viernes, 6 de mayo de 2016

FLANES IMPOSIBLES




  

Todos los veranos solemos reunirnos un grupo de personas en la playa al abrigo de la barca de mi amigo Nil ; él apenas la usa, ya es un poco viejo,  la barca sirve más de armario para meter las hamacas y las alfombrillas que para salir al mar .
Casi siempre somos los mismos, ya es una costumbre ir a tomar el sol al mismo sitio, no obstante cada verano se agregan nuevos amigos, si pasan un par de tardes ya se quedan todo el verano.
Si llegamos temprano dormimos la siesta hasta las cinco, luego para despejarnos de la siesta vamos desfilando hasta el mar.
Las mujeres permanecen en la orilla charlando y charlando, Nil y yo competimos a nadar hasta la boya amarilla...Estamos en la edad del todavía...
Todavía llegamos... Es como la medida de nuestro estado físico.
Nadamos tranquilos, no es una competición real, sólo se trata de llegar como sea.
La verdad es que no concebimos una tarde de playa sin nuestras charlas a la sombra de la barca, nos llevan los pies...
Hacemos dos grupos, las chicas con sus revistas del corazón, despellejando a la actriz pillada enseñando las tetas, y los hombres hablando de política y de economía.
Cuando me canso de hablar de lo mismo, abro uno de esos libros imposibles de leer que me he propuesto terminar a toda costa, a ver si me hago un tipo culto de una puñetera vez...
Lo de siempre, un verano más al sol...
Estaba escondido detrás de mis gafas de sol negrísimas y apenas me di cuenta cuando llegaron, saludaron a nuestros amigos – se conocían de "nosequé" ...-
Yo estaba casi dormido meditando sobre una frase poética …
Vives en un sueño de piedra, a mitad de camino entre el absurdo y la nada... La verdad es que la frase me había inquietado un poco; ya he dejado de hacerme preguntas sobre mi vida, ya me he conformado... Sólo me preocupa poder llegar a la boya...
Tendieron las toallas a una distancia prudencial y se integraron en el grupo. Al principio con timidez, y al poco rato ya parecía que habían formado parte del grupo desde siempre.
Yo fingía dormir tras mis gafas negrísimas...
Observaba como el matrimonio que había llegado con dos adolescentes se instalaba al lado de mi esposa que me disculpaba por estar dormido.
Un chico de unos quince años y la chica de trece -según me dijeron luego- el chico desapareció cinco minutos después de las presentaciones buscando a su grupo de amigos que jugaba al balón playa.
El padre, un tipo alto y delgado se incorporó enseguida al grupo de hombres...
La madre, una mujer bajita con cara de sufrimiento...
No era para menos, su hija...
Nos contó – como si se disculpara por traerla con nosotros – que su hija era una mezcla de autista y síndrome de Down, que se portaba bien, que apenas hacia otra cosa que jugar con los cubos de arena, como una niña pequeña.
_¿Verdad que te portas siempre bien ?
Le dijo como si tuviera tres años...
La chica ni se inmutó...
Yo seguí haciéndome el dormido mientras observaba a la niña...

  Mantenía la cabeza gacha, caída como un cristo crucificado, toda su atención estaba puesta en llenar cubos de arena e intentar hacer un flan de esos que hacen los niños en la playa.
Hacer flanes en esa playa es imposible, la arena es de grueso calibre, de esa que se clava cuando te sientas.
Una chica obesa, gorda, casi el doble que su madre, el pelo corto a lo chico, vestía un bañador que se le clavaba en la carne de la espalda, enormes pechos algo caídos, la boca ligeramente torcida …
Dejé de disimular y hice como si me despertara...
Me quité las gafas y pedí excusas...

