Pensaba que era una leyenda de esas de
pueblos de pescadores, a veces me lo habían contado soto voce, pero
incompleta.
Cuando se cuentan las leyendas con
tantas precauciones, a mi se me enciende una lucecita roja en la
cabeza y pienso que que hay algo de verdad.
A veces voy a la playa a pasear, ya
nadie va a la playa, el cambio climático y la debilidad de la capa
de ozono ha producido muchos melanomas; la seguridad social no te
atiende si has tomado mucho el sol.
Desde que salieron al mercado los
ordenadores cuánticos y los artilugios de realidad virtual, la gente
se montaba su tiempo libre y sus fantasías en su casa. Los ricos y
clases medias altas se van al espacio, a esas estaciones espaciales
-hotel que han proliferado tanto; a jugar partidos de pelota en la
ingravidez.
La mayoría de hoteles de la costa se
han reconvertido en residencias geriátricas, la mayoría de la
población vive en ciudades, dicho de otra forma, sitios baratos,
salas de espera para morirse alejados; ser viejo esta muy mal visto,
al principio fue una buena idea, pero al paso del tiempo se
convirtieron en almacenes de viejos para que no molestaran.
Yo, cuando me quedé viudo, vendí mi
fábrica de aparatos para respirar y me trasladé a vivir en mi casa
de la costa de toda la vida a escribir y pintar.
El pueblo, ahora, esta casi
vacío...Viejos paseando, cuidadores aburridos y habitantes del
pueblo de toda la vida que no quisieron emigrar a las ciudades.
Este pueblo es una magnífica sala de
espera para esperar la muerte, me encantan los paisajes marinos y las
puestas de sol; pinto, hago fotos y escribo cosas que luego meto en
un cajón.
También planto marihuana y algo de
tabaco; todas las drogas se han legalizado pero la gente te mira raro
si fumas tabaco y esa hierba... Otras drogas hacen el resto, el caso
es que no me duela nada.
A veces bebemos vino sintético -es
buenísimo- al abrigo de una barca abandonada con mi amiga Dory,
algunas tardes la voy a buscar a la residencia, la llaman el
cementerio de los elefantes, un antiguo hotel de lujo reconvertido en
residencia geriátrica.
Todavía sirven alcohol en esa
residencia, es caro, pero yo tengo mas dinero del que puedo gastar y
no pasa nada, se ve que encontraron una bodega secreta de vinos y de
licores y lo venden a escondidas.
Dory es negra, tiene 17 años; tuvo un
accidente y perdió los brazos y las piernas a la altura de los codos
y de las rodillas. La dejaron abandonada en una residencia de viejos
no se sabe por qué...
Dory tiene unos ojos azules preciosos y
una cara de buena chica que te pone tierno al mirarla...
A mi la verdad es que no me gusta
hablar con viejos, es tan deprimente...
Dory solo sabe que despertó en esa
residencia con las extremidades amputadas y no recuerda gran cosa
mas...
A veces, al anochecer hacemos el amor
al abrigo de la vieja barca abandonada, solo cuando ella me lo pide;
hay temporadas que me lo pide muy seguido y tengo que tomar pastillas
azules de esas...
Cuando regresamos a la residencia,
siempre me dice...
_ No vayas a creer que soy tu puta,
solo es que te quiero, estoy enamorada de ti aunque seas viejo...
Es un poco raro pero lo llevamos con
naturalidad dadas las circunstancias.
Para tranquilidad de nuestras
conciencias recitamos una especie de mantra …
Nadie quiere a los viejos, nadie quiere
a los enfermos, a los tullidos, a los pobres...
Y ella añade: Nadie quiere a los
negros...
Es raro ser negro ahora, casi una
excentricidad, hace mas de treinta años que se inventó una crema
que te la pones una sola vez y pillas el color que quieres para
siempre, una vez le dije a Dory que si quería que se la comprara y
dejó de hablarme una semana.
