jueves, 3 de julio de 2008

HAKYM



Links tenía problemas de personal, nadie quiere hacer de panadero hoy en día, y más de ayudante o mozo.
El oficio es engorroso y sucio; hay que limpiar, barrer y fregar constantemente. Antes los panaderos limpiaban y barrían sin ningún problema al terminar la tarea, era algo natural, que se había hecho toda la vida.
Desde que los panaderos tradicionales se habían jubilado todo estaba sucio de harina pisada y restos de pasta de pan por todas partes. Cuando Links les llamó la atención le dijeron que se buscara una chica de la limpieza, que ellos eran “técnicos en panadería industrial” titulados por la escuela de alimentación y técnicas nutricionales E.A.T.N. (siglas que lucían en el bolsillo de la chaqueta de trabajo como si fuera un aviso de que los respaldaba un sindicato que podía complicarle la vida a Links).
En realidad eran panaderos “robot” –como decía Links-hacían un curso de seis meses y ya querían cobrar como un ingeniero.
Links no pudo contratar a ninguna chica para la limpieza porque nadie quiere limpiar obradores llenos de harina pudiendo limpiar despachos de gente limpia que apenas ensucia nada cobrando lo mismo. No encontraba a nadie, y los inspectores de sanidad ya le habían advertido seriamente de que no podía continuar así; a pesar de que Links sabía manejarlos bien metiéndoles sobres con dinero en los portafolios que “casualmente” se dejaban olvidados en su despacho, los inspectores al volver miraban dentro, y si estaba el sobre no levantaban acta… No obstante le advertían sobre la suciedad del obrador. A veces le avisaban que pasarían a inspeccionar, entonces Links se pasaba toda la noche limpiándolo.

Dorty estaba recién casado con la hija de Links, a Links no le gustaba su yerno, pero quería nietos que continuasen el negocio. Dos meses después de la boda Dorty admitió que no tenía ningún medio de vida…Links lo puso a trabajar en la empresa con la esperanza de que un día lo relevara y tener una jubilación tranquila .Lo de trabajar fue un decir, ya que Dorty se pasaba el día vagueando en el despacho de su suegro y bebiéndose la colección de whiskys raros , Links se callaba y aguantaba con la esperanza de que la situación cambiaría, pensaba que toda empresa tiene sus parásitos .De todas formas su hija trabajaba por los dos, prácticamente ella llevaba la empresa, desde que se casó con Dorty incluso trabajaba más a causa del remordimiento que tenía por culpa de la conducta de su marido.
La hija de Links , Maria Luisa, disculpaba a su marido ante su padre diciéndole que no estaba acostumbrado a trabajar como ellos, que nunca había trabajado porque sus padres eran ricos y ahora se le hacía muy difícil acostumbrarse a trabajar, le pedía un poco de paciencia diciéndole que las mujeres pueden hacer cambiar a los hombres …
Maria Luisa era una ingenua de las de toda la vida como suele decirse, siempre buscaba el lado bueno de las cosas y toleraba que su marido se pasara los días y bastantes noches fuera de casa, no daba explicaciones de donde iba pero casi siempre estaba en el bar de la esquina pegándose faroles con los amigotes del barrio. Dorty le decía que no soportaba el olor a pan recién salido del horno a todas horas, le molestaba el ir y venir de las chicas de la tienda y el trajín de los repartidores y las envasadoras .
-Me agobia tanto barullo-decía –
María Luisa estaba al cargo de la tienda que había querido conservar junto a la pequeña fábrica de pan, aún siendo la hija del dueño se comportaba como una compañera de trabajo con las demás chicas, bromeando y cuchicheando con ellas, y si alguna le decía algo de su marido ella le respondía entre risas que era demasiado delicado para esos trabajos .
Cuando se casaron, los padres de Dorty vieron “el cielo abierto” se libraron de él con una cantidad de dinero que él se gastó a manos llenas en el viaje de bodas solo para aparentar que era rico, María Luisa se lo pasó en grande. El viaje de bodas fue digno de unos príncipes…
Fue Dorty el que aconsejó a su suegro de que resolviera el problema de la limpieza del obrador de la fábrica contratando a un emigrante ilegal.
