martes, 12 de abril de 2011

Cassandra

Ella siempre lo supo, desde pequeña, para ella era algo natural formaba parte de de su ser...
Todo se limitaba a a un escalofrío que recorría todo su cuerpo como una descarga eléctrica que duraba un par de segundos, entonces ella se transformaba por dentro sintiendo y viendo cosas que no entendía, cosas de otra época de otros tiempos...Cosas parecidas a las películas de romanos de la tele, guerreros griegos con penachos de plumas y lanzas, mujeres vestidas con túnicas blancas que adoraban una estatua de oro.
De tarde en tarde se incendiaba, como ella decía, todo el cuerpo le ardía y se ponía roja como la sangre, como si la sangre le fuera a salir de las venas, sus padres lo atribuían a una alergia y alarmados la llevaban constantemente al médico, después de muchos análisis y pruebas el médico les dijo que que no era nada que su hija gozaba de una salud fuera de lo común.
Y es que Cassandra nunca había estado enferma,ni un miserable resfriado,ni las enfermedades típicas de los niños, paperas,tos ferina,sarampión, su madre presumía delante de las vecinas de los colores de cara de su hijita y de su salud de hierro, su padre decía que tenía anticuerpos de acero.
Cassandra nunca mentía,siempre decía la verdad aunque siempre le daba la sensación de que no la creían, eso le daba mucha rabia, siempre tuvo la sensación de que no la tomaban en serio.
¿Como contarles lo que sentía? ¿Como explicarles a todos los sueños de aquellos hombres antiguos luchando con aquellas espadas? ¿Como contarles que ella sabía que podía curar a la gente con solo abrazarlos? Nadie la creería...
Se acostumbró al silencio a guardar su secreto, además ella sabía sin saber porqué que debía callar que no debía contarlo y si lo hacía podía pasar “algo gordo”.
Poco a poco se acostumbró a callar y siguió creciendo y casi olvidando sus sensaciones.
Como una niña mas...
Cassandra tenía casi diez años cuando pasó lo de la tía Encarna, un día llegó a su casa llorosa y con un montón de radiografías en la mano, había estado en el médico, le estaba contando a la madre de Cassandra que le habían diagnosticado una hernia discál, que aquellos dolores que ella atribuía a sus largos años de penoso trabajo y ella no le daba importancia eran bastante graves, que ya no podría ir a trabajar que tendría que tomar pastillas toda la vida que tendría que cuidarse que era inoperable...
La madre de Cassandra la consolaba como podía.
¡Si es que los años no perdonan! ¡Que has trabajado mucho en la vida!
La madre de Cassandra había servido unas tacitas de tila que las dos hermanas tomaban en una mesa camilla.
Cassandra escuchaba mientras jugaba en el suelo con sus muñecas preferidas, no entendía nada pero sabía que su tía preferida-la que hacía aquellos pasteles de chocolate tan buenos- necesitaba de ella
Súbitamente se acercó por detrás de su tía y la abrazó con todas sus fuerzas como ella sabía...
Sintió el escalofrío esperado que le recorrió todo el cuerpo casi haciéndole daño al tiempo que pegaba la boca a su oreja diciéndole: ¡Eso no será nada tiita,ya verás como se te pasa enseguida!
¡Dios te oiga hija mía! Le dijo abrazándola a su vez
Y tía Encarna se fue aliviando poco a poco, sin estridencias, el dolor y las contracturas fueron desapareciendo para no volver jamás...
Todos lo atribuyeron a un mal diagnostico y se pasó varias semanas renegando de los médicos del seguro,nunca sospechó de su sobrina...
Cassandra estuvo como era de esperar varios días con un leve dolor de espalda, una tarde se desperezó y bostezó mucho rato, le crujió varias veces la espalda y todo volvió a la normalidad.
Entonces ella se dio cuenta de verdad de lo que podía hacer y como lo tenía que hacer,supo que era capaz de curar cualquier cosa pero lo que curaba pasaba a ella de una manera ligera, ella podía canalizarlo y expulsarlo fuera de ella sin problemas.
A partir de entonces prestó mas atención a sus facultades,también los sueños se hicieron mas frecuentes,ella seguía sin entender lo que significaban esos guerreros de la antigüedad y esas mujeres con túnicas blancas y cabellos sueltos.
Una vez soñó con un gran caballo de madera...
A veces sabía cosas que iban a ocurrir y ocurrían...
Sabía predecir el futuro...
Nunca contaba nada a nadie
A veces le daba la impresión que en ella estaba implantada una semilla que ya comenzaba a germinar,que pronto daría grandes hojas y frutos...
Pero no debía decir nada a nadie
Pero ella solo era una niña,a medida que crecía se notaba un espacio de bienestar a su alrededor,se respiraba mejor,la gente que se acercaba a ella tenía mas ganas de vivir, sentía una alegría inexplicable...
¿Pero quién se da cuenta de eso?
El amigo de papá con su tumor óseo...
El chico que se sentaba a su lado al que curó de diabetes ahora se pasa el día comiendo pasteles y su médico está con depresión...
La señora desconocida que pasó por su lado y con solo rozarla le curó la soriasis que tenía en todo el cuerpo.

