amígdala
cerebral y ya está...
Te la ponen en una operación ambulatoria, apenas una hendidura en la nuca
y ya no te mueres...
La vejez se produce cuando las células dejan de reproducirse bien, cada vez lo hacen
peor, te oxidas y te conviertes en un viejo decrépito...En fin, que te mueres de viejo
o de alguna enfermedad de esas de viejos.
Pues no, si te pones el chip de los cojones no te mueres...
Una locura... Eso si, los primeros años sin envejecer, una pasada...
¡Tenía un subidón!
¡Joder! ¡Me encontraba pletórico!
Me apunté a un gimnasio para ponerme las carnes bien, me miraba al espejo y alucinaba
Guapo, joven e inmortal …
Mi mujer que no quería operarse me lo advirtió: Eso no puede ser normal... No es
natural...
...Y yo cada vez mas guapo...
Natural, natural... - Le contesté yo -
¡¡Todo es natural!! Todo lo que existe es natural...
Me largué de casa, mi mujer se estaba haciendo vieja y no molaba, ya daba cosa estar
con ella, siempre agobiada por la nueva vida cuántica …
Ocurrieron muchas cosas casi de golpe – apenas ya no lo recuerdo – casi todo de golpe
como una catarata de acontecimientos, día a día lo imposible se estaba haciendo posible y
cotidiano.
Toda esa situación tuvo sus consecuencias sociológicas, la población se fue reduciendo de una manera drástica, apenas se tenían hijos y a nadie parecía importarle.
También ocurrió que un montón de operados de los años, se suicidaron a causa del
aburrimiento, la operación de los años era irreversible...
Los jóvenes auténticos – se apodaban los tiernos – miraban a los viejos operados con repulsión, con asco; para los viejos operados era un rollo tener que disimular constantemente
que no se les notara la juventud de bote...
Cada la sociedad, la población entera se volvió muy científica, abandonaron los trabajosnormales y entraron de lleno en la industria científica.
Los cultivos de agricultura se automatizaron totalmente, toda la población se fue concentrando en las ciudades, cerca de los polígonos científicos.
Cuando la teletransportación se hizo realidad los cambios se hicieron tan brutales … Ya nada fue como antes, el futuro había comenzado.
Manejar la energía y la materia a voluntad no era poca cosa
la velocidad de la luz dejó de ser ese muro donde se estrellaban los viajes espaciales, los viajes a los exo- planetas se hicieron posibles...
Poco a poco la tierra se fue despoblando, una puta ruina, daba pena ir a los sitios,casi nunca encontrabas gente para divertirte un rato, todo dedicado a la puta ciencia de los
cojones...
Las colonias comenzaron a establecerse masívamente y encontrar otras civilizaciones en el espacio mantenía la ilusión de los seres humanos.
La física cuántica de los cojones, abría puertas y mas puertas al conocimiento de la verdadera realidad...
Los exo-planetas, copias fidedignas de la naturaleza de la tierra tenían de todo, mares, ríos y selvas preciosas donde se podía respirar, eso si, con animales un poco raros...
Pero ni rastro de algún ser parecido a la raza humana.
La industria y la agricultura estaba totalmente robotizada, ya no había que trabajar era  casi como el paraíso en la tierra...
En todas partes habían unas maquinas expendedoras de barritas alimenticias, bastaba comer una para estar saciado todo el día.
Esa rara evolución de la especie humana, también había mitigado el deseo sexual a la par de la sensación de hambre.
Sólo el ansia del conocimiento mantenía vivos a los humanos, saber, conocer, investigar encontrar todas las respuestas y cada respuesta generaba otra pregunta.
Pero yo...Veía las cosas de otro modo, me gustaba vivir en la tierra, nunca me habían gustado las  aglomeraciones y ahora con las migraciones espaciales de los cojones había un montón de
sitios donde ir sin que nadie me molestara, sitios solitarios, parajes tranquilos, todo gratis todo posible...
A veces pillaba el teletransportador y me trasladaba a sitios antes muy turísticos, a esos sitios maravillosos antes tan visitados y tan caros.
Tanto rollo con el cambio climático y resultó que no pasaba nada, todo era como siempre la vieja tierra resistía de puta madre, seguía siendo un sitio ideal para vivir.
Somos lo que hacemos y yo no tenía nada que hacer, si no haces nada no eres nada .
Como yo,había gente rara, personas que les importaba un huevo la ciencia y las exploraciones espaciales, personas que solo querían vivir sin hacerse tantas preguntas.