-¿Un emigrante ilegal? –Dijo Links dudando-
-Sí hombre, todo el mundo lo hace.
-No sé –dudó el viejo panadero-
-Será la manera de que se le bajen los humos a los del sindicato, cuando vean que hay gente dispuesta a trabajar a bajo precio se pondrán las pilas.
-No sé, podemos tener problemas con los sindicatos…
-No pasa nada suegro, todo el mundo lo hace, cada día vienen más y trabajan por casi nada, en su país lo pasan mal y vienen aquí como si fuera el paraíso.
Además el gobierno lo está fomentando, hacen la vista gorda, es la única manera de competir con los países emergentes ¿Cómo vamos a competir con los sueldos que pagamos? Ellos trabajan de sol a sol por la comida y poco más, además la multa por tener un ilegal es de 500 euros hace dos años te metían mas de 5000 si te pillaban…
Son obedientes y agradecidos y no se afilian a ningún sindicato…-Remachó Dorty-
-Links no lo veía claro pero accedió encargando a su yerno la gestión.
Cuando Maria Luisa se enteró de los planes de su padre para contratar un emigrante le pareció bien, dijo que es mejor que trabajen aquí que malvivan en su tierra, que hay que ver como viven en esos sitios que salen en la tele a la hora de comer…
Por la noche Dorty le dijo a María Luisa que tenía el proyecto de contratar a más ilegales
- ¡Nos ahorraremos casi un sesenta por ciento de la nómina -le dijo dándose importancia-
Ella no le contradijo, aunque pensaba que los trabajadores tienen que estar bien pagados para que trabajen bien, quería de verdad a sus empleados de siempre, se había criado con ellos y a los nuevos les cogía cariño enseguida…
Cuando apagaron la luz Dorty le hizo el amor como siempre, de una manera fría y rápida .A María Luisa no le gustaba la manera de hacer el amor de Dorty por eso seguía tomando las pastillas rojas de su mesita de noche, aún no estaba segura de querer tener hijos con Dorty, a pesar de que su padre estaba loco por tener nietos y ella no podía negarle nada –tenía pasión por su padre- no estaba segura de que Dorty fuera el padre ideal… Se había casado muy ilusionada pero a medida que pasaba el tiempo e iba conociendo más a su marido se daba cuenta que el no la quería de la misma forma, quería ser querida de otra forma, de una forma mas cariñosa y dulce.
Se hacia un poco de lío pero su bondad natural le impedía ser más exigente, era una buena chica y todo lo resolvía con dosis masivas de amor del bueno.
Dorty encontró a Hakym por medio de un amigo de un amigo con el que tomaba copas por las noches, le habían aconsejado que contratase a uno de raza negra;"porque son más ingenuos que los sudamericanos y menos maliciosos que los marroquíes y los argelinos, están acostumbrados a trabajar de verdad, y casi nunca protestan aunque los trates duramente, además les cuesta mucho aprender el idioma y así se tiran tres o cuatro años que no se enteran de nada".
De los que le recomendaron se quedó con Hakym porque era el más joven, y además tenía un aspecto limpio y sumiso, tan sólo tenía veintitrés años pero se le veía fuerte y sano, le propuso un sueldo ridículo y enseguida dijo que sí, decía a todo que sí con una sonrisa enseñando su blanquísima dentadura…
Dorty se preguntó cómo demonios pueden tener estos dientes tan sanos si no se los lavan, seguro que no conocen los cepillos de dientes, sin embargo –se dijo- yo llevo toda la vida cuidándome la dentadura y gastando un dineral en dentistas y se me caen…
Hakym se adaptó enseguida al trabajo, limpiaba las dependencias de trabajo de la pequeña fábrica de pan de una forma rápida y metódica, en profundidad, todo relucía como nunca y las máquinas parecían nuevas en manos de Hakym…
Links estaba muy contento, ya no tendría que poner sobres en los portafolios de los inspectores de sanidad y si añadía que Hakym cobraba poco, todo era miel sobre hojuelas, se alegró de haber confiado en su yerno y pensó que los tiempos cambian, que los empresarios paternalistas estaban pasados de moda.