Y así curando de una manera anónima y sin que nadie sospechara nada se fue haciendo mayor, se convirtió en una mujer.

Toni el chico era el chico mas triste de la clase del instituto donde estudiaba Cassandra, Toni el de la moto, le llamaban así -un poco cruelmente, ya se sabe como son los chicos de esa edad- porque estaba sentado en una silla de ruedas, por motivos de espacio siempre se sentaba en el fondo de la clase, la silla no cabía entre los pupitres . Desde que tuvo el accidente en el que murieron sus padres casi no se relacionaba con nadie.
Sus peores días eran los que tocaba gimnasia, esos días se asomaba a la ventana para ver correr sus compañeros de clase, lloraba en silencio solo en la clase vacía mientras sus compañeros corrían y jugaban al baloncesto, el baloncesto había sido su deporte favorito, el había sido el capitán del equipo del instituto, sus amigos, después del accidente, le regalaron una camiseta que ponía : SIEMPRE SERÁS NUESTRO CAPITAN.
Fue muy bonito... Pero lo que Toni quería era jugar,correr, bailar y ligar con las chicas
Había sido el chico mas popular del instituto
Toni se moría de pena sentado en su silla de ruedas, a veces pensaba que hubiera sido mejor morir con sus padres que vivir de esa manera.
¡Una mierda de vida! -maldecía-
Todo lo que le gustaba estaba prohibido para el,cualquier cosa que quisiera hacer significaba una aventura o un engorro vergonzoso.
Ir al lavabo, ducharse, vestirse... Para todo necesitaba ayuda, cualquier cosa que quisiera hacer...
Una mierda de vida -musitaba-
A pesar de tener una silla eléctrica último modelo que la compañía de seguros había pagado junto a una sustanciosa cantidad de dinero por la muerte de sus padres.
Una mierda de vida es lo que me espera-pensaba constantemente -
Para combatir el aburrimiento optó por estudiar, leía todo lo que caía en sus manos, así se distraía y no pensaba en la maldita silla y los pañales de los que tanto se avergonzaba.
Cuando salía de clase casi siempre se iba a la biblioteca central, estaba cerca y tenía acceso para silla de ruedas, allí se sumergía en la lectura hasta que cerraban.
Cuando Cassandra vio por primera vez al chico de la silla de ruedas ni se dio cuenta de lo de la silla, solo vio la mirada de Toni, una mirada triste y profunda, solo vio su pelo largo y negro, sus hombros anchos de atleta y sus manos grandes...
Se había enamorado
Como se enamoran las chicas a los quince años
Un día a la salida de clase cogió la silla de ruedas de Toni y la empujó suavemente, Toni le dijo secamente: Tiene motor...
Ella le contestó que ya lo sabía pero que tenía ganas de hacer amigos
Amigos que no me desnuden al mirarme-dijo sorprendida de sus propias palabras-
Con este trasto no es fácil tener amigos-le dijo Toni-
¿Como te llamas? -preguntó el-
Cassandra... -le dijo poniéndose frente a el para que la viera-
No me extraña que te desnuden... -dijo el mirándola-
Ella se rió y le dijo que sabía que se llamaba Toni
Si el de la moto
Se tu historia, lo del accidente y todo eso,todo el mundo lo sabe
Yo se la historia de tu nombre-dijo el-
¿Mi nombre tiene historia? -preguntó intrigada-
Si, Cassandra era una sibila del templo de Apolo, sera hija de Príamo y de Hecúba Apolo le concedió el don de la adivinación pero Zeus la castigó a que nadie la creyera, predijo la derrota de Troya frente a los griegos y nadie la creyó, mas tarde fue esclava de Agamenon y la mato una tal Cimmenestra …
¿Como sabes todo esto?
Lo pone en los libros … No en los libros de la escuela,voy bastante a la biblioteca central y allí hay de todo,además tengo acceso con la moto esta....
Si quieres puedo acompañarte algún día, tengo que hacer algunos trabajos ...-Mintió-
Si quieres puedo ayudarte,no tengo nada que hacer cuando salgo de clase...
En casa me aburro,desde que murieron mis padres vivo con mi tía que ha prometido dedicar su vida a cuidarme y me tiene metido en una urna de cristal, no me deja en paz en todo el día, creo que tiene complejo de chica de la cruz roja.
Rieron juntos la ocurrencia y quedaron para otro día, Toni anotó el número de teléfono de Casandra en su teléfono móvil, ella lamentó que su padre no le dejara tener móvil a causa de su edad, anotó el móvil de Toni en una agenda color rosa que le había regalado su tía Encarna.