Empleaba mi tiempo – hablar de tiempo ya daba risa, solo existía el presente – en visitar
sitios maravillosos, playas solitarias paradisíacas, montañas maravillosas y todo eso...
Sitios con hoteles de lujo abandonados; me estaba convirtiendo en un poeta melancólico y romántico en medio de un mundo científico que ya no entendía.
Ni siquiera me preocupaba que sería de toda esa población residual al margen de laciencia, atrapados en un limbo de existencia incierta y eterna, fuera del tiempo...
Me importaba una mierda si existían los marcianitos o si en esa puta estrella habían exoplanetas habitables.
Me había teletransportado a un pueblo con playa maravillosa, había paseado por el pueblo abandonado, todas las puertas estaban abiertas, podía curiosear a mi antojo,mola pasearen silencio escuchando mis pisadas al andar.
Entré en el salón de la recepción de un hotel de lujo y me senté en un sillón a escuchar música, me gusta poner la música a todo volumen, el sonido envolvente a tope me transporta, me siento acompañado, me gusta...
Me gustan las cosas reales aunque la realidad no sea tan real como nos cuentan, me da igual, solo quiero estar bien...
Escuchar música antigua acompañado de mi mismo es un placer, me gusta,me produce sensaciones misteriosas,mágicas...
No necesito pensar, sólo escuchar y sentir...
No necesito preocuparme ni por el tiempo ni por la distancia, incluso a veces me desplazo físicamente, me gusta andar, no me gusta mucho el traslator para las distancias cortas la descomposición de mis células me produce mucha sequedad y luego tengo que beber
mucha agua y mear mucho para restablecer mi equilibrio celular.
Ni me había dado cuenta, la tenía a mi espalda, estaba sentada detrás de mi con los ojos cerrados .
No quise molestarla...
  • ¿Vienes mucho por aquí? - preguntó-
  • Si, se está bien aquí – dije sin volverme -
  • Yo había trabajado aquí, en la recepción, ya hace...
  • ¿También operada de los años?
  • Si, fui de las primeras, se me cayó el pelo y no me ha vuelto a crecer... -Dijo al tiempo
    que se quitaba un gorro de colores-
  • Esas cosas ocurrieron al principio, si...
    Se había movido poniéndose delante de mi, era alta, muy alta, me sacaba casi un palmo
    muy delgada, con un aspecto de unos treinta años.
Se sentó a mi lado y permaneció en silencio
- Que raro es todo... - dije por decir algo-
    -Sí, es todo como irreal – dijo ella-
  • ¿Tu que haces en la vida?
  • Nada, ver lo que pasa...
    Permanecimos un buen rato en silencio sin saber como iniciar una conversación mas
    interesante .
    Yo había puesto un CD de Miles Davis, el trompetista fantasma, su música envolvía el
    polvoriento lobby.
-¿Quieres una tablet? - Le dije alargándole una barrita alimenticia-
_¿Comes esa mierda? - dijo con confianza-
_ Bueno... Es cómodo y no hay que cocinar... Además lleva todo lo necesario...
_ ¿Tú qué comes?
_ Apenas nada...
_ ¿Nada?..
_ Bueno, cosas de antes,manzanas y esas cosas...Esas mierdas de tablets llevan cosas...
_¿Cuantos años tienes?
_ No me acuerdo muy bien, ya no cuento esas cosas...
_ Yo a veces tengo dudas,ya apenas importa, es siempre lo mismo, todo se ha trastocado
es como si el tiempo hubiera dejado de existir, solo era una advertencia de que te estabas
oxidando,que te estabas muriendo...
La miré a los ojos, tenía una extraña mirada verde...Una suave mezcla de amarillo y azul
Todo el mundo busca el futuro,nos han dejado solos.
_ Es bueno ese negro soplando el tubo – dije refiriéndome a Miles Davis -
_ Si sigues comiendo esas mierdas vas a perder lo poco que te queda de persona – dijo
mirando al precioso techo decorado con estrellitas-
_ ¿Si? - dije interesado-
_ Todo, vas a perder las ganas de todo...
_Son gratis, son para que la gente no tenga que preocuparse por ganarse la vida, era
_ un engorro eso de trabajar...
_ Todo lo gratis es sospechoso... - Dijo ella-
_Conspiración paranoica – dije yo -
_ ¿No notas que apenas tienes deseos?
_ ¿No notas una extraña melancolía?
_ ¿ Acaso no notas que todo te da igual? - dijo alzando la voz-
_ Te las dan gratis para que los dejes en paz, para que no jodas haciendo cosas...
_ ¿Tu como sabes todo eso? Seguro que no vives en la ciudad...
_ No sabes nada de lo que pasa...
_Bueno, vivo cerca...
_ Ya no hay cerca o lejos, ¿acaso no te has fijado?
_ Ellos no comen de esas cosas, no se divierten, solo investigan, estudian...
_ Yo me siento bien...
_ Crees que te sientes bien, es algo muy distinto...
Me callé para reflexionar.
_ ¿Quieres una manzana? Es una Fuji, son muy buenas ya apenas se cultivan, son casi
salvajes y sanas...
_ No se, hace mucho tiempo que no como de esas cosas...
_ Anda prueba – dijo acercándome una preciosa manzana roja-
Le di un mordisco y los péptidos arañaron mi boca y mi lengua
_ Es buena pero...
_ Cuando comes barritas ya no sabes comer otra cosa, todos tus sentidos se atrofian, todo
se inhibe, anda, bebe un poco de agua y insiste,deja ya de comer esa basura, con eso que
pusieron en la cabeza, apenas necesitas comer nada...
_ ¡ Despierta tío!
Se acercó mas a mi lado, me miró a los ojos y sentí un escalofrío
_ ¿Quieres que te chupe la polla? …
_ No sé, así de golpe...Sin conocernos...
Se rió de buena gana, a carcajadas...
Apenas recordaba mi último encuentro sexual, no recordaba si había sido de verdad o en
una de esas máquinas de realidad virtual...
Ya me había desabrochado el cinturón sin apenas darme cuenta
_ No te muevas, - dijo ella- a ver si todavía estamos a tiempo...
_ Me da un poco de cosa – dije azorado-
Al principio tuve un conato de erección que se quedó en nada
_ ¿Ves? - dijo confirmando su teoría-
_ Deja esa tablets y a lo mejor vuelves a ser un hombre, ahora eres como ganado a la
espera del matadero...
Me quedé pensativo intentando recordar mi último polvo satisfactorio, no lo conseguí.
_ También afecta a la memoria – dijo ella – toda esa confusión mental también forma
parte del plan
_ Bueno, tal vez sea que no me pones...
Ella se rió de buena gana
_ Ya sabes, se folla con la cabeza, tal vez no me gustes...
_ Se folla con la polla y el coño – dijo ella con sonrisa procaz-
_ Nos están sacando de la realidad, ya somos una población residual
_ Tal vez – dije preocupado -
Accioné el traslator sin apenas despedirme, estaba confundido,necesitaba pensar ,
al instante aparecí en mi casa y todo se me antojó diferente...
Siempre había imaginado el futuro a base de cosas relacionadas con la electrónica y
la mecánica, con naves espaciales y aparatos tangibles. Comencé a entender que se trataba
de otras cosas, era algo biológico, algo que no entendía, sencillo y a la vez muy complicado.
Recordé como me sorprendí cuando se verificaron las teorías del bosson de Higgins que
siendo materia podía atravesar la materia sin dañarla.
Población residual...
Tal vez una nueva civilización se estaba adueñando de todo, una élite de seres humanos
que sabía cosas que los residuales no habíamos alcanzado a entender. Cuando mas pensaba
mas sueño tenía, un extraño sopor mezcla de pereza y sueño.
Me tendí en la cama y me dormí enseguida.
Cuando desperté,intenté recordar mis sueños,estaba seguro que había algo importante
pero no conseguía recordarlo; cada vez me costaba mas recordar las cosas, sobretodo cosas del pasado.
Vivía totalmente instalado en el presente; tal vez la chica alta y calva tenía razón.
Salí a la calle, apenas había gente, casi nadie...
¿Dónde estaba la gente?
Una punzada de dolor taladró mi cabeza, siempre que pensaba en cosas desagradables sentía ese dolor,continuo, sordo,lacerante...
Me palpé el bolsillo buscando una barrita alimenticia, tenía hambre, la desenvolví y me la metí en la boca; al instante la escupí recordando lo que me había dicho la chica
del hotel.
Sentí otra punzada y un fuerte dolor de cabeza, casi estaba mareado.