Pero no podía evitar su manera de ser, tal vez porque él había trabajado hasta reventar para levantar su negocio, a veces se quedaba solo en el obrador pensando en su historia, en los malos tiempos, cuando todo cambió…
Cuando pasó lo que pasó…
A pesar de todo supo aprovecharse y no tuvo que cerrar en los malos tiempos…
Todo el mundo parecía ser rico y el dinero no valía nada, todo estaba patas arriba la gente había perdido la moral.
Casi nadie quería trabajar de panadero cuando aún se trabajaba con hornos de leña el trabajo de noche era pesado y nadie quería hacerlo, hay que ser de una pasta especial para pasarse tantas horas delante de la boca de un horno…
Se acordaba cuando pasó lo de la iglesia católica…
Fue una catástrofe…
Unos historiadores camuflados de curas descubrieron en el archivo vaticano todas las mentiras y crímenes de la iglesia…
Fue un escándalo y la gente ya no creyó en nada, sólo creyeron en el dinero y el poder…
Pero seguían comiendo pan…
Ya nadie creía en Dios, pero seguían comiendo pan y Links no encontraba panaderos que quisieran trabajar.
El Papa y los cardenales se fugaron con la pasta del tesoro del Vaticano, jamás los encontraron…
El cielo dejó de existir y por tanto el infierno también…
Bueno, no es que dejara de existir, pero se quedó sin clientes y perdió su razón de ser .
Todos los pobres diablos se quedaron en paro, los diablos rasos ( los de más rango) se colocaron de asesores políticos y algunos en la banca, pero los diablos rasos, los pobres diablos no sabían que hacer, además se habían quedado sin fondos para hacer funcionar el infierno y las calderas se apagaron…
Los bancos los embargaron e hicieron un parque temático que tuvo mucho éxito.
Los pobres diablos no se adaptaban a la vida normal y dieron muchos problemas por aquel entonces…
Tenían frío, se les veía por todas partes tiritando de frío, mendigando unas monedas para comprar butano para las estufas.
Algunos habían hecho estafas, como lo de vender el alma a cambio de una estufa, pero casi nadie picaba ya…
Poco a poco se fueron haciendo panaderos, era un oficio ideal para ellos, al fin y al cabo eran los reyes de la noche y siempre habían vivido cerca del fuego, para ellos, pobres diablos rasos, fue una buena salida profesional. Al principio Links estaba muy contento con ellos –contrató a varios – aunque no duró mucho la situación , eran malos por naturaleza , cuando Links se descuidaba se meaban en la pasta del pan o se quedaban dormidos dentro del horno mientras la pasta fermentaba y se estropeaba, más tarde fueron cambiando de profesión, algunos se fueron a trabajar a las centrales nucleares, a las fundiciones, otros de macarras de putas viejas a las que explotaban sin piedad, otros al mundo de las drogas…Links sintió mucho que se fueran porque en el fondo eran muy divertidos, se pasaban la noche contando chistes guarros y las largas jornadas de trabajo se pasaban en un plis plas.
Tuvo que recurrir a la escuela del sindicato de panaderos que eran unos mafiosos y unos puntillosos, no sabían trabajar sin aditivos químicos y le decían que hacer el pan de forma tradicional era de anticuados, que era más rentable poner persulfato amónico, que así el pan tenía mucho volumen y poco peso, no obstante a pesar de las dificultades Links siguió haciendo el pan a su manera, como su padre le había enseñado, llevaba la harina en las venas como solía decir.
Siempre había lamentado no tener a un hijo que le sucediera y ahora que las fuerzas le abandonaban sólo aspiraba a tener un nieto varón al que enseñarle todo lo que sabía, pensaba que las cosas del mundo iban demasiado rápido y quería bajarse en la próxima parada, le costaba dormir por las noches, tantos años trabajando por las noches tantos años durmiendo de día le habían cambiado el sueño, cuando se quedaba solo, cuando todos dormían se encerraba en su despacho a leer y a beber un poco de whiky de su colección y ver con indignación como menguaba por las incursiones de Dorty.
Dorty…¡Su puta madre! –pensaba –se lamentaba que su hija no se hubiera casado con un buen chico trabajador que hubiera continuado el negocio y hubiera llenado la casa de niños…¡Esta niña es tonta! ¡Casarse con semejante gilipollas! –se lamentaba ya un poco achispado por los culillos de whisky que le quedaban.