Cuando terminaron las presentaciones de los nuevos componentes del grupo playero le pregunté a la chica como se llamaba
-Se llama Hermesenda -
-¿Hermesenda?
-Sí, cosas de la abuela...Ya sabes -dijo un poco azorada-
-Es un nombre de princesa -dije yo-
-¿Has oído Hermy? ¡Eres una princesa!
La princesa Hermesenda ni caso, como si oyera llover...
-Ya le he dicho a su señora que la niña...
-No se preocupe...
No me añadí a la conversación de los hombres, estaban hablando de fútbol y es un tema que no domino bien, además todos son del mismo equipo y éso hace más tediosa la conversación...
La niña seguía con su interminable labor de hacer flanes de playa con arena gruesa; no le importaba, ni se enfadaba si los flanes no salían, le daba igual; llenaba el cubito, aplastaba la arena y lo volcaba de una manera continua, no le importaba el continuo fracaso, lo volvía a hacer una y otra vez...
-Creo que cerca del mar la arena es mas fina... - le dije queriendo solucionarle el problema- ni caso...
-Nunca hace caso a nadie - dijo la madre- sólo cosas muy básicas...
-Mi marido también es un poco así – dijo mi listísima esposa – creo que harán buenas migas …
Le quité el cubito y la tomé de la mano...
-Anda, ven a la orilla del mar que vas a ver lo que es hacer flanes …
-La niña miró a su madre interrogante...
-Sí, - dijo insegura- ve con ese señor que entiende de flanes, a ver si hacéis un castillo para la princesa...
Hermesenda me siguió mansamente como una niña pequeña en busca de la arena fina de la orilla
Cuando volqué mi primer flan de arena fina un poco humedecida, la princesa Hermesenda levantó los brazos en señal de victoria; hicimos un montón de flanes e incluso un proyecto de castillo que un imbécil que salia del agua nos pisó...
La niña le tiró un puñado de arena como venganza.
Cuando nos cansamos de hacer construcciones de arena nos metimos en el agua para limpiarnos, le pregunté si sabía nadar...
- ¿Nadas bien?
-Sí – dijo la niña claramente-
-¿Bien de bien o bien de me aguanto un poco?
-Bien de bien...
-Si nos ahogamos mi mujer y tu madre nos matan...
-A mi madre le dará igual...Me odia... -dijo entre dientes-
Me callé, estaba sorprendido, hablaba con fluidez, con normalidad...
Nadaba genial...
-Yo soy buen nadador- me lacé al agua y ella lo hizo detrás de mi con toda naturalidad...
Cuando salimos, mi mujer y su madre nos estaban esperando preocupadas en la orilla.
Ante la presencia de su madre, Hermesenda volvió a su mutismo habitual, bajó la cabeza, tomó la mano de su madre y permaneció el resto de la tarde haciendo flanes imposibles...

Mientras estábamos en el agua, la madre de Hermesenda había estado hablando con mi mujer sobre las peculiaridades de su hija.
-No te pases con la niña que es especial – dijo con ese tono militar que tanto me disgusta- Sabe leer y escribir un poco, la llevan a un colegio especial... Son muy ricos …-Necesita atención constante, está en una edad muy difícil, tiene trece años...
-Sólo hemos hecho unos flanes de arena …
-La has metido demasiado dentro del mar, imagina si le pasa algo...
-Si nada muy bien...
-¿No te das cuenta como es esa niña? - dijo con enfado -
-¿No puedes comportarte como las personas normales? Siempre tienes que meterte en líos...
-Es una chica muy interesante... No es lo que parece...
-¡Sólo es una autista, una disminuida...!
-¿Puedo enseñarla a pintar? - Dije en plan sumiso -
-¡Uuuuuuffffffff! - bufó exasperada -

Más Agosto, el grupo que se asienta con toallas de colores a la sombra de la barca de Nil aumenta o disminuye a medida que avanza el mes, el sol aprieta, las pieles y las chicas compiten con el bronceado.
La madre de Hermesenda embadurnaba a su hija con una crema protectora blanca, la niña se quedaba quieta como una estatua, estaba muy blanca...
Me acerqué con un bloc y unas acuarelas que había comprado en los chinos para la ocasión, lo abrí y puse agua en el tapón de una botella para diluir los colores.
-¿Quieres pintar princesa? - Le dije con naturalidad -
-¡Qué bueno es tu marido! - exclamó su madre dirigiéndose a mi mujer – tiene mucha paciencia con los niños...
-Se aburre y hace esas cosas... - Contestó ella -
-Todo el mundo se aparta de los niños con problemas... Ya sabes... - Comentó la madre -
-No tienes una vida fácil, no... - Dijo mi mujer -
-Hermesenda no me contestó pero su mirada dijo sí...
La tomé de la mano y la llevé unos metros mas cerca del mar buscando la sombra de la proa de la barca.
Cuando le moleste tráigala otra vez aquí, se asusta si no me ve, no está acostumbrada...-Dijo la madre un poco asustada por lo inusual de mi acción
-¿Sabes dibujar ?
-Sí
-¿Mucho?
-Sí
-Me gusta más pintar – dijo con claridad -
-Se había transformado, ya no era la Hermesenda metida en sí misma …