Me metí en una cabina traslator y marqué las coordenadas para volver al hotel del día anterior
Aparecí en el salón del hotel en un instante, tenía sed...
La chica calva me esperaba sonriente portando una botella de agua en la mano, me estaba
esperando...
_ Anda bebe- dijo displicente-
_ Gracias...
Me senté en un lujoso chester de cuero mientras me recuperaba; ella puso una música suave
que me tranquilizó.
_ ¿Te duele mucho la cabeza?
_ Sí... - dije con los ojos cerrados-
La música de Arnold Frugger me hacía retroceder en el tiempo sembrando un caos en mi mente
haciéndome retroceder a otro tiempo, a otra realidad.
_Voy a parar la música – dijo ella- creo que te hace recordar...
El silencio volatilizó mi dolor
_Anda, come algo – dijo alargándome una manzana- si dejas de comer esas barritas de mierda
entra un hambre insoportable.
Mordí la manzana con avidez, apenas recordaba la sensación de hambre
_ Te dolerá un poco el estómago, pero se pasa enseguida...
Comí otra manzana, necesitaba saciarme.
_Salir de esto no es fácil – dijo la chica -
Permanecí un rato callado, no sabía que decir, tenía la sensación de estar regresando de un
sitio extraño, era como volver de un largo viaje desagradable.
_ Ven, te enseñaré los manzanos...
Me tomó de la mano y salimos al exterior a respirar
Paseamos por la orilla del mar calmado,en silencio, noté el frío de su mano, casi helado
una fina mano de pianista, larga, acorde con su altura.
El mar había arrastrado grandes piedras a la playa, los paisajes no son mas que desastres geológicos
pero a nuestros ojos son idílicos y maravillosos.
Se me ocurrió preguntarle: ¿El sol es real?
_ No se sabe, no se sabe nada... - Contestó mirando al mar-
_ Tal vez todo sea imaginado, tal vez Dios esté jugando a ser un ser humano, instalado en toda
la humanidad, tal vez la leyenda de Adán y Eva era real y vivieron en el verdadero paraíso
el paraíso de no saber, solo vivir, vivir por vivir...
Tal vez ser Dios es saber lo que pasa, lo que ocurre con la vida...
Ella pasó su mano por mi cintura como una novia...
_ Tal vez solo se trate de vivir, no de saber lo que es la vida...
El agua del mar acariciaba nuestros pies, sentía el agua real, fresca, transparente...
El mar era el mar real,el cielo azul sin una nube...Bueno, ni el mar ni el cielo es azul, eso ya
se sabe de siempre, solo es una reflexión de la luz...
Tal vez nuestros ojos y nuestro cerebro solo ve lo que quiere ver,tal vez nosotros mismos
creamos la realidad,para poder seguir viviendo.
Quizá en nuestro cerebro anida un factor de protección que nos hace magnificar todo para
que seamos felices, para que no profundicemos demasiado en las cosas.
Recordé la frase de Bolken... No profundices demasiado, puedes llegar a los infiernos donde
vive la verdad...
Ella se fue desnudando lentamente, todas sus prendas quedaron esparcidas en la fina arena
como un rastro para seguirnos.
Seguí sus huellas desnudándome también...

