domingo, 4 de marzo de 2018

L A B A R C A



Pensaba que era una leyenda de esas de pueblos de pescadores, a veces me lo habían contado soto voce, pero incompleta.
Cuando se cuentan las leyendas con tantas precauciones, a mi se me enciende una lucecita roja en la cabeza y pienso que que hay algo de verdad.
A veces voy a la playa a pasear, ya nadie va a la playa, el cambio climático y la debilidad de la capa de ozono ha producido muchos melanomas; la seguridad social no te atiende si has tomado mucho el sol.
Desde que salieron al mercado los ordenadores cuánticos y los artilugios de realidad virtual, la gente se montaba su tiempo libre y sus fantasías en su casa. Los ricos y clases medias altas se van al espacio, a esas estaciones espaciales -hotel que han proliferado tanto; a jugar partidos de pelota en la ingravidez.
La mayoría de hoteles de la costa se han reconvertido en residencias geriátricas, la mayoría de la población vive en ciudades, dicho de otra forma, sitios baratos, salas de espera para morirse alejados; ser viejo esta muy mal visto, al principio fue una buena idea, pero al paso del tiempo se convirtieron en almacenes de viejos para que no molestaran.
Yo, cuando me quedé viudo, vendí mi fábrica de aparatos para respirar y me trasladé a vivir en mi casa de la costa de toda la vida a escribir y pintar.
El pueblo, ahora, esta casi vacío...Viejos paseando, cuidadores aburridos y habitantes del pueblo de toda la vida que no quisieron emigrar a las ciudades.
Este pueblo es una magnífica sala de espera para esperar la muerte, me encantan los paisajes marinos y las puestas de sol; pinto, hago fotos y escribo cosas que luego meto en un cajón.
También planto marihuana y algo de tabaco; todas las drogas se han legalizado pero la gente te mira raro si fumas tabaco y esa hierba... Otras drogas hacen el resto, el caso es que no me duela nada.
A veces bebemos vino sintético -es buenísimo- al abrigo de una barca abandonada con mi amiga Dory, algunas tardes la voy a buscar a la residencia, la llaman el cementerio de los elefantes, un antiguo hotel de lujo reconvertido en residencia geriátrica.
Todavía sirven alcohol en esa residencia, es caro, pero yo tengo mas dinero del que puedo gastar y no pasa nada, se ve que encontraron una bodega secreta de vinos y de licores y lo venden a escondidas.
Dory es negra, tiene 17 años; tuvo un accidente y perdió los brazos y las piernas a la altura de los codos y de las rodillas. La dejaron abandonada en una residencia de viejos no se sabe por qué...
Dory tiene unos ojos azules preciosos y una cara de buena chica que te pone tierno al mirarla...
A mi la verdad es que no me gusta hablar con viejos, es tan deprimente...
Dory solo sabe que despertó en esa residencia con las extremidades amputadas y no recuerda gran cosa mas...
A veces, al anochecer hacemos el amor al abrigo de la vieja barca abandonada, solo cuando ella me lo pide; hay temporadas que me lo pide muy seguido y tengo que tomar pastillas azules de esas...
Cuando regresamos a la residencia, siempre me dice...
_ No vayas a creer que soy tu puta, solo es que te quiero, estoy enamorada de ti aunque seas viejo...
Es un poco raro pero lo llevamos con naturalidad dadas las circunstancias.
Para tranquilidad de nuestras conciencias recitamos una especie de mantra …
Nadie quiere a los viejos, nadie quiere a los enfermos, a los tullidos, a los pobres...
Y ella añade: Nadie quiere a los negros...
Es raro ser negro ahora, casi una excentricidad, hace mas de treinta años que se inventó una crema que te la pones una sola vez y pillas el color que quieres para siempre, una vez le dije a Dory que si quería que se la comprara y dejó de hablarme una semana.