Hakym pasó la primera semanas sin que apenas nadie le hiciera caso, sólo era el negro que venía a limpiar cuando los panaderos ya habían terminado, a veces las chicas de la tienda se reían un poco de él porque se le llenaba toda la cara de harina y parecía una cosa rara , había aprendido muy rápidamente a hablar el idioma –ya sabía un poco- practicaba con las chicas del envasado diciéndoles buenas tardes en vez de buenos días y algunas –las más simpáticas – le corregían, aunque manteniendo las distancias, ¡ se decían tantas cosas de los emigrantes!...No fuera a tomarse confianzas.
A María Luisa le llamó la atención la piel de Hakym, casi azul de lo negra que era, se refería a él como al chico azul, así se evitaba de llamarle el negro como le llamaban todos.
A María Luisa le gustaba estar en todas la secciones, controlar todos los procesos de producción y así, si alguna chica cogía la baja ella podría trabajar en su sitio.
A veces se quedaba un poco por la noche pero pronto le venía el sueño además no soportaba a los panaderos del sindicato, eran unos tipos groseros y desagradables…
Le gustaba acostarse pegada a la espalda de su marido, así se sentía más segura, pero Dorty y a veces venía bastante tocado por la bebida y los polvos azules de la nariz, que aunque se vendía ya en las farmacias y eran legales, a ella no le hacían ninguna gracia, cuando María Luisa le recriminaba su conducta él le decía riendo que estaba estudiando la vida nocturna y se acercaba a ella como un gato mimoso diciéndole al oído que ya tenía ganas de que tuvieran hijos, que sabía la dirección de un laboratorio que les certificaría lo de la compatibilidad genética…
Desde que pasó lo que pasó la seguridad social no pagaba los gastos médicos de los que no eran compatibles desde un punto de vista genético, no es que fuera obligatorio lo de la selección de genes, pero nadie se casaba con un alérgico si él también lo era, así se evitaban gastos médicos. A los alcohólicos y a los drogadictos ni siquiera los admitían en los hospitales…
Lo cierto es que la selección génica había mejorado mucho la salud pública, y ya se veía normal esta manera de ver las cosas.
Eso sí, los enfermos de verdad estaban muy bien atendidos y sanaban pronto.
La eutanasia se había puesto de moda entre los viejos, nadie quería ser un viejo decrépito y preferían morir con dignidad a base de morfina o otras drogas anestésicas, así también se ahorraba mucho, y los viejos dejaron de ser una carga para la seguridad social.
Links le preguntó a Akym qué clase de pan se comía en su tierra y el chico azul le contestó que se hacían unas tortas de harina de mijo que se cocían en unas piedras, y que su madre era la que las hacia en su pueblo.
-Mía madre hace más buenas las tortas de mi pueblo, las de mía madre son las mejores –le decía esforzándose para hacerse entender-
-¡Buenas, buenas , buenas –decía Akym cerrando los ojos y recordando cómo su madre molía la harina y amasaba la mezcla de mijo y trigo con un poco de sal y yogurt de leche de cabra que ella misma hacia –
Links no paró hasta que encontró todos los ingredientes que le dijo Akym y una tarde le dijo al muchacho que amasara la mezcla como lo hacía su madre en su tierra, mientras el chico amasaba, él calentó con leña un pequeño horno que sólo utilizaba para cocer pizzas, el suelo era de piedra y a Hakym le pareció ideal para cocer los panes.
Ya era casi de noche cuando las tortas africanas salieron del horno, Links había ayudado a amasar a mano las tortas y los dos se habían puesto perdidos de harina, Links se rió al ver al muchacho con la cara llena de harina pero no quiso decirle por qué.
Links llamó a María Luisa para que diera su opinión sobre las tortas y ella las probó encontrándolas buenísimas, Hakym sonreía mostrando su blanquísima dentadura y diciendo que habían salido casi tan buenas como las que su madre hacía, Links les encontró algún defecto técnico pero le gustaron mucho, decidió mandar algunas a las sucursales que tenía en los barrios donde había mas emigración a ver que pasaba.