Nos miramos sonriendo; contemplé su cuerpo raro pero hermoso, ella me tomó la mano y me
invitó a meterme en el agua fría y real.
Nadamos juntos jugando a tocarnos...
Cuando salimos del agua nos tendimos en la fina arena, e hicimos el amor despacio, sin prisas
parando el tiempo, no queriendo terminar nunca, como dos enamorados, sabiéndonos queridos.
Tal vez habíamos regresado al paraíso.


F I N


LA CANCIÓN DEL TODO VA BIEN








No era el aire... Cuando intentaba repintar repintar los cuadros de mi hija muerta, siempre se caían del bastidor, estaba fuertemente fijados con unas pinzas adecuadas, de esas de profesional de la pintura.
Ella siempre pintaba en blanco y negro,con rotuladores, extraños cuadros que una vez terminados
olvidaba en cualquier rincón. No creo en aparecidos, la verdad es que soy un tipo frío y realista,
cuando se suicidó, apenas lloré, tengo un extraño autocontrol que me hace frío en cualquier situación.
Siempre la dejé hacer todo, solo alguna norma básica y poco mas.
Tal vez era demasiado inteligente para vivir en esta vida.
Yo siempre estaba sumergido en mi trabajo, construir máquinas, es un trabajo entretenido y absorbente; planos, medidas, engranajes grandes y pequeños, dispositivos electrónicos, me gustan verlas funcionar, son exactas, nunca se equivocan, hacen lo que deben hacer.
Cuando la electrónica posibilitó la robótica, mi oficio se volvió fascinante, pasé muchos años completamente ausente concentrado en mi trabajo.
Mi hija creció a su aire, tenía un coeficiente intelectual muy por encima de la media, no era como las demás chicas, ni mejor ni peor, solo diferente, desconcertante...
Cuando decidí repintar de color sus extraños cuadros – estaban diseminados por toda la casa, olvidados en altillos y rincones del trastero- yo estaba pasando una crisis de identidad, no sé si pensaba demasiado o era simplemente que estaba envejeciendo.
No sabía que hacer, me aburría, ya había dejado de construir máquinas; de pronto dejó de gustarme
fabricar robots estúpidos con luces de led en lugar de ojos.
Mi hija también había estudiado algo de música, su profesora nos había aconsejado la conveniencia de que estudiara solfeo dadas sus facultades y su carácter.
Le compré un obóe de esos profesionales, en una tienda de ofertas de instrumentos raros, me atendió un tipo con barba negra, no entendí una palabra de lo que me dijo pero por sus gestos pude saber que era un instrumento especial.
Asistió a algunas clases pero pronto se cansó y aprendió sola.
Solo tocaba una extraña canción que ella misma compuso, cuando le pregunté de quien era y como se titulaba, me contestó que era la canción que atrae las cosas buenas, si la tocas todo se pone bien – me dijo mirándome-
Yo lo tomé como una fantasía de adolescente, pero esa melodía se instaló en mi cabeza y cuando algo va mal, la la silbo y todo mejora.
A veces mi hija e subía a la terraza, cogía una escalera y se subía al tejado, siempre cerca del vacío,
en el saliente mas peligroso de la casa de tres pisos que poseemos.
Cuando la reprendía por su temeraria actitud, ella solo sonreía y contestaba que ella era la reina de los equilibrios precarios.
Tal vez solo estaba enamorada- pensé – y solo quería llamar la atención, los adolescentes a veces hacen esas cosas...
Subía con ella, y me sentaba a su lado a escuchar su interminable melodía, luego bajábamos los dos a cenar.
Siempre traía buenas notas, pero parecía no importarle,apenas estudiaba, dejaba las notas encima de la mesa sin decir nada, casi siempre llenas de sobresalientes.