-Pintar es fácil, y si pintamos abstracto todavía mas...
-¿Qué es abstracto?
-El alma de las cosas...
-¿Lo de dentro?
-Sí...
Un círculo amarillo, una franja de color azul cielo, una franja de azul mar … Pintar una marina de ese modo es algo maravilloso...
-Es fácil, sí... - Dijo la niña llenando de color los esbozos que le había dibujado-
Repetimos la marina once veces... Siempre igual...
-Puedes quedarte el bloc, así en casa vas practicando...
-Sólo puedo pintar contigo...
-¿Por qué?
-¿No te das cuenta? …
-Mi madre cree que soy idiota...
Nunca olvidaré la intensidad de su mirada, había clavado sus ojos en los míos de una manera furiosa...
-¿Nadie sabe que sabes hacer cosas?
-Sólo mi amiga del colegio... Pero ella es perversa...
-¿Cómo de perversa?
-Ya sabes... Sabe todas las cosas prohibidas...
-Me cuenta todo lo que tengo que saber, ella es guapa...

Me contó que estaba interna en un colegio especial para autistas y chicos con síndromes extraños.
-Me paso la vida rodeada de idiotas...Yo no soy muy lista pero se cosas...Mis padres me dejan allí en el colegio y vienen a verme cada semana un rato, sólo piensan en el listo de mi hermano...
-Pero no es justo que ocultes tus cosas, podrías ir a otros colegios y llevar una vida mejor...
-¡Soy fea! ¡Mírame!...
-Ni se te ocurra decirle nada a mi madre y menos a mi padre...
¿Por qué me lo cuentas a mí?
-Me caes bien, eres raro...
-¿Pintamos más? - le dije para recuperarme -

Pasamos casi todo el mes de Agosto con ese juego, nos alejábamos del grupo y pintábamos cosas, a veces guardábamos un poco de merienda para las gaviotas que cada vez se acercaban más a nosotros...
Al final de las vacaciones algunas tardes llovía, nos refugiábamos bajo el parasol y cantábamos canciones retro que yo le enseñaba.
-El final, del verano, llegó y tu partirás...
-Yo no sé, hasta cuando nuestro amor resistirá...
Canté la vieja canción del dúo dinámico sin darme cuenta, sin ser consciente que se la estaba creyendo...
Loli, alias la coca – una mujer gorda que solía formar parte del grupo soltó la palabra mágica que hizo poner todas las luces rojas en el grupo...-
-¡Parecen novios !
Y soltó una de sus horrendas risotadas de bruja loca …
La noche que terminaron las vacaciones llovía a raudales, una de esas tormentas de verano que iluminan el mar con serpentinas eléctricas y los truenos hacen temblar las paredes.
Sonó el teléfono móvil que vive en mi mesilla de noche, lo cogí alarmado – casi nunca me llama nadie en verano -
Hermesenda había desaparecido... Sus padres y algún vecino la estaban buscando por todo el pueblo, me levanté y me puse el chubasquero que uso a veces para salir al mar a pescar y avisé a mi mujer, que ya se temía lo peor...
No tardamos en encontrarnos con sus padres que estaban al borde de la histeria
Ya habían llamado a la policía
Tomé mi potente linterna y me uní a ellos pensando lugares donde podía estar...
Nos dividimos en grupos. Mi mujer se quedó consolando a la madre que desfallecía.
Me aparté del grupo y me acerqué a la playa, a un sitio de las rocas que una vez fuimos a coger cangrejos.
Estaba allí, oculta entre las rocas …
La iluminé con mi potente linterna cegándole los ojos mojados de lágrimas y de mar …
-No me quiero ir de aquí... - dijo sin esperar mis preguntas-
-Quiero vivir contigo, con tu mujer, quiero ser vuestra hija
-Cuando no se que decir suelo callarme … ¿Qué decirle?... Nunca aprendí lo que se dice en esos casos …
Se abrazó a mi con una fuerza que hacía daño...
Solo atiné a acariciarle el pelo mojado...
No sé el tiempo que pasó, pronto llegaron las luces de la policía, con linternas potentes de esas de reglamento,más tarde sus padres y los vecinos...pidiendo explicaciones por los abrazos...
Y mi mujer intentando explicarles que no era lo que parecía …
Apenas llegaron los padres Hermesenda volvió a ser una chica Down...Una autista de libro, se tiró al suelo y comenzó a hacer flanes imposibles con un cubito que se había llevado de casa...
… Y yo sin ganas de dar ninguna explicación a nadie...
Sin ganas de hablar con idiotas...
Sin ganas de nada...

F I N