Cassandra no fue la misma desde aquel día, se había enamorado, se había enamorado perdidamente de Tony, se había enamorado del chico mas guapo del instituto, solo estaba el inconveniente de su silla de ruedas...
Quedaron para ir a la biblioteca, Casandra lo esperó a la salida de clase, no le importó que sus compañeros la vieran con Toni, el chico avisó a su tía `para que no viniera a recogerle con el coche adaptado y después de mucho advertirle cedió ante su insistencia.
Cuando Toni llegó Cassandra se situó detrás de la silla, cuando Toni tenía dificultades para subir algún bordillo Cassandra lo empujaba, el se quejaba de que las ciudades no estaban adaptadas a las sillas de ruedas.
La biblioteca central le pareció muy bonita a Cassandra,era un caserón modernista reconvertido en biblioteca y centro lúdico, lo había donado a la ciudad un hombre rico y culto.
Entraron y recorrieron todos los pasillos llenos de estanterías, ella nunca había visto tantos libros juntos, no se sentaron a leer, Toni sugirió que visitaran el jardín botánico que estaba en la parte de atrás, Cassandra se sorprendió mucho cuando descubrió aquel jardín espléndido escondido en medio de la ciudad.
Toni le enseñó el jardín de los cactus que ahora estaban floridos, las plantas carnívoras, el bosquecillo de bambú...
El pequeño estanque de los nenúfares,el rincón de las hortensias azules, la colección de hierbas medicinales y aromáticas que tanto le gustó a Cassandra, Toni se sabía todos los nombres...
El olor a tomillo y romero mezclado con el olor a lavanda lo invadía todo, parecía que se encontraba en un mundo maravilloso...
Llegaron a prado de los tréboles, un pequeño prado de tréboles verde oscuro que estaba al lado de las hortensias azules...
Toni le dijo que se tumbara en los tréboles que daba buena suerte y que a lo mejor encontraría uno de cuatro hojas.
Cassandra ayudó a Toni a bajar de la silla, le costó un poco pero el se dejó caer y enseguida estuvieron los dos tumbados entre los mullidos tréboles.
Estuvieron un rato callados mirando el cielo azul oscuro del atardecer, Cassandra se dio cuenta que Toni se había puesto muy cerca de ella...Le facilitó las cosas cuando el acercó su boca a la suya...
Toni la besó enseguida, ella recibió el primer beso de amor de un hombre...
Ese beso que nunca se olvida...
Se miraron a los ojos sin decir nada,Cassandra puso medio cuerpo encima de el y Toni la abrazó como pudo, hacía mucho tiempo que no abrazaba a una chica, comprobó que el accidente solo le había afectado a las piernas...Notó una fuerte erección.
A Cassandra le costó bastante esfuerzo levantar a Toni para colocarlo de nuevo en su silla,salieron con las cara un poco coloradas y la bibliotecaria sonrió con una cierta tristeza por el chico de la silla
¡Que lástima un chico tan joven y tan guapo!-pensó-
A partir de entonces Cassandra y Toni fueron la pareja de moda en el instituto, al principio los chicos murmuraban y hacían comentarios crueles sobre su futura vida matrimonial...
¡Pero si a los paralíticos no se les levanta la polla! - Decía el mas bruto-
¡Que siiiii tío! ¡Que la parálisis solo le afecta a las piernas!
¡Habría que verlos follar! -dijo uno con cara de gorila-
¡Mira que eres burro chaval! -terció el moderado-