Si le regalaba alguna cosa como premio a sus buenas notas apenas miraba los regalos,todavía hay
algunos paquetes con papel de colores y lazos sin abrir.
Su madre la llamaba irónicamente la chica del “si mamá” era obediente y silenciosa, la relación con su madre siempre había sido buena pero distante. Que yo recuerde nunca habían tenido confidencias de esas de mujeres, esas confidencias, mezcla de consejos y advertencias de madre con adolescente.
Ella lo resolvía con la acostumbrada frase de: Ya sé mamá, ya sé eso, soy una buena chica...
Entonces yo andaba fascinado con la construcción de un robot de montaje de puertas de automóviles, apenas necesitaba vigilancia o control, casi era autónomo, sabía lo que tenia que hacer
tenía un sofware casi perfecto; eso abría un campo muy amplio en la construcción automática de coches.
A veces cuando las cosas no salían bien en el estudio de diseño, cuando entraba en un callejón sin
salida técnico, sin querer entonaba la melodía del “todo va bien” y de pronto surgía una idea nueva
se abrían puertas, me fijaba en algún detalle que que se me había pasado por alto y todo volvía a fluir de nuevo.
Mi ayudante me decía que era un ingeniero con inspiración,como los artistas del renacimiento.
María, mi ayudante y traductora – nunca se me han dado muy bien los idiomas- era el orden personificado subida a una silla de ruedas, a pesar de su minusvalía – una atrófia muscular progresiva- cada día hacía el milagro de mantener todo en su sitio, todo controlado, todo a mano
una lógica ordenada que me hacía la vida profesional mas fácil.
A veces la recuerdo, casi dos metros de chica bien proporcionados, con los ojos mas bonitos del
mundo, con una educación exquisita, siempre elegante y bien conjuntada, con una gota de Chanel Chance apenas perceptible. Siempre me llamaba de usted, con un respeto cordial; supongo que a causa de los veintidós años de diferencia de edad por parte mía.
Bueno... Menos una noche que nos quedamos a terminar unos planos urgentes.
Sin venir a cuenta, a eso de la una de la mañana comenzó a tutearme mientras tomábamos un horrible café de máquina, de esos americanos que salen de las máquinas de empresa
_ ¿Puedes ayudarme? Necesito ir al lavabo...
_Claro – dije yo con naturalidad- le acerqué las muletas y ella cogió solo una y se apoyó en mi hombro con el otro brazo.
_ Esto cada vez es peor … - Dijo con semblante fatigado -
Sentí su peso en mi hombro, yo apenas mido un metro y setenta y cinco centímetros
_Todo sería mas fácil si fuera mas bajita...
La acompañé al baño un poco azorado
_ Te llamaré cuando termine, me cuesta mucho levantarme de la taza del váter, me da vergüenza
pero es lo que hay...
La acompañé hasta el interior del lavabo y ella se quedó de pie
_ ¿Podrías bajarme las bragas? - dijo avergonzada- no tengo fuerzas para nada...
Metí las manos debajo de su falda buscando la goma elástica de las bragas, la ayudé a sentarse
y cerré la puerta; me sentí un poco culpable por haberle pedido que se quedara a trabajar toda la
noche en su estado.
_ Ya está – dijo desde el otro lado de la puerta -
Entré y la ayudé a vestirse, procuré mantener una actitud aséptica como la de un ginecólogo
que atiende a una paciente, son cosas que hay que hacer -pensé-
En el acto de subirle las bragas rocé sin querer el pubis rasurado, solo un leve roce, me pregunté como sería su vida sexual en ese estado.
Volvió a sentarse en su silla de ruedas y noté que tenía la cara muy roja, estaba preciosa …
_ Es un engorro eso de tener que pedir ayuda para esas cosas – dijo con voz entrecortada – la vida de los “minus” es todo un engorro.




Yo estaba situado a su espalda mi miraba sus hermosos pechos desde arriba...Y ella sabía que estaba mirando...
Tomó mi mano delicadamente y la deslizó dentro de su escote, acompañándola con la suya, noté
sentí su tacto delicado, no se que me gustó mas, si su mano sobre la mía o el tacto de sus delicados pechos... Apoyó su cabeza en mi mano invitándome a mas cosas...
La levanté y besé sus labios secos con mis labios secos, las mesas técnicas son argonómicas y se pueden subir y bajar a voluntad.
La tendí sobre una mesa llena de planos y cuando levanté su falda vi que se había quitado las bragas en el lavabo antes de salir.
Ella se dejó hacer, lamí su clítoris delicadamente mientras ella suspiraba, cuando noté su humedad y su excitación me metí dentro de Maria a la vez que la acariciaba, resultaba cómodo hacerlo de esa manera, yo de pie y ella tumbada en la mesa.
Nos miramos todo el rato a los ojos,antes de eyacular ella me dijo: ¡Para! …
Se levantó cogida a mi cuello y me pidió que la sentara en su silla.
_ Siéntate – casi ordenó- en la mesa...
Lo hice y acto seguido ella me cogió el pene con una mano y con la otra mis testículos, puso mi pene en su boca y lo chupó con ganas de volverme loco; cuando que iba a eyacular, dejó correr mi semen entre sus pechos mientras me miraba a los ojos...

Al día siguiente, se comportó normal, como si nada hubiera ocurrido. Yo tampoco comenté nada
nunca volvimos a repetir nada parecido. Nunca volvimos a repetir, era nuestro secreto, es bueno tener secretos...Lo archivé en el apartado de mis sueños como si nunca hubiera ocurrido nada.
Los dos estábamos casados, no es bueno hacer daño a terceros con esas cosas.
Cuando regresé a casa quise entonar la melodía que tocaba mi hija para que todo fuera bien y no se me notara nada...Fue imposible, se había borrado de mi mente.
A la mañana siguiente pude volver a recordarla cunando escuché a mi hija tocarla con el obóe.
A veces cuando la sorprendía tocando, le alborotaba el pelo al pasar, apenas se movía, siempre inmersa en sus cosas, en su mundo.
Yo, entonces pensaba que a los adolescentes había que tratarlos a distancia, no meterse demasiado en sus vidas. Gracias a los adolescentes la vida progresa, el mundo cambia, rompen moldes,hacen que la vida sea diferente. Son atrevidos e inconscientes, subvierten el orden establecido, apenas tienen miedo de nada. Cada generación de adolescentes hace avanzar la vida.
Pensaba, que solo se trata de controlar las cosas peligrosas, y no proyectarse demasiado en los
hijos. Tener hijos es luchar contra la muerte...
Los que entienden de eso, dicen que es bueno conocer a los amigos de los hijos, a veces mi hija traía amigos a casa para hacer trabajos o para escuchar música en su habitación, yo bromeaba con
ellos haciéndome en joven y enseñándoles pequeños prototipos de robots que construía en casa para jugar.
Mi mujer siempre andaba preocupada por las cosas del sexo, si algún amigo se quedaba con ella a estudiar alguna tarde con ella, entraba en la habitación sin llamar, con alguna excusa tonta.
Solo los sorprendió estudiando...
Mi hija era muy guapa, de esas chicas que crujen, de esas chicas que producen tortículis en el cuello de los hombres de la calle; a pesar de su indumentaria rara.
Y fue creciendo...
Cada vez mas encerrada en si misma, cada vez con mejores notas sin apenas estudiar, cada vez con
sus respuestas de : Si, mamá, que soy una buena chica y ya sé lo que quieren los hombres de las mujeres...