Al día siguiente todas las notas de pedido de las sucursales incluían un pedido de tortas africanas y Links mandó imprimir unos letreros en los que ponía en francés PAIN AFRICANE, los clientes africanos comenzaron a frecuentar las tiendas de Links.
Links aumentó el sueldo de Hakym y lo relevó de las labores de limpieza por las tardes, él y el muchacho azul se pasaban la tarde amasando con las manos como en los viejos tiempos y Hakyn que ya se había soltado con el idioma le contaba historias de África, que el viejo escuchaba en silencio.
Links se extrañaba mucho de que Hakym no hubiera visto en su vida leones o rinocerontes, el chico le explicaba que su família vivía en un pueblo que estaba muy lejos de la selva y de la Sabana, que tenían sus costumbres y sus fiestas como todo el mundo.
-Lo que pasa es que estamos técnicamente muy atrasados –le decía –
Aún molemos el mijo a mano…
-Bueno… Nosotros hacemos el "all i oli" a mano pudiéndolo hacer con la batidora-decía Links riendo-
-En África hay cosas que se tenían que haber hecho hace mucho tiempo y no se hicieron,
Los ricos muy ricos, los pobres muy pobres, no hay gente del medio , ni muy ricos pero tampoco muy pobres-explicaba Hakym-
-Todo mal, todo muy mal-concluía el chico-
Algunas tardes María Luisa los ayudaba a colocar los panes en unos expositores de madera que se había hecho construir por un artesano indio, ella misma las había diseñado con motivos africanos de muchos colores chillones.
El chico azul como ella lo llamaba despedía una armonía que le gustaba mucho, además veía que su padre era feliz a su lado haciendo pan como a él le gustaba, amasándolo con las manos y cociéndolo con leña, se paraba a verlo como manejaba la pala de madera para meter los panes dentro del pequeño horno de piedra.
Los panaderos de la EATN se enteraron de la actividad de Hakym y le advirtieron a Links que no se podía tener ilegales haciendo trabajos cualificados, y Links les contestó que él era el que hacia el trabajo, y que el muchacho sólo ayudaba y limpiaba, además-les dijo muy serio- hay mucha demanda de pan africano y hay que estar al día.
Ellos se callaron y amenazaron…
Con mirar normas…
Con hablar con el sindicato…
Consultar con la inspección.
Links un poco harto les dijo que era el jefe y sabía lo que hacía en su casa.
Los chicos de la EATN acordaron comenzar un poco más temprano para espiar a Hakym, llegaban cuando aún no había terminado y observaban el pan africano que tan bien se vendía.
Una tarde en la que Links tuvo que ausentarse los panaderos del sindicato sorprendieron a Hakym terminando su labor, se había quedado un poco a recoger la harina que llenaba las mesas lo hacia con una escobilla de mano.
Le rodearon riéndose del pan que había hecho…
-¡Vaya mierda de pan que coméis los negros! –le dijeron mofándose-
Hakym sabía que debía callarse y hizo como si no entendiera-
-¡Parecen mierdas de elefante!-Dijo uno de ellos un poco pasado de carajillo-
Hakym permaneció inmóvil un poco asustado…
Comenzaron a tirarle harina y pasta de levadura para ponerlo blanco.
-¡Te vamos a hacer la vaca! –gritó uno-
-¡Éso éso, como en los tiempos antiguos!-gritaron-
En los tiempos antiguos se estilaba hacerles la vaca a los aprendices nuevos, se trata de bajarles los pantalones a los nuevos y llenarles los genitales de harina huevo batido y otros productos pegajosos una novatada cruel y humillante, una especie de rito de iniciación grosera y bestial.
Hakym no opuso resistencia, de hecho no lo encontraba peligroso y se dejó hacer, sólo puso cara de asustado que es lo que querían, sólo asustarlo, entre dos lo sujetaron y los otros estaban preparados con la harina y el huevo batido, uno de ellos le bajó los pantalones con la intención de llenárselos de porquería
-¡Hostias! –dijo el que le había bajado los pantalones –
Los demás se quedaron parados sin saber que hacer por la sorpresa.
Entre las piernas de Hakym se encontraron con un pene de una longitud que nunca habían visto.