Cuando se enfada, me tortura con
insultos de esos hirientes, crueles, de esos que hacen daño en donde
mas duele... Luego se le pasa, pone la boca con globo y comienza a
sonreír de nuevo.
No se si me quiere o es que no tiene a
nadie mas que a mi.
Somos los reyes de los equilibrios
precarios...
Todavía quedan personas normales en el
pueblo, viejos arraigados que no se sabe porqué permanecen aquí.
Algunas veces salen algunas barcas a pescar, como en un ritual
extraño empujan las barcas al mar haciéndolas deslizar encima de
maderos engrasados, lo hacen con precisión, como siempre lo han
hecho. Salen por la tarde y parte de la noche, luego regresan y varan
las barcas a empujones, seleccionan el pescado obtenido
cuidadosamente repartiéndolo en tres partes, una parte para los dos
marineros y dos para el dueño de la barca al que siguen llamando
patrón. Como siempre, como toda la vida.
Aquella tarde de verano, Dory había
terminado de leer la novela Lolita, de Navocov, en papel -algo muy
raro en este tiempo- era muy gracioso verla pasar las hojas con un
palito que se ponía en la boca. Se había negado a que le comprara
un e- book estaba fascinada con los libros de papel.
Algunas veces íbamos a la biblioteca
abandonada del pueblo -abrimos la puerta de una patada- llena de
polvo y ratones – ratones de biblioteca, claro- cogíamos algún
libro y volvíamos a cerrar la puerta, hacía muchos años que ya no
se editaba en papel...
_¡Eres un guarro... - Me dijo entre
bromas y veras-
_ Es que eso de tener una amante joven
es de toda la vida... - dije yo un poco avergonzado-
_ ¿No te ha gustado?
_ Mejor un viejo en buen uso que un
robot follador de silicona – dijo desdeñosa-
_ Pero está muy bien, si, ese “nabo”
escribe muy bien...
Recalcó lo de “nabo” para darle un
tono erótico a la conversación...
_ Hay muchas historias de esas por
aquí... Antiguas... Hay una vieja en la resi que a veces me las
cuenta cuando no puedo dormir.
_ ¿Si? - dije yo interesado-
_Si, la llamamos M- withe horse, es
blanca como la nieve, tiene el pelo blanco larguísimo, también
blanco, unos ojos azules preciosos …
Todo natural, creo que tiene mas de cien años.
_ ¿Podría hablar con ella? -
Pregunté -
_ Claro, en la resi puede entrar todo
el mundo, hay muy poco personal y agradecen un poco de
entretenimiento.:
_ Hay un pianista manco muy viejo
que toca el piano muy bien por poca pasta.
_ Tráele algo a la withe o no te
contará nada...
_¿Qué le gusta?
_ Galletas digestive, mermelada
buena de arándanos y mantequilla, las galletas con mucha fibra
que tiene estreñimiento...
Estuve unos días en la gran ciudad a
comprar cosas, apenas una visita a la fábrica de mis hijos que creo
que me están olvidando; Seguramente toman de esas pastillas que
hacen olvidar todo lo desagradable... Las pusieron de moda hace un
par de años.
Volví en un coche eléctrico de esos
que van solos, le dices al aparatito donde quieres ir y te lleva a la
puerta, puedes poner música o conversación en lata, ya nadie tiene
coche propio, llamas y ya está, metes la tarjeta en el dispositivo
de pago y te lleva...
Apenas nos cruzamos con ningún
vehículo por la límpísima autopista, algún camión sin chófer y
poco mas... Todo silencioso y automático.
Pillé dos paquetes de kokies digestive
, la mantequilla, la mermelada y me dirigí a la residencia pudridero
de ancianos.
Cuando no pueda valerme – pensé-
seguro que mis hijos me meterán en una de esas residencias.
Pero vaya, mientras hay vida hay
esperanza... Y también preciosos acantilados para volar...