Deberíamos llevarla al psicólogo, nuestra chica no es normal, no es como las demás chicas, tiene algo que me preocupa...
Es su carácter, ya cambiará, estará enamorada o yo que sé... -Contestaba para tranquilizarla-

Yo estaba terminando de montar un robot- pinza cuando me avisaron...
Mi hija se había clavado el obóe en el estómago y se había precipitado al vacío desde el tejado
de nuestra casa...
De pronto todo se paró, todo mi mundo dejó de funcionar como si hubieran cortado la luz. No quise verla en la morgue, mi mujer si la quiso ver friorizada en un cajón de la nevera.

No sabía nada de mi hija, ahora que he dejado todo, voy sabiendo mas cosas, sus extraños cuadros
me cuentan trazo a trazo, dibujo a dibujo; voy entendiendo todo mientras los lleno de color; se expresan por si mismos, noto el alma de mi hija en sus formas, me hablan en un idioma que comienzo a entender.
Sus dibujos me cuentan su angustia, su angustia de vivir, su manera de entender el mundo, su inmenso amor por todo el universo, incluso las sonrisas que nos negaba a todas las personas.
Poco a poco comprendí todo su interior, intenté colorearlo, cada color suave, cada pincelada era un beso, un abrazo que le debía, cada pincelada era una lágrima de color por ella.
Una noche, mientras coloreaba uno de sus cuadros, se levantó una suave brisa, y el equipo de música – no estaba enchufado- emitió la dulce melodía de la canción “del todo va bien”, la melodía que desde que se había suicidado no lograba recordar.
Creo que fue su regalo desde otro lugar, del lugar donde quería ir...
Entonces dejé de sentirme culpable y comencé a envejecer...


F I N


PECES





Me encanta el pescado, lo como de todas formas, crudo, asado, a la parrilla u al horno, de todas maneras, de todas clases.
A veces pruebo pescados exóticos, incluso pescados o mariscos peligrosos; frente al mar y con un vino blanco, el pescado es la mejor comida.
En ocasiones mis amigos pescadores me obsequian con algún pescado raro; creo que hacen apuestas a ver si soy capaz de comerlo. Entre las redes de profundidad siempre se encuentran sorpresas, peces o mariscos que nadie conoce.
Paseaba por la playa como cada mañana a la espera de la llegada de las barcas de bajura; pequeñas barcas que pescan con artes tradicionales.
No tardaron en llegar, una tras otra iban varando enterrando su quilla en la arena de la playa esperando su turno para ser remolcados por el polipasto de la cofradía.
Siempre les ayudo, me gusta, me sirve de distracción. Cuando llegan a la orilla me acerco descalzo
para sujetarles la proa mientras amarran el gancho a la espera de su turno.
Ya no son jóvenes, ya no saltan de un brinco de la barca a la arena como antaño.
Son pescadores de toda la vida, no saben hacer otra cosa; se han dejado la vida en el mar, son hombres de respeto...
Ellos saben que soy un hombre de ciudad que los entiende, no hay que hablar nada de eso, yo sé,
ellos saben...
Soy cocinero,de los buenos – lo digo sin modestia – me fascina todo lo relacionado con la comida
las texturas, las formas, los sabores... La cocción, las combinaciones y los maridajes.
Me he partido el espinazo delante de la plancha, de los fogones, he inventado platos para sorprender a ricos aburridos, he enseñado a pinches que ahora son cocineros de prestigio.
Desmallar el pescado de las redes es una tarea paciente, clasificar lo pescado, desenredar las escórporas con cuidado de no pincharse, cortar las aletas de las arañas con cuidado, sus picaduras son muy dolorosas.
Una vez terminado este trabajo, se hace el reparto, dos partes para el patrón y una parte para cada marinero; a continuación organizamos un almuerzo a base de pescado a la parrilla, si hay morralla
-peces pequeños- lo freímos en una vieja sarten.
Siempre cocino yo a cambio de de pescado gratis. En mi mochila siempre llevo una buena provisión de especies y hierbas aromáticas mezcladas con sales especiales ahumadas.
Es curioso como cambian los sabores dependiendo de la madera o las ramas que utilizo para el ahumado. A mis amigos pescadores les encantan mis mezclas y mis experimentos culinarios.
Cuando ya habíamos acabado de comer, mientras Jaume hacía café y la botella de ron había comenzado a circular de mano en mano, Caín – uno de los pescadores- se acercó a mi con una pequeña nasa llena de unos moluscos que no sabía identificar.
_ ¿Tú has visto algo parecido alguna vez?
Observé con interés, eran unos caparazones que se asemejaban a las piedras...Tal vez unos extraños caracoles.
Les quitamos las algas que los cubrían y yo los limpié con agua de mar, los golpee un poco y sonaba a hueco.
_ Pueden ser una especie de cohombros, pepinos de mar, tal vez – aventuré-
Todos nos acercamos a mirar
_ Los cohombros hace diez años nadie se los comía, ahora son caros de cojones – dijo el patrón-