-¡Cooooño! –dijeron los demás entre admirados y envidiosos –
-¡Estos negros la tienen como los animales! –dijo uno de ellos-
-Son como animales, no son como nosotros –dijo el cabecilla-
Lo dejaron y no continuaron con el “ritual”
Hakym se vistió y fue a ducharse en silencio, pensó que se trataba de una costumbre local de aceptación, pensó que se había visto en peores situaciones en su tierra.
Desde aquel día todo cambió para Hakym, aunque los panaderos tenían pacto de silencio entre ellos a uno se le fue la lengua y lo comentó en presencia de las envasadoras, y ellas no tardaron en decirlo a las dependientas y las dependientas reían y cuchicheaban por los rincones y en el cuarto de cambiarse…
Hakym notaba las miradas de las chicas, no le miraban precisamente a la cara…
Todas miraban de cintura para abajo intentando medir la magnitud de lo que les habían contado.
A todo esto había que añadir la habitual exageración de estos casos…
Las chicas tenían mucha confianza con María Luisa, para ellas no era la jefa si no una compañera más, se lo contaron con pelos y señales, y con la consiguiente dosis de exageración…
Desde aquel día María Luisa no faltó ni un día a la cita del pan africano, ayudaba a Hakym y a su padre como nunca, se ponía a amasar en medio de los dos, y si una mano rozaba con la del chico azul le daban escalofríos en la espalda y se ponía colorada, un día su padre le dijo que a que se debía tanto sofoco y ella le dijo que el calor, entonces su padre le dijo si estaba…
Hakym entendía la indirecta de Links y se reía de buena gana, y le decía que él era el octavo de doce hermanos, María Luisa le decía que era una locura tener tantos hijos y el le respondía que si jefe Links tuviera doce hijos no necesitaría pagar obreros…Links le daba la razón riendo de buena gana.
Cuando terminaban los panes Hakym se quedaba a cocer los panes y Links se retiraba a dormir, María Luisa le decía que se quedaba a esperar a su marido ,y él le decía que no se acostara muy tarde sabiendo que su yerno llegaba a la quinientas…
Mientras el chico azul sacaba el pan del horno de piedra María Luisa se sentaba al lado del horno y preguntaba a Hakym por su familia y sus amigos de África, si estaba casado o tenía novia, o si se pasaba hambre…
Hakym le explicaba que en África ya no se pasaba hambre, que plantaban cosas baratas y esperaban la plaga de la langosta, entonces todo el pueblo salía con una redes finas que colocaban con palos largos y cazaban a las langostas con las que se hacían unos paquetes prensados a los que se añadía coco, desde que los científicos descubrieron el valor alimenticio de las langostas ya no se pasaba hambre.
-¿Entonces porqué emigráis? –preguntaba ella-
-¿Por qué corre el agua del río?¿Por qué viaja el viento?-contestaba muy serio el chico azul-
Y a María Luisa le parecía una respuesta muy romántica…
No pudo más y le preguntó otra vez si tenía novia o estaba casado, él le respondió que no, pero que sus padres le estaban buscando una de muy buena familia, por eso había venido a Occidente, si ahorraba mucho pronto se podría casar…
Ella le dijo que no le parecía bien que sus padres le buscaran novia y él le respondió que era costumbre y que confiaba que sus padres le buscarían la mujer adecuada…
-Espero que sea guapa-dijo abriendo mucho los ojos-
-Mi padre dice que matrimonio es demasiado serio para que lo decidan jóvenes sin experiencia, ellos saben lo que me conviene, lo que es mejor para mí…
-¿Y ellas?-preguntó –
-Aceptan, sólo sé que aceptan, yo no puedo saber lo que piensan las mujeres.
Hakym la miró a los ojos como intentando saberlo…
-Sólo quiero que quiera tener hijos conmigo, que me respete y no se vaya con otros hombres, que no tenga hijos de otros hombres…-dijo muy serio-
Permanecieron un rato en silencio mientras sacaban los panes del horno, sólo se escuchaba el crepitar del pan recién cocido, el obrador estaba solo y los panaderos aún tardarían horas en venir.