Entré sin problemas en la residencia,
el celador me preguntó y solo se me ocurrió decir que era amigo de
Dory.
_ Pase, está usted en su casa –
dijo esbozando una sonrisa cómplice-
El celador era blanquísimo, se ve que
se había pasado con la crema blanqueadora, tenía acento africano...
_ Pensé que te habías olvidado de
mi – dijo Dory con cara de desdeño-
_ Estuve en la ciudad de compras... -
dije disculpándome -
_Eso se avisa...
_ Seguro que has estado con una de
esas putas de la ciudad...
_ ¡Ni se te ocurra tocarme ! -
gritó-
_ Me ducharé si quieres, pero solo
he ido a comprar... - Dije chulito-
Dory estaba ayudando en la cocina, le
encantaba hacer comida casera con cosas que le daba la gente del
pueblo, algunos todavía tenían pequeños huertos.
Estaba muy graciosa enfadada, si
nofuera negra se le podrían ver los colores de su cara
Estaba muy rara enfundada en su
exo-esqueleto que había heredado de un viejo rico, un antiguo
mecánico electrónico se lo adaptó a su talla. Me quedé quieto
esperando en silencio con los paquetes en la mano.
_ Hoy comes aquí, a ver si te
desintoxicas de esas mierdas que se comen en la ciudad
Gracias – dije yo sabiendo que la
tormenta había pasado.
Tomó una bandeja y la llenó de cosas
para comer, yo la seguí como un perro amaestrado hasta una mesa
alejada del inmenso comedor .
Se había quitado el exo- esqueleto que
le permitía andar y coger las cosas y se sentó frente a mi.
_ ¿Sabes?... - Me dijo con esa
carita de buena chica que me derrite-
_ Te he echado de menos, creí que
no volverías …
_ Yo también te he echado de menos,
mucho, mucho, mucho...
_ Quiero que me folles mucho después
de comer... -Dijo imperativa-
_ Anda, come un poco -dije yo
azorado-
Y le fui dando la comida en la boca a
pequeños bocaditos como a ella le gustaba.
_ Te quiero mucho, ¿sabes? Estoy
enamorada de ti aunque seas viejo,
Si estuviera bien, también te
querría, siempre sueño que te abrazo con los brazos y las
piernas...
_ Anda, come …
Me cuesta mucho fingir que estoy
emocionado...
_ No soy una puta, solo es que te
quiero...
Le limpié las lagrimas que corrían
por su rostro.
Después de comer fuimos a ver a la la
vieja white horse, estaba sentada en un cómodo sillón al lado del
pianista manco que tocaba para ella.
No sabe una mierda de música, solo
toca lo que se inventa – me dijo Dory-
A mi me pareció una música preciosa,
lo que tocaba jamás volvería a tocarse, eran composiciones
efímeras, únicas; con el muñón de la mano izquierda hacía lo que
podía procurando que la música no sonara muy disonante.
Lo escuchamos un rato con respeto y
aplaudimos al final.
_ Es lo mejor que he escuchado en
muchos años – dije-
_ Y nunca la volverás a escuchar,
-dijo riendo el pianista manco- olvido enseguida todo lo que
toco, creo que tengo principio
de demencia...
La vieja blanca quedó encantada con mi
regalo, casi me lo quitó de las manos cuando le dije lo que
contenía.
Me contó la historia de la barca,
despacio, tenía una voz perlada,encantadora, algo fatigada .
Tuve el privilegio de ver los ojos mas
encantadores que he visto en mi vida, brillantes, con un inmenso mar
de vida dentro.
No me canso de oír esa historia, me
dijo Dory usando mi barriga como almohada debajo de la vieja barca,
mientras fumaba de mi pipa llena de marihuana y tabaco rubio del
bueno, tan difícil de encontrar, sorbió un poco del vino de Oporto
que teníamos enterrado en la arena .