_ Son parecidos pero mas grandes... Pueden servir para cebo de los palangres...
_ A ver lo que hay dentro... - dijo a la vez que golpeaba el caparazón con el palo de matar escórporas -
_ A lo mejor son buenos de comer – dijo el marinero mas joven apodado Bob esponja-
_ Ese es capaz de comerse un tío cagando – dijo Jaume entre risas-
Mientras tomábamos carajillos de ron íbamos especulando sobre las extrañas cápsulas pétreas de la cesta.
_ Bueno, vamos a ver lo que hay dentro.
Jaume me acercó el martillo que usaba para los atascos del vetusto motor y yo le propiné varios golpes; estaba muy duro, dos golpes mas y la cáscara cedió partiéndose por la mitad.
Una masa viscosa se movió en el interior de la cáscara, algo parecido a una ostra pero con tentáculos finos y viscosos, parecidos a las lombrices de tierra.
_ ¡Puaggg! - exclamó Bob esponja...
_ ¡ No lo toques! Puede ser venenoso – dijo Jaume en plan protector -
Con la punta de un palito escarbé entre la masa viscosa, al contacto con el aire estaba cambiando de
color; del amarillo purulento del principio había pasado a un rojo salmón.
_ Se está oxidando por el oxígeno...
_ A ver si hemos descubierto una nueva especie – dijo Jaume -
_ ¿Estará bueno de comer? - insistió el esponja-
_ Hay que probarlo todo – dije yo-
_ No hay cojones de probar eso – dijo Pere que había permanecido callado-
Me piqué, casi nunca me pico con nada pero esta vez...
_ Podemos probar un poco – dije atrevido- el veneno es una cuestión de dosis, antes había gente
que se drogaba con cianuro...
_ A ver si descubrimos una nueva droga y nos forramos – dijo el esponja-
Su apodo venía de su afición a absorber cerveza, Bob pescaba y bebía cerveza, no había hecho nada mas en la vida... Bueno si, una vez hizo la comunión...
A veces la tripulación se reía con eso...
Hace solo cincuenta años nadie se comía un rape, le llamaban pez-sapo, ahora es de los peces mas apreciados – comenté yo en plan erudito-
_ Si, - dijo Jaume- pero los peces araña y los peces globo son muy venenosos...
_ Solo si te pican, claro...
Algunos peces te matan en segundos si no sabes limpiarlos correctamente.
Jaume es un verdadero experto en todo lo que vive en el mar, sabe todos los nombres y sus ciclos
vitales.
_ Yo creo que es una especie de pepino de mar, un cohombro, solo hay que ver el caparazón, no
creo que sea venenoso
Partí un trocito y lo puse sobre las piedras calientes del fuego de asar pescado, al hacerlo se
encogió de golpe, aún estaba vivo...
_Reacciona como las estrellas de mar – dijo Bob esponja-
_ Deberíamos llevar una muestra al instituto de las ciencias del mar, a lo mejor hemos descubierto
una nueva especie marina y nos hacemos famosos... - Dijo Jaume socarrón-
Corté un trocito de tentáculo y me lo puse en la boca con cuidado; se había tostado demasiado
y apenas sabía a nada.
Acto seguido corté otro trocito pequeño y me lo metí crudo en la boca, lo paladee con precaución
_ Mmmmm sabe raro, pero tiene un sabor que me encanta, nunca he probado nada parecido
Les animé a que lo probaran pero nadie se atrevió...
Se hacía tarde y nos despedimos comentando nuestra aventura culinaria.




Jaume , el patrón se llevó una muestra para mandarla al instituto de especies marinas
Yo me fui a casa con un extraño sabor en mi boca.
De camino a casa me detuve a pensar en el mundo de los sabores; saborear es como asomarse
a otros mundos pero de una manera mas abstracta, como entender otro idioma, es como cuando
te dan un beso, la persona que te besa, el sabor de sus labios te cuenta cosas.
Casi me arrepentí de no haber probado mas cantidad del extraño molusco.
A veces cuando estoy en la cocina y preparo algún plato nuevo, ando todo el día probando
pequeñas porciones; cuando logras alguna mezcla nueva o algún maridaje que combina, es
como si crearas algo nuevo, algo que no existía,es como si aportaras algo nuevo al universo
algo que solo has hecho tu.
El sabor del extraño molusco no me recordaba a nada, me pasó algo parecido cuando probé el
wasabi la primera vez, nada se parece al wasabi.

