Todos los veranos solemos reunirnos un
grupo de personas en la playa al abrigo de la barca de mi amigo Nil ; él
apenas la usa, ya es un poco viejo, la barca sirve más de armario
para meter las hamacas y las alfombrillas que para salir al mar .
Casi siempre somos los mismos, ya es
una costumbre ir a tomar el sol al mismo sitio, no obstante cada
verano se agregan nuevos amigos, si pasan un par de tardes ya se
quedan todo el verano.
Si llegamos temprano dormimos la siesta
hasta las cinco, luego para despejarnos de la siesta vamos desfilando
hasta el mar.
Las mujeres permanecen en la orilla
charlando y charlando, Nil y yo competimos a nadar hasta la boya
amarilla...Estamos en la edad del todavía...
Todavía llegamos... Es como la medida
de nuestro estado físico.
Nadamos tranquilos, no es una
competición real, sólo se trata de llegar como sea.
La verdad es que no concebimos una
tarde de playa sin nuestras charlas a la sombra de la barca, nos
llevan los pies...
Hacemos dos grupos, las chicas con sus
revistas del corazón, despellejando a la actriz pillada enseñando
las tetas, y los hombres hablando de política y de economía.
Cuando me canso de hablar de lo mismo,
abro uno de esos libros imposibles de leer que me he propuesto
terminar a toda costa, a ver si me hago un tipo culto de una puñetera
vez...
Lo de siempre, un verano más al sol...
Estaba escondido detrás de mis gafas
de sol negrísimas y apenas me di cuenta cuando llegaron, saludaron a
nuestros amigos – se conocían de "nosequé" ...-
Yo estaba casi dormido meditando sobre
una frase poética …
Vives en un sueño de piedra, a mitad
de camino entre el absurdo y la nada... La verdad es que la frase me
había inquietado un poco; ya he dejado de hacerme preguntas sobre mi
vida, ya me he conformado... Sólo me preocupa poder llegar a la
boya...
Tendieron las toallas a una distancia
prudencial y se integraron en el grupo. Al principio con timidez, y al poco rato ya parecía que habían
formado parte del grupo desde siempre.
Yo fingía dormir tras mis gafas
negrísimas...
Observaba como el matrimonio que había
llegado con dos adolescentes se instalaba al lado de mi esposa que me
disculpaba por estar dormido.
Un chico de unos quince años y la
chica de trece -según me dijeron luego- el chico desapareció cinco
minutos después de las presentaciones buscando a su grupo de amigos
que jugaba al balón playa.
El padre, un tipo alto y delgado se
incorporó enseguida al grupo de hombres...
La madre, una mujer bajita con cara de
sufrimiento...
No era para menos, su hija...
Nos contó – como si se disculpara
por traerla con nosotros – que su hija era una mezcla de autista y
síndrome de Down, que se portaba bien, que apenas hacia otra cosa
que jugar con los cubos de arena, como una niña pequeña.
_¿Verdad que te portas siempre bien ?
Le dijo como si tuviera tres años...
La chica ni se inmutó...
Yo seguí haciéndome el dormido
mientras observaba a la niña...
Mantenía la cabeza gacha, caída como
un cristo crucificado, toda su atención estaba puesta en llenar
cubos de arena e intentar hacer un flan de esos que hacen los niños
en la playa.
Hacer flanes en esa playa es imposible,
la arena es de grueso calibre, de esa que se clava cuando te sientas.
Una chica obesa, gorda, casi el doble
que su madre, el pelo corto a lo chico, vestía un bañador que se le
clavaba en la carne de la espalda, enormes pechos algo caídos, la
boca ligeramente torcida …
Dejé de disimular y hice como si me
despertara...
Me quité las gafas y pedí excusas...
Cuando terminaron las presentaciones de
los nuevos componentes del grupo playero le pregunté a la chica como
se llamaba
-Se llama Hermesenda -
-¿Hermesenda?
-Sí, cosas de la abuela...Ya sabes
-dijo un poco azorada-
-Es un nombre de princesa -dije yo-
-¿Has oído Hermy? ¡Eres una
princesa!
La princesa Hermesenda ni caso, como si
oyera llover...
-Ya le he dicho a su señora que la
niña...
-No se preocupe...
No me añadí a la conversación de los
hombres, estaban hablando de fútbol y es un tema que no domino bien,
además todos son del mismo equipo y éso hace más tediosa la
conversación...
La niña seguía con su interminable
labor de hacer flanes de playa con arena gruesa; no le importaba, ni
se enfadaba si los flanes no salían, le daba igual; llenaba el
cubito, aplastaba la arena y lo volcaba de una manera continua, no le importaba
el continuo fracaso, lo volvía a hacer una y otra vez...