Desde la tarde en que estuvieron el la biblioteca Cassandra se había instalado en una nube, en esa nube particular donde viven los adolescentes enamorados...
Cassandra no dejaba de pensar en el día en que curaría a Toni, en lo felices que serían cuando el pudiera andar...Aunque una duda le atormentaba, dudaba de su poder, incluso llegó a pensar que lo suyo solo podían ser casualidades...
Tenía que probar, tenía que saber si su poder funcionaba siempre.
Por eso aquella tarde no fue al instituto...

El hospital del Niño Jesús estaba en las afueras de la ciudad, pensó que eso le favorecía, ya que pensaba hacer la prueba sin que nadie se diera cuenta.
Los pasillos de la clínica del Niño Jesús brillaban de puro limpios y olían a formol. Las ventana eran ovaladas y pintadas de blanco, de blanco color clínica, en la pared colgaban cuadros pintados por los niños.
Estuvo paseando un rato hasta que observó a un niño de unos diez años que se aburría en una silla de ruedas
¡Este servirá ! -pensó-
Se acercó a el y hablaron un rato, cuando Cassandra se ganó su confianza le dijo: ¿Vamos a dar una vuelta?
El chico asintió
Será como una excursión, yo te empujo la silla y tu me cuentas como se va a los sitios ¿vale?
La madre que estaba cerca miró a Cassandra y le sonrió con aprobación segura que no había ningún peligro, seguramente sería una de las muchas voluntarias de trabajos sociales o un familiar que venía de visita y que se estaba aburriendo.
Cassandra le preguntó al niño como se llamaba el chaval le dijo que Alberto, también le preguntó por su enfermedad , el niño le dijo que siempre había estado así que nunca había andado.
Poliomelitis o algo así, le dijo recordando la palabra que ponía triste a su familia.
Recorrieron los largos pasillos brillantes haciendo carreras y jugando a esconderse detrás de las mesas de recepción...
Cantaron algunas canciones que Cassandra se sabía desde pequeña...

Cuando Cassandra encontró un rincón solitario se paró un rato y le dijo a Alberto si quería que le contara un cuento, el niño dijo que si encantado.
Cuando el cuento hubo terminado Cassandra abrazó al niño con todas sus fuerzas, el escalofrío acudió puntual a la cita con el cuerpo de Cassandra...
Besó al niño y salió corriendo...

