domingo, 17 de octubre de 2010

NUNCA ES TARDE


Dunlop salió a la calle sin estar seguro hacia dónde se dirigía. Tenía una vaga idea de dónde vivía ella, sabía cómo llegar de forma intuitiva, pero no recordaba el número ni el nombre de su calle . Se dejó llevar por el instinto.

Había ido tantas veces...

Por más esfuerzos que hacía no entendía por qué no se acordaba de la dirección exacta.

Recordaba que ella nunca le dejaba subir al piso, él esperaba pacientemente en la puerta del edificio, tal vez ella no se fiaba de él.

Vivía sola.

Tal vez fuera por simple coquetería, seguramente ella quería que la viera ya arreglada ( las mujeres saben que un poco de misterio excita a los hombres).

Dunlop intentaba orientarse por las calles de la gran ciudad, recapitulaba mientras seguía avanzando. Recordaba la forma en que la miró por primera vez, y todo el cuerpo le tembló pensando que volvería a verla.

Recordó su pelo color naranja y sus ojos verde- azules, su corte de pelo al puro estilo de las francesas.

Tengo que verla otra vez, pensó, y lo dejó todo para ir a buscarla...

Dejó el trabajo minucioso que tanto le ocupaba, todo el día trabajando en lo mismo.

-Estoy seguro que todavía me quiere-pensó.

-Me lo prometió

-"Te querré siempre", me había dicho..."para mí serás como un marido. Siempre, pase lo que pase".

Sus palabras resonaban en el interior de su cabeza

-Fui un idiota por dejar a una chica así, tenía que haberla llevado conmigo dónde quiera que fuese.

-Pero aún estoy a tiempo, aún no es tarde, pensaba frenético mientras buscaba puntos de referencia que le orientaran hacia su casa.

-Recuerdo que cerca de su casa habían geranios negros (entonces estaban de moda), casi negros de tan rojos que eran.

Pudo ver unos niños que jugaban con una bicicleta muerta junto a los geranios negros.

-Fui un miserable al irme, dejarla sin darle ninguna explicación.Me porté como un idiota...

El trabajo tuvo la culpa, aquel ascenso, aquel despacho con aquella secretaría …

Aquellos viajes pagados por la empresa, la soledad de los hoteles. La secretaria siempre venía conmigo para tomar notas.

-¿Cómo pude caer con tanta facilidad ? ¡Ni siquiera era guapa!

-Todavía no es tarde... Ella dijo siempre...

Su casa estaba cerca de la Avenida del conejo... ¡Sí! éso es, junto a la Avenida del Poney enano.

Muy cerca había un bar que se llamaba Molly Penn...

Una noche estuvimos besándonos en los sofás sucios del bar Molly Penn...

Todavía no me dejaba subir a su casa...

Entonces yo pensaba que vivía con sus padres , como era natural a su edad...

Pero vivía sola.

Tenía la mirada de los solitarios.

Enseguida le dije que la quería.

Ella se rió.

Quise besarla, pero me dijo que era demasiado pronto, pero dejó que le cogiera la mano, y aquella noche no pude dormir...

-Creo que me he vuelto a equivocar de calle , ésta se llama... La calle del Violín roto, no me suena en absoluto, creo que voy a parar un rato, necesito orientarme , creo que me he perdido otra vez.

Dunlop se sentó un rato en un banco de la pequeña plaza, compró un poco de comida en un kiosko y se la dió a las ratas. Tímidamente se fueron acercando a él, mordisqueaban el pienso a sus pies, algunas se atrevían a rozar sus zapatos, aunque nunca había conseguido que comieran de su mano, son tan desconfiadas...

-Se que era un cuarto piso sin ascensor, tal vez un tercero...

De pronto recordó la plaza dónde estaba.

-¡Claro! Antes habían palmeras azules, seguro que las han cambiado por las acacias de polietileno reciclado, los bancos son los mismos.

-¿Cómo no me he dado cuenta?

-Llamaré a su casa y le diré que no puedo vivir sin ella, le recordaré su promesa de amor eterno.

¡Estoy seguro que era el tercero, el tercero derecha! ¡Y ésta es la plaza del Caballero de la espada que corta!!

¡Ya estoy cerca!

Un tipo dejó mal aparcado un coche, y un municipal lo destruyó con un bazooka, Dunlop se asustó un poco por el estruendo, aunque estaba acostumbrado.

-Las ordenanzas hay que cumplirlas.

Dejó la plaza y enfiló la calle del Niño Muerto

-La besé por primera vez en el portal de su casa, no me dejó que le tocara los pechos...

-"Demasiado pronto"-dijo riendo mientras subía las escaleras.

No insistí, soy un buen chico, me sometí al ritual.

En algún momento pensé que era una de esas chicas a las que les gustaba que las violaran en los portales, algunas lo consideraban una prueba de amor...