-Creo que cerca del mar la arena es mas
fina... - le dije queriendo solucionarle el problema- ni caso...
-Nunca hace caso a nadie - dijo la
madre- sólo cosas muy básicas...
-Mi marido también es un poco así –
dijo mi listísima esposa – creo que harán buenas migas …
Le quité el cubito y la tomé de la
mano...
-Anda, ven a la orilla del mar que vas
a ver lo que es hacer flanes …
-La niña miró a su madre
interrogante...
-Sí, - dijo insegura- ve con ese señor
que entiende de flanes, a ver si hacéis un castillo para la
princesa...
Hermesenda me siguió mansamente como
una niña pequeña en busca de la arena fina de la orilla
Cuando volqué mi primer flan de arena
fina un poco humedecida, la princesa Hermesenda levantó los brazos
en señal de victoria; hicimos un montón de flanes e incluso un
proyecto de castillo que un imbécil que salia del agua nos pisó...
La niña le tiró un puñado de arena
como venganza.
Cuando nos cansamos de hacer
construcciones de arena nos metimos en el agua para limpiarnos, le
pregunté si sabía nadar...
- ¿Nadas bien?
-Sí – dijo la niña claramente-
-¿Bien de bien o bien de me aguanto un
poco?
-Bien de bien...
-Si nos ahogamos mi mujer y tu madre
nos matan...
-A mi madre le dará igual...Me odia...
-dijo entre dientes-
Me callé, estaba sorprendido, hablaba
con fluidez, con normalidad...
Nadaba genial...
-Yo soy buen nadador- me lacé al agua
y ella lo hizo detrás de mi con toda naturalidad...
Cuando salimos, mi mujer y su madre nos
estaban esperando preocupadas en la orilla.
Ante la presencia de su madre,
Hermesenda volvió a su mutismo habitual, bajó la cabeza, tomó la
mano de su madre y permaneció el resto de la tarde haciendo flanes
imposibles...
Mientras estábamos en el agua, la
madre de Hermesenda había estado hablando con mi mujer sobre las
peculiaridades de su hija.
-No te pases con la niña que es
especial – dijo con ese tono militar que tanto me disgusta- Sabe leer y escribir un poco, la llevan
a un colegio especial... Son muy ricos …-Necesita atención constante, está en
una edad muy difícil, tiene trece años...
-Sólo hemos hecho unos flanes de arena …
-La has metido demasiado dentro del mar,
imagina si le pasa algo...
-Si nada muy bien...
-¿No te das cuenta como es esa niña?
- dijo con enfado -
-¿No puedes comportarte como las
personas normales? Siempre tienes que meterte en líos...
-Es una chica muy interesante... No es
lo que parece...
-¡Sólo es una autista, una
disminuida...!
-¿Puedo enseñarla a pintar? - Dije en
plan sumiso -
-¡Uuuuuuffffffff! - bufó exasperada -
Más Agosto, el grupo que se asienta con
toallas de colores a la sombra de la barca de Nil aumenta o disminuye
a medida que avanza el mes, el sol aprieta, las pieles y las chicas
compiten con el bronceado.
La madre de Hermesenda embadurnaba a su
hija con una crema protectora blanca, la niña se quedaba quieta como
una estatua, estaba muy blanca...
Me acerqué con un bloc y unas
acuarelas que había comprado en los chinos para la ocasión, lo abrí
y puse agua en el tapón de una botella para diluir los colores.
-¿Quieres pintar princesa? - Le dije
con naturalidad -
-¡Qué bueno es tu marido! - exclamó
su madre dirigiéndose a mi mujer – tiene mucha paciencia con los
niños...
-Se aburre y hace esas cosas... -
Contestó ella -
-Todo el mundo se aparta de los niños
con problemas... Ya sabes... - Comentó la madre -
-No tienes una vida fácil, no... -
Dijo mi mujer -
-Hermesenda no me contestó pero su
mirada dijo sí...
La tomé de la mano y la llevé unos
metros mas cerca del mar buscando la sombra de la proa de la barca.
Cuando le moleste tráigala otra vez
aquí, se asusta si no me ve, no está acostumbrada...-Dijo la madre
un poco asustada por lo inusual de mi acción
-¿Sabes dibujar ?
-Sí
-¿Mucho?
-Sí
-Me gusta más pintar – dijo con
claridad -
-Se había transformado, ya no era la
Hermesenda metida en sí misma …
-Pintar es fácil, y si pintamos
abstracto todavía mas...
-¿Qué es abstracto?