Cuando se enfada, me tortura con insultos de esos hirientes, crueles, de esos que hacen daño en donde mas duele... Luego se le pasa, pone la boca con globo y comienza a sonreír de nuevo.
No se si me quiere o es que no tiene a nadie mas que a mi.
Somos los reyes de los equilibrios precarios...
Todavía quedan personas normales en el pueblo, viejos arraigados que no se sabe porqué permanecen aquí. Algunas veces salen algunas barcas a pescar, como en un ritual extraño empujan las barcas al mar haciéndolas deslizar encima de maderos engrasados, lo hacen con precisión, como siempre lo han hecho. Salen por la tarde y parte de la noche, luego regresan y varan las barcas a empujones, seleccionan el pescado obtenido cuidadosamente repartiéndolo en tres partes, una parte para los dos marineros y dos para el dueño de la barca al que siguen llamando patrón. Como siempre, como toda la vida.
Aquella tarde de verano, Dory había terminado de leer la novela Lolita, de Navocov, en papel -algo muy raro en este tiempo- era muy gracioso verla pasar las hojas con un palito que se ponía en la boca. Se había negado a que le comprara un e- book estaba fascinada con los libros de papel.
Algunas veces íbamos a la biblioteca abandonada del pueblo -abrimos la puerta de una patada- llena de polvo y ratones – ratones de biblioteca, claro- cogíamos algún libro y volvíamos a cerrar la puerta, hacía muchos años que ya no se editaba en papel...
_¡Eres un guarro... - Me dijo entre bromas y veras-
_ Es que eso de tener una amante joven es de toda la vida... - dije yo un poco avergonzado-
_ ¿No te ha gustado?
_ Mejor un viejo en buen uso que un robot follador de silicona – dijo desdeñosa-
_ Pero está muy bien, si, ese “nabo” escribe muy bien...
Recalcó lo de “nabo” para darle un tono erótico a la conversación...
_ Hay muchas historias de esas por aquí... Antiguas... Hay una vieja en la resi que a veces me las cuenta cuando no puedo dormir.
_ ¿Si? - dije yo interesado-
_Si, la llamamos M- withe horse, es blanca como la nieve, tiene el pelo blanco larguísimo, también
blanco, unos ojos azules preciosos … Todo natural, creo que tiene mas de cien años.
_ ¿Podría hablar con ella? - Pregunté -
_ Claro, en la resi puede entrar todo el mundo, hay muy poco personal y agradecen un poco de
entretenimiento.:
_ Hay un pianista manco muy viejo que toca el piano muy bien por poca pasta.
_ Tráele algo a la withe o no te contará nada...
_¿Qué le gusta?
_ Galletas digestive, mermelada buena de arándanos y mantequilla, las galletas con mucha fibra
que tiene estreñimiento...
Estuve unos días en la gran ciudad a comprar cosas, apenas una visita a la fábrica de mis hijos que creo que me están olvidando; Seguramente toman de esas pastillas que hacen olvidar todo lo desagradable... Las pusieron de moda hace un par de años.
Volví en un coche eléctrico de esos que van solos, le dices al aparatito donde quieres ir y te lleva a la puerta, puedes poner música o conversación en lata, ya nadie tiene coche propio, llamas y ya está, metes la tarjeta en el dispositivo de pago y te lleva...
Apenas nos cruzamos con ningún vehículo por la límpísima autopista, algún camión sin chófer y poco mas... Todo silencioso y automático.
Pillé dos paquetes de kokies digestive , la mantequilla, la mermelada y me dirigí a la residencia pudridero de ancianos.
Cuando no pueda valerme – pensé- seguro que mis hijos me meterán en una de esas residencias.
Pero vaya, mientras hay vida hay esperanza... Y también preciosos acantilados para volar...




Entré sin problemas en la residencia, el celador me preguntó y solo se me ocurrió decir que era amigo de Dory.
_ Pase, está usted en su casa – dijo esbozando una sonrisa cómplice-
El celador era blanquísimo, se ve que se había pasado con la crema blanqueadora, tenía acento africano...
_ Pensé que te habías olvidado de mi – dijo Dory con cara de desdeño-
_ Estuve en la ciudad de compras... - dije disculpándome -
_Eso se avisa...
_ Seguro que has estado con una de esas putas de la ciudad...
_ ¡Ni se te ocurra tocarme ! - gritó-
_ Me ducharé si quieres, pero solo he ido a comprar... - Dije chulito-
Dory estaba ayudando en la cocina, le encantaba hacer comida casera con cosas que le daba la gente del pueblo, algunos todavía tenían pequeños huertos.
Estaba muy graciosa enfadada, si nofuera negra se le podrían ver los colores de su cara
Estaba muy rara enfundada en su exo-esqueleto que había heredado de un viejo rico, un antiguo mecánico electrónico se lo adaptó a su talla. Me quedé quieto esperando en silencio con los paquetes en la mano.
_ Hoy comes aquí, a ver si te desintoxicas de esas mierdas que se comen en la ciudad
Gracias – dije yo sabiendo que la tormenta había pasado.
Tomó una bandeja y la llenó de cosas para comer, yo la seguí como un perro amaestrado hasta una mesa alejada del inmenso comedor .
Se había quitado el exo- esqueleto que le permitía andar y coger las cosas y se sentó frente a mi.
_ ¿Sabes?... - Me dijo con esa carita de buena chica que me derrite-
_ Te he echado de menos, creí que no volverías …
_ Yo también te he echado de menos, mucho, mucho, mucho...
_ Quiero que me folles mucho después de comer... -Dijo imperativa-
_ Anda, come un poco -dije yo azorado-
Y le fui dando la comida en la boca a pequeños bocaditos como a ella le gustaba.
_ Te quiero mucho, ¿sabes? Estoy enamorada de ti aunque seas viejo,
Si estuviera bien, también te querría, siempre sueño que te abrazo con los brazos y las piernas...
_ Anda, come …
Me cuesta mucho fingir que estoy emocionado...
_ No soy una puta, solo es que te quiero...
Le limpié las lagrimas que corrían por su rostro.
Después de comer fuimos a ver a la la vieja white horse, estaba sentada en un cómodo sillón al lado del pianista manco que tocaba para ella.
No sabe una mierda de música, solo toca lo que se inventa – me dijo Dory-
A mi me pareció una música preciosa, lo que tocaba jamás volvería a tocarse, eran composiciones efímeras, únicas; con el muñón de la mano izquierda hacía lo que podía procurando que la música no sonara muy disonante.
Lo escuchamos un rato con respeto y aplaudimos al final.
_ Es lo mejor que he escuchado en muchos años – dije-
_ Y nunca la volverás a escuchar, -dijo riendo el pianista manco- olvido enseguida todo lo que
toco, creo que tengo principio de demencia...
La vieja blanca quedó encantada con mi regalo, casi me lo quitó de las manos cuando le dije lo que contenía.
Me contó la historia de la barca, despacio, tenía una voz perlada,encantadora, algo fatigada .
Tuve el privilegio de ver los ojos mas encantadores que he visto en mi vida, brillantes, con un inmenso mar de vida dentro.