-El trabajo es bueno, levantarse por la mañana, irse a trabajar es bueno, da dinero para casarse y pagar las facturas. Ya es hora de pedirle que se case conmigo, lo de la secretaria duró poco, ahora se acuesta con uno de esos jefes de negocios.

-¡Pero qué idiota fui al dejarla!

Dunlop daba vueltas por la zona, cada vez habían más cosas que le recordaban la dirección de la casa de ella.

-Cerca de su casa había una freiduría donde hacían unas cucarachas estupendas, entonces esas cosas estaban de moda y a ella le encantaban fritas, pero a mi me gustaban más braseadas, ella decía que si no eran grandes era mejor comerlas fritas, yo les ponía curry, y ella ketchup.

Fue en el Club de Molly Penn donde supe que vivía sola, me quedé perplejo.

-¿Sola?

-"¡Sí sola!"- casi me gritó indignada- "Trabajo todo el día y puedo pagármelo, además es una ganga ( casi sonrió)

Le dije que me gustaría ver como era su piso, y ella me dijo que era muy pronto.

-¿Pronto para qué?-le dije-

-"Para acostarnos juntos"-dijo

-¿No te gustaría?

-"Sí, pero quiero saber si me quieres de verdad y para siempre".

-Te quiero, tú ya lo sabes, no podría vivir sin tí - le dije desesperado por sus dudas.

-"Es pronto, no lo estropees"

-¿Cuándo?

-"Pronto"-sentenció.

No insistí, la quería de verdad y respeté sus razones secretas.

Por las tardes paseábamos por las tiendas subterráneas, yo le compraba chucherías:

un vaso de pétalos de azucenas, carísima mantequilla de leche de marta cibelina,

vino de violetas...

-¿Por qué tanta espera?

-"Es pronto"

-¿Quieres que nos casemos?

-"Es pronto"

-Viviríamos juntos en tu piso, yo pagaría la mitad...

-"Es prontooooooooo"

La tarde que rompimos se había pintado los labios de color verde con sabor a menta, me dejó besarla, me dijo flojito que la menta era afrodisíaca...

Me pasé un poco tocándola

-Necesito subir y estar contigo

-"No, es pronto"-dijo parando mi ímpetu-

Casi la violé para saber si era de ésas, y de pronto sentí una dolorosa patada en los cojones...

-No era de ésas

Me fui muy enfadado.

No volví.

Me casé con una chica que se dejó enseguida.


Olía a cucarachas fritas, sabía que la casa estaba cerca.De pronto se acordó...!!La calle del General Asesino!!¿Cómo pudo olvidar su calle?...

Había encontrado la casa

El portal estaba abierto. Mientras subía los tres pisos ensayaba su declaración de amor.

Se le había borrado su nombre ¿serían los nervios?

Vaciló entre el tercero primero y el tercero segunda, el tercero primero, es el de la derecha...

Llamó.

Tardaron un rato en abrir.

Ella apareció con los labios pintados de verde.

El sólo le dijo :

-Te quiero...

Ella le estrelló la puerta en las narices

Volvió a llamar escandalosamente

-¡Te quiero! ¡Bésame y todo será como antes!¡Perdóname!¡Prometiste quererme siempre!

Ella pidió ayuda con voz de anciana, casi rozaba los ochenta años.

El tipo que salió golpeó a Dunlop en la boca, él rodó por la escalera como una pelota de tenis.

Intentó hablar y no pudo, tenía la mitad de la dentadura postiza en la garganta, la otra mitad había rodado escaleras abajo .

Los vecinos salieron alertados al rellano. El tipo del puñetazo le dijo que lo sentía mientras intentaba levantarlo del suelo

-No pensaba que fuese tan viejo...dijo abrumado.

Creyó que era un loco, o un ladrón...

-Seguro que es un antiguo cliente de esa vieja puta-murmuró un vecino del piso de arriba-

!Veinte años nos tuvo con su casa de masajes! se quejó- Aguantando broncas y ruidos a todas horas-Continuó la retahíla mientras farfullaba Dunlop sin dientes:

-!!Prometiste quererme siempre!!

Nunca encontró el trozo de dentadura que le faltaba, se la había tragado...

En la residencia lo echaron a faltar a la hora de la cena.

La policía lo encontró llorando en la calle del Comandante Terrorista esquina con la Avenida del Caballo gigantesco.


F I N


3 comentarios:

Almudena Photos dijo...

Me gusta como defines las cosas,...
Siempre dan ganas de seguir leyendo contigo.
Salut i Gracies.

Isabel dijo...

Sorprendente por tu desbordante imaginación, creo que haces una sátira a "todo tiempo pasado fue mejor" en el fondo dejas ver que ya es tarde ...

Núria dijo...

Dels teus contes és el que més m'agrada. Podem ser amics del facebook?.