-El alma de las cosas...
-¿Lo de dentro?
-Sí...
Un círculo amarillo, una franja de
color azul cielo, una franja de azul mar … Pintar una marina de ese
modo es algo maravilloso...
-Es fácil, sí... - Dijo la niña
llenando de color los esbozos que le había dibujado-
Repetimos la marina once veces...
Siempre igual...
-Puedes quedarte el bloc, así en casa
vas practicando...
-Sólo puedo pintar contigo...
-¿Por qué?
-¿No te das cuenta? …
-Mi madre cree que soy idiota...
Nunca olvidaré la intensidad de su
mirada, había clavado sus ojos en los míos de una manera furiosa...
-¿Nadie sabe que sabes hacer cosas?
-Sólo mi amiga del colegio... Pero ella
es perversa...
-¿Cómo de perversa?
-Ya sabes... Sabe todas las cosas
prohibidas...
-Me cuenta todo lo que tengo que saber,
ella es guapa...
Me contó que estaba interna en un
colegio especial para autistas y chicos con síndromes extraños.
-Me paso la vida rodeada de
idiotas...Yo no soy muy lista pero se cosas...Mis padres me dejan
allí en el colegio y vienen a verme cada semana un rato, sólo
piensan en el listo de mi hermano...
-Pero no es justo que ocultes tus
cosas, podrías ir a otros colegios y llevar una vida mejor...
-¡Soy fea! ¡Mírame!...
-Ni se te ocurra decirle nada a mi
madre y menos a mi padre...
¿Por qué me lo cuentas a mí?
-Me caes bien, eres raro...
-¿Pintamos más? - le dije para
recuperarme -
Pasamos casi todo el mes de Agosto con
ese juego, nos alejábamos del grupo y pintábamos cosas, a veces
guardábamos un poco de merienda para las gaviotas que cada vez se
acercaban más a nosotros...
Al final de las vacaciones algunas
tardes llovía, nos refugiábamos bajo el parasol y cantábamos
canciones retro que yo le enseñaba.
-El final, del verano, llegó y tu
partirás...
-Yo no sé, hasta cuando nuestro amor
resistirá...
Canté la vieja canción del dúo
dinámico sin darme cuenta, sin ser consciente que se la estaba
creyendo...
Loli, alias la coca – una mujer gorda
que solía formar parte del grupo soltó la palabra mágica que hizo
poner todas las luces rojas en el grupo...-
-¡Parecen novios !
Y soltó una de sus horrendas risotadas
de bruja loca …
La noche que terminaron las vacaciones
llovía a raudales, una de esas tormentas de verano que iluminan el
mar con serpentinas eléctricas y los truenos hacen temblar las
paredes.
Sonó el teléfono móvil que vive en
mi mesilla de noche, lo cogí alarmado – casi nunca me llama nadie
en verano -
Hermesenda había desaparecido... Sus
padres y algún vecino la estaban buscando por todo el pueblo, me levanté y me puse el chubasquero
que uso a veces para salir al mar a pescar y avisé a mi mujer, que ya
se temía lo peor...
No tardamos en encontrarnos con sus
padres que estaban al borde de la histeria
Ya habían llamado a la policía
Tomé mi potente linterna y me uní a
ellos pensando lugares donde podía estar...
Nos dividimos en grupos. Mi mujer se
quedó consolando a la madre que desfallecía.
Me aparté del grupo y me acerqué a la
playa, a un sitio de las rocas que una vez fuimos a coger cangrejos.
Estaba allí, oculta entre las rocas …
La iluminé con mi potente linterna
cegándole los ojos mojados de lágrimas y de mar …
-No me quiero ir de aquí... - dijo sin
esperar mis preguntas-
-Quiero vivir contigo, con tu mujer,
quiero ser vuestra hija
-Cuando no se que decir suelo callarme
… ¿Qué decirle?... Nunca aprendí lo que se dice en esos casos …
Se abrazó a mi con una fuerza que
hacía daño...
Solo atiné a acariciarle el pelo
mojado...
No sé el tiempo que pasó, pronto
llegaron las luces de la policía, con linternas potentes de esas de
reglamento,más tarde sus padres y los vecinos...pidiendo explicaciones por los
abrazos...
Y mi mujer intentando explicarles que
no era lo que parecía …
Apenas llegaron los padres Hermesenda
volvió a ser una chica Down...Una autista de libro, se tiró al
suelo y comenzó a hacer flanes imposibles con un cubito que se había
llevado de casa...
… Y yo sin ganas de dar ninguna
explicación a nadie...
Sin ganas de hablar con idiotas...
Sin ganas de nada...
F I N