María Luisa se acercó a Akym hasta que sus pechos tocaron el torso del muchacho azul y Hakym comprendió…
Ella lo besó tiernamente en los labios y lo arrastró sin dejar de abrazarlo hasta el almacén de los sacos de harina, una vez allí se libraron de parte de la ropa sin ningún miramiento, ella quería saber más que otra cosa en este mundo si era cierto lo del tamaño del pene de Hakym y, en la oscuridad del almacén de harina pudo comprobar como crecía entre sus manos, como ocupaba su cavidad vaginal abriéndose paso con una fuerza y un vigor que ella nunca había sentido, los ojos del chico brillaban en la oscuridad, ella dudaba si cabría “todo” dentro…
Hakym la cogió por los glúteos y la levantó en vilo para dejarla caer sobre sí mismo terminando de introducir lo que aún quedaba de su pene, ella sintió una mezcla de dolor y placer y hizo en un instante una odiosa comparación con sus otras experiencias sexuales…
Y dio la importancia que debía al tamaño…
Se sintió inundada de semen y se acordó de que no había tomado precauciones pero no le importó lo mas mínimo, disfrutó del momento y del tamaño con toda la intensidad de que fue capaz, dejándose poseer, queriendo ser poseída…
Terminaron sudorosos y llenos de harina.
Maria Luisa y Hakym repitieron varias veces lo del almacén de harinas y nadie notó nada, nunca comentaron su aventura con nadie.
Un día María Luisa le preguntó a Hakym si le parecía bien lo que hacían en el almacén y el le dijo que sí…
-Yo quiero, tú quieres… Eso está bien, no hacemos mal a nadie, sólo a tu marido, pero un hombre tiene que vigilar a su mujer y él no lo hace.
-Él va con otras…-Dijo la chica-
-Si no hay hijos no hay daño, todo bien…
En mi tierra, antes de que las chicas sangren, los chicos y las chicas hacen éso a la hora de la siesta, nadie dice nada, es como un juego y todos aprendemos a hacer las cosas desde pequeños…No hay hijos, ellas no pueden aún, es como un juego.
Hakym le contó a María Luisa las costumbres de los Morán.
Antes los guerreros Morán cazaban un león para demostrar que eran hombres, ahora ya no hay leones y por éso dicen que ya no pueden ser hombres, por éso algunos toman esas cosas que los hacen dormir todo el día.
Dorty estaba muy extrañado de que María Luisa le hubiera dejado en paz, antes andaba todo el día detrás de el, ahora no le recriminaba si volvía tarde y le rechazaba cuando la buscaba sexualmente, necesitaba tener pronto un hijo con ella para consolidar su posición en la empresa, se extrañaba verla siempre de buen humor y apenas le hacía caso, es como si lo hubiera archivado como un papel molesto…
Una noche llegó temprano y se acostó a la par de ella hablándole seriamente de lo de tener hijos.
-Sabes que los de la Seguridad Social aconseja de que no los tengamos –dijo ella evasiva-
-Sólo es un consejo, lo máximo que nos puede pasar es que no paguen las facturas de las enfermedades que pueda tener el niño en el futuro, tu padre las pagará gustosamente.
-¡Somos ricos, María Luisa! ¿Qué pueden importar unas facturas de hospital?
-¿Somos? –contestó la chica bastante mosqueada-
-Bueno, por ley natural tu padre no durará siempre, en el futuro todo será nuestro ¿no?
dijo Dorty casi alarmado-
-No voy a tener un hijo enfermo –casi gritó-
-Además tu no me quieres, sólo estás conmigo por el dinero de mi padre y además vas con otras mujeres…
-¿Yo?-dijo Dorty azorado-
-Si, tú…
-Bueno, sólo alguna vez, pero con chicas limpias, siempre les pido el certificado de prostitución de la seguridad social…
-Además desde que pasó lo que pasó eso ya no es pecado-rió entre dientes-
Era inútil discutir y se acostó al otro extremo de la cama diciéndole a Dorty que le dolía mucho la cabeza, el supo que era una seria advertencia de que no intentara acercarse…
Dorty pensó que su mujer estaba muy rara, que algo había ocurrido para que una chica de su clase cambiara de repente de esa forma, antes de dormirse se prometió averiguar qué es lo que estaba ocurriendo.