_ ¿Será verdad esa historia? -
Preguntó -
_ No sé, pero es una historia
fascinante...
Y se quedó dormida con la cabeza
apoyada en mi pierna
Al atardecer, las gaviotas se adueñan
de toda la playa, cada vez son mas atrevidas, el pico amarillo con
una mancha roja, amenazantes, peligrosas...
El sol se pone a mi espalda entre las
montañas, con ganas de volver por la mañana y brindarnos el
espectáculo de un amanecer en el mar.
Recordé la historia de M-withe –
horse mientras acomodaba los muñones de Dory...
Tiempos duros … Comenzó diciendo en
su relato la anciana blanca, antes de que pasará todo lo que pasó
en el mundo, antes de que el mundo se volviera loco con las
máquinas...
Hace mucho, cuando la gente salía a
pescar por necesidad, para dar de comer a sus familias, toda la playa
estaba llenas de barcas de pesca, habían cofradías de pescadores,
todo se hacía a mano.
Yo la escuché en silencio, su voz era
tan dulce que la historia era lo menos importante, lo contaba tan
bien...
Angeleta no se había casado, no podía
tener hijos, su hermano de la misma edad tampoco se casó, era un
poco retrasado pero pescaba muy bien y era fuerte.
Se habían acostumbrado a salir a
pescar juntos, nadie se fiaba de un retrasado como marinero Angeleta
salía cada atardecer con su hermano y volvían de madrugada.
Angeleta era una de esas mujeres que
arden, y eso atrae a los hombres no se sabe como, en el pueblo la
moral era muy estricta, los curas controlaban muy bien eso.
Entre bromas y veras, los dos hermanos
follaban como locos cuando caía la noche y estaban alejados de las
miradas de los pescadores.
Pues eso, que vino un alemán al pueblo
-entonces comenzaban a llegar turistas – y se enamoró locamente de
Angeleta, le importaba una mierda que no pudiera tener hijos, le
decía que ahorro de condones … Que si eso, ya adoptarían un
huérfano …
Cuando el hermano idiota los pilló en
la cama no dijo nada.
Una noche salieron a pescar calamares
de potera- pescar calamares uno a uno con anzuelos y luces-
El hermano idiota, violó y mató a
Angelina con el palo de matar escórporas, acto seguido hizo un
boquete en la barca y se ató el ancla en un pie, mientras gritaba
como un loco... ¡Este coño es mío!
La vieja caballo blanco lo contaba tan
bien, con pelos y señales, con detalles, describiendo el paisaje con
detalles poéticos, describiendo a los personajes, poniéndole una
entonación de rapsoda.
Yo la escuchaba absorto viéndola comer
las digestive untadas con mantequilla y una cucharadita de mermelada
encima.
Quería extenderse mas pero dijo: Esas
galletas son geniales, me voy a cagar …
Dory despertó poco a poco, como si
volviera de otros mundos, me dijo que había soñado que tenía
brazos y piernas, que me abrazaba y me quería igual...
La levanté y ella se abrazó a mi
cuello y puso lo que le quedaba de piernas en mi cintura, la silla de
ruedas nos esperaba fuera de la arena.
_Llévame en brazos, estoy muy
bien así, pesaré poco...
_ Me dolerá la espalda, soy un
viejo...
_ Si me llevas así en brazos te
la chuparé como a ti te gusta – dijo mimosa-
Le dije : Vale, en el oído, muy
flojito, hay que tener en cuenta que sin medias piernas y medios
brazos apenas pesa nada...
F I N
1 comentario:
Porqué complicarlo tanto? Sin brazos sin piernas, mujeres centenarias, me cuesta entender la elección de los personajes, haciendo lo fácil dificil, la enseñanza que saco del cuento es que quieres decir más de lo que dices, el mensaje deja un sabor agridulce que aún finalizado sigue rompiendo esquemas ...
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