Una enfermera encontró al niño llorando y lo acompañó de la mano hasta donde estaba su madre ya un poco nerviosa pensando en la tardanza, el niño lloraba asustado y confundido, se tocaba las piernas mientras andaba titubeante hacia su madre que lo esperaba con los brazos abiertos y arrodillada no se sabe si para abrazarlo o dar gracias a su Dios por el milagro....
Cassandra llegó a casa con las piernas doloridas,todos se extrañaron cuando dijo que se iba a acostar, que no se encontraba bien.
A la mañana siguiente no pudo levantarse, tuvo que arrastrarse hasta el baño, sus piernas estaban muertas, colgaban de su cintura como dos pingajos sin fuerza, inútiles...
Pero no se asustó, sabía que se pasaría enseguida, se arrastró nuevamente a su cama y le dijo a su madre que estaba indispuesta, durmió todo el día y soñó con Toni...
Soñó que paseaban por un camino lleno de sauces alfombrado de tréboles de cuatro hojas, el la besaba y la gente sonreía al verles...
A la mañana siguiente se levantó con normalidad aunque algo cansada por el esfuerzo,mientras desayunaba puso la televisión y vio como un médico hablaba de una curación inexplicable, también vio a Alberto que jugaba con un balón que le había regalado un futbolista famoso, la madre no dijo nada de la chica que había estado jugando con su hijo, lo atribuyó a un milagro de la virgen del Carmen de la cual era muy devota.
El médico explicaba con cara de enterado que habían cosas inexplicables que habría que estudiar,luego se extendió para lucirse hablando de la sicosomatica y de la capacidad de regeneración de las células nerviosas y que si patatim y que si patapam.....
Cassandra respiró aliviada, nadie se había dado cuenta de su intervención, se vistió y se fue al instituto, por el camino una voz sin sonido se instaló en su cabeza...
Nada para ti -decía la voz como un silbido-
Nada que te enriquezca-repetía la voz-
Nada para ti
Nada para ti
Si no es para mi – pensaba frenética- es para Toni es para Toni...
Y no quiso escuchar mas...
A lo lejos vio el coche de la tía de Toni que lo traía al instituto
Cassandra se acercó y cogió la silla por detrás al tiempo que le daba los buenos días con un beso, despidieron a la tía y entraron en el colegio entre las miradas de lástima de sus compañeros
A la hora de la salida Cassandra esperó a Toni como cada día , todos habían salido, Toni era el último en salir a causa de la silla de ruedas, estaban solos en la clase y Cassandra no se lo pensó ni un instante, se acercó a el y lo abrazó con todas sus fuerzas como ella sabía, casi se subió encima de el, Toni se extrañó un poco de que ella prolongara tanto el abrazo.
Cassandra recibió el acostumbrado escalofrío miró a Toni y salió corriendo con las lágrimas en los ojos, emocionada, la próxima vez que viera a Toni ya la abrazaría de pie.

Toni estuvo varias semanas sin ir al instituto, Casandra solo faltó al día siguiente a causa de que sus piernas no le respondían y tuvo que fingir un fuerte resfriado ayudada por un poco de pimienta de la cocina, estuvo durmiendo todo el día y a la mañana siguiente estaba como nueva.
Había estado soñando otra vez con los guerreros antiguos, se asustó un poco porque parecía que le hablaban a ella, que le avisaban de alguna desgracia, también vio a una mujer vestida con una túnica blanca manchada de sangre... Lloraba y a Cassandra le pareció que lloraba por ella.
Se vistió con su mejor vestido el día que supo que Toni volvía a clase, al llegar lo vio rodeado de sus compañeros de clase, todos querían saber la historia de su curación, todos querían saber los detalles, lo que le habían dicho los médicos...
Ella lo esperó a la salida de clase
¡Estaba tan guapo de pie!
Se acercó como si nada y le preguntó como se encontraba, el abrió los brazos y le dijo: ¡Ya ves!
Hablaron un rato de su curación y luego Cassandra le preguntó si irían a la biblioteca otra vez
¡Los tréboles te han dado buena suerte! -bromeo-
No voy a poder mañana empiezo a entrenarme para el baloncesto -dijo secamente-
Ella vio el fastidio en los ojos de Toni, ya volvía a ser el líder de antes, el ganador el preferido de las chicas...
Cassandra solo atinó a decir...Y lo nuestro...
Lo nuestro no fue nada -dijo duramente-
Cassandra no pudo reprimirse, una tormenta estalló dentro de ella
¡Yo fui quién te curó! ¡Yo puedo hacer estas cosas desde pequeña! ¡Solo tengo que abrazar....!
¡Estás loca! -dijo Toni cogiendo su bolsa de deporte al tiempo que se marchaba-
¡Fui yo! ¡Yo lo hice! ¡Yo te curé! -le gritaba desesperada-

Lloró toda la noche como lloran los enamorados sin esperanza...

Por la mañana comenzó a encontrarse mal... El dolor de la tía Encarna le mordía la espalda, el tumor del amigo de papá comenzó a desarrollarse en sus huesos, la diabetes del niño que comía pasteles, la poliomelitis de Alberto, la parálisis de Toni...
Todas las enfermedades que ella curó se instalaron en su cuerpo...
Para siempre...



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