No me canso de oír esa historia, me dijo Dory usando mi barriga como almohada debajo de la vieja barca, mientras fumaba de mi pipa llena de marihuana y tabaco rubio del bueno, tan difícil de encontrar, sorbió un poco del vino de Oporto que teníamos enterrado en la arena .
_ ¿Será verdad esa historia? - Preguntó -
_ No sé, pero es una historia fascinante...
Y se quedó dormida con la cabeza apoyada en mi pierna
Al atardecer, las gaviotas se adueñan de toda la playa, cada vez son mas atrevidas, el pico amarillo con una mancha roja, amenazantes, peligrosas...
El sol se pone a mi espalda entre las montañas, con ganas de volver por la mañana y brindarnos el espectáculo de un amanecer en el mar.
Recordé la historia de M-withe – horse mientras acomodaba los muñones de Dory...

Tiempos duros … Comenzó diciendo en su relato la anciana blanca, antes de que pasará todo lo que pasó en el mundo, antes de que el mundo se volviera loco con las máquinas...
Hace mucho, cuando la gente salía a pescar por necesidad, para dar de comer a sus familias, toda la playa estaba llenas de barcas de pesca, habían cofradías de pescadores, todo se hacía a mano.
Yo la escuché en silencio, su voz era tan dulce que la historia era lo menos importante, lo contaba tan bien...
Angeleta no se había casado, no podía tener hijos, su hermano de la misma edad tampoco se casó, era un poco retrasado pero pescaba muy bien y era fuerte.
Se habían acostumbrado a salir a pescar juntos, nadie se fiaba de un retrasado como marinero Angeleta salía cada atardecer con su hermano y volvían de madrugada.
Angeleta era una de esas mujeres que arden, y eso atrae a los hombres no se sabe como, en el pueblo la moral era muy estricta, los curas controlaban muy bien eso.
Entre bromas y veras, los dos hermanos follaban como locos cuando caía la noche y estaban alejados de las miradas de los pescadores.
Pues eso, que vino un alemán al pueblo -entonces comenzaban a llegar turistas – y se enamoró locamente de Angeleta, le importaba una mierda que no pudiera tener hijos, le decía que ahorro de condones … Que si eso, ya adoptarían un huérfano …
Cuando el hermano idiota los pilló en la cama no dijo nada.
Una noche salieron a pescar calamares de potera- pescar calamares uno a uno con anzuelos y luces-
El hermano idiota, violó y mató a Angelina con el palo de matar escórporas, acto seguido hizo un boquete en la barca y se ató el ancla en un pie, mientras gritaba como un loco... ¡Este coño es mío!
La vieja caballo blanco lo contaba tan bien, con pelos y señales, con detalles, describiendo el paisaje con detalles poéticos, describiendo a los personajes, poniéndole una entonación de rapsoda.
Yo la escuchaba absorto viéndola comer las digestive untadas con mantequilla y una cucharadita de mermelada encima.
Quería extenderse mas pero dijo: Esas galletas son geniales, me voy a cagar …

Dory despertó poco a poco, como si volviera de otros mundos, me dijo que había soñado que tenía brazos y piernas, que me abrazaba y me quería igual...
La levanté y ella se abrazó a mi cuello y puso lo que le quedaba de piernas en mi cintura, la silla de ruedas nos esperaba fuera de la arena.
_Llévame en brazos, estoy muy bien así, pesaré poco...
_ Me dolerá la espalda, soy un viejo...
_ Si me llevas así en brazos te la chuparé como a ti te gusta – dijo mimosa-
Le dije : Vale, en el oído, muy flojito, hay que tener en cuenta que sin medias piernas y medios brazos apenas pesa nada...
F I N

1 comentario:

Isabel dijo...

Porqué complicarlo tanto? Sin brazos sin piernas, mujeres centenarias, me cuesta entender la elección de los personajes, haciendo lo fácil dificil, la enseñanza que saco del cuento es que quieres decir más de lo que dices, el mensaje deja un sabor agridulce que aún finalizado sigue rompiendo esquemas ...