Siempre duermo la siesta en mi terraza, me gusta dormirme meciéndome en mi hamaca, apenas
termino de comer caigo como desmayado en un profundo sueño reparador que dura media hora
Luego voy a mi restaurante a hacer listas de compras, supervisar y todas esas cosas de mi vida
cotidiana.
Apenas cocino, solo superviso y organizo el trabajo, las cosas cada vez funcionan mejor sin mi
ya no soy nada imprescindible.
Me dormí apenas me recosté en mi hamaca, como siempre, la brisa del mar me acariciaba la cara
como si estuviera navegando en alta mar.
La sentía, el aire traía olores que al respirarlos se transformaban en sabores.
Creo que de alguna forma traspasé el muro que separa el sueño de la realidad, tal vez la mezcla de
las dos cosas. Cuando desperté pude recordar con claridad mi sueño.
Soñé que me lanzaba desde una roca muy alta y me zambullía en el mar, me había tirado de cabeza
cuando el agua me recibió sentí que me abrazaba, como si tirara de mi invitándome a sumergirme
en las profundidades marinas.
No tenía miedo y no me preocupaba por respirar, ni siquiera había pensado en ello.
Sentía placer bajo el agua, todos mis sentidos se habían aunado percibiendo multitud de sensaciones
placenteras; todos mis sentidos eran sabor, percibí o imaginé que había sentido todo el sabor del mar.
Cuando desperté me palpé la ropa y noté que estaba empapado de sudor... O eso creí, no quise
pensar que estaba mojado de agua de mar.
Encontré a Jaume el día siguiente, no sabía como contarle todo lo que había sentido, tal vez el
extraño molusco tuviera componentes alucinógenos. Por otra parte no estaba seguro que mi sueño
estuviera relacionado con la ingestión de esa rara especie.
_ ¿Te dijeron algo en el instituto de especies marinas? - le pregunté con ganas de saber-
_ ¡Calla! ¡ Calla!... - Dijo entre risas-
_ Lo dejé encima de la mesa del taller donde arreglo la barca y resulta que mi mujer, tan ordenada
ella, lo tiró a la basura...
_ Bueno, seguro que era una especie de cohombro raro...
_ ¡Joder! - Exclamé yo – nunca sabremos si era una nueva especie...
_ Bueno, siempre podrás decir que has comido algo que nadie ha comido nunca.
Jaume siempre encuentra el lado bueno de las cosas; es la mejor persona que he conocido en mi vida.
_ ¿Te encuentras bien? Tienes mala cara, a ver si el bicho era venenoso...
_ Estoy mejor que nunca – respondí- es una lástima que tu mujer lo haya tirado a la basura...





Los inviernos en este pueblo con mar, son silenciosos, es como estar bajo el agua pero escuchando el rumor del mar.
Me gusta pasear por la playa, la población de cormoranes va en aumento, cada vez hay mas desde
que no los cazan los pescadores; pescan pequeños peces, siempre en pareja, me gusta verlos nadar
son torpes fuera del agua, ágiles como peces dentro de ella.
No se deciden a ser pájaros o peces, a vivir en la tierra o en el mar.
Ahora, cuando como, siento un estallido de sabores en mi boca y en mi cabeza, mil matices gustativos que me cuentan la historia de lo que he comido.
Me encanta el olor a mar, a veces bebo pequeñas porciones de agua marina, me da la sensación
de que bebo una especie de luz.
Camino por la orilla del mar, las olas mojan mis zapatos y mis pies, el agua está muy fría pero
no me importa, es como si el mar me llamara.
Esta mañana me he bañado, nunca me baño en invierno, el agua del Mediterraneo es muy fría
solo es agradable bañarse los tres meses de verano.
Ha sido un pequeño espectáculo, nadie se baña en invierno, es de locos; los poco turistas contempladores de paisajes me miraban con admiración.
Permanecí varias horas en el agua sin ganas de salir, nadé un rato junto a los negros cormoranes
que me miraban con sus ojos azules, tienen una mirada helada, fija...
Abrí la boca dejando que entrara agua en mi garganta, en mi estomago, me hacía sentir bien.
Nunca me había sentido tan ágil, tan bien...
Salí y me tendí en la arena, y varias gaviotas se acercaron a mi, amenazantes, mirándome con sus ojos amarillos, abriendo sus picos blancos con una mota roja.
Cada vez mas atrevidas...
En invierno las gaviotas se apoderan de la playa, marcan su territorio...
Les tiré un puñado de arena para alejarlas, y todas levantaron en vuelo a la vez formando una nube
de plumas blancas y grises.
Tenía la sensación de que querían comerme...
Me zambullí otra vez y me sentí protegido por el mar.
Ahora me gusta lanzarme de cabeza al agua desde las rocas mas altas, así llego mas al fondo, no tengo ganas de salir cuando me sumerjo, apenas me acuerdo de respirar; cuando regreso a casa
añoro el mar, necesito su húmedo abrazo.
Apenas he aparecido por mi restaurante en varios días, estoy raro...
Es negra noche, apenas puedo dormir, tengo la boca seca, tengo sed de agua de mar...
Me he levantado, voy desnudo por la casa muerto de sed...
Salgo de mi casa desnudo, buscando el cercano mar, creo que mi piel se está secando...
He subido a las rocas del acantilado, aspiro el olor salobre con sus mil gustos y aromas...
Me tiro desde la roca mas alta abrazado a una gran piedra marrón...
El mar me recibe con las agua abiertas, cada vez bajo mas a las profundidades abrazado a la piedra
abro la boca y trago agua salada a raudales, mi cuerpo se llena de agua, ya soy agua...
Algunos peces han comenzado a mordisquearme los pies, me hacen cosquillas y yo sonrío...
Sonrío...


F I N