Mientras todo eso ocurría, Links seguía amasando por las tardes junto a Hakym escuchando las cosas de su tierra, sus costumbres y sus maneras de ser y de entender la vida, de tanto en tanto corregía al chico sus faltas de pronunciación y el repetía la frase correctamente como un niño en la escuela, cada vez sentía más afecto por aquel muchacho que le trataba con tanto respeto, casi con veneración, el chico azul le contaba las leyendas de los dioses animistas que explicaban de una forma sencilla, casi naíf, cómo se formó el mundo, cómo los dioses crearon las montañas , los ríos y los animales.
Links le escuchaba fascinado.
Hakym le contó una tarde que los ancianos de su pueblo eran las personas mejor tratadas de todos, los cuidaban, les obedecían y veneraban como poseedores de la experiencia y el saber ancestral,pero ellos cuando se sienten sin fuerzas viajan a la selva y se internan en ella para que los leones se los coman, ellos piensan que entran así a formar parte del alma del león que se los come, ahora se hace menos porque ya no hay apenas leones-le dijo con tristeza-
Links pensaba que lo hacían para no ser una carga para sus hijos, pero no dijo nada y se dejó llevar por la belleza de la historia.
María Luisa le dijo a Hakym que le llevaría al zoológico de la ciudad para que viera los leones, quedaron una mañana y Hakym aceptó ilusionado como un niño.
Pasaron la mañana dando de comer a los monos y a los papagayos, y el chico azul conoció animales que nunca hubiera imaginado, lo estaban pasando en grande hasta que llegaron a las jaulas de los leones, le dio una especie de ataque de melancolía, Hakym lloraba como un niño mirando los ojos de los leones encerrados en las jaulas de cuatro metros cuadrados.
Ella quiso consolarlo diciéndole que habían nacido en cautividad y que ya estaban acostumbrados.
El chico azul le dijo que necesitaban ser reyes de un territorio para poder vivir…
De regreso a casa María Luisa le preguntó si se casaría con ella y Hakym le respondió muy serio que no, que cómo pagaría el viaje a su pueblo de los dos para que sus padres aprobaran el matrimonio, además sus padres ya tendrían dada la palabra a alguna chica de su pueblo y no tendrían dinero para pagar el rompimiento de la promesa…
-¡Sería imposible!-le dijo muy serio-
-Mi padre lo pagará todo, so tonto –dijo María Luisa riendo-
-No puede ser, -dijo Hakym muy serio- tengo que pagar yo o mis padres, los hombres mantienen a las mujeres, si no es así no hay respeto.
Maria Luisa no dijo nada más.

-Sé que te estás follando al negro –le dijo Dorty a su mujer cuando se fueron a dormir
-¿Cómo lo sabes?-dijo ella sin inmutarse-
-Me lo han dicho los chicos de la EATN… Te mandé vigilar, te vieron en el almacén.
-Dijo Dorty acusador-
-Es un chico limpio-se vengó ella-
-Y negro…-Dijo Dorty con mala leche.
-Se que te hace ilusión lo de la polla enorme, lo comprendo y te perdono pero tiene que terminar, no es bueno para la empresa-Dijo firme y condescendiente-
-Vete a la mierda –Dijo María Luisa fríamente-
-Por la tarde María Luisa se fue a ver a Hakym a la hora de amasar el pan africano y solo encontró a su padre amasando, le preguntó por Hakym, y su padre le dijo que no había venido, y que le extrañaba pues siempre era puntual .
María Luisa buscó entre los papeles de la oficina la dirección de Hakym y salió a toda prisa a buscarlo maldiciendo entre dientes a su marido.
El chico azul estaba haciendo las maletas cuando María Luisa lo encontró después de mucho preguntar por entre las calles del barrio pobre, Hakym se quedó muy sorprendido de la presencia de la chica, ella le preguntó quién lo había despedido y él dijo que nadie, le contó que Dorty le había dado mucho dinero de parte de Links por lo del pan africano que estaba muy contento de él pero que ya no lo necesitaban porque Links ya sabía hacerlo igual que él, también le dijo que con el dinero que le había dado Dorty ya podía irse a casa y que estaba muy contento y agradecido a todos…
-Tu padre aprendió pronto, pero no debe dejar el pan tan cocido, crudo sabe mejor, tú se lo dices que a mi no me hace caso…
-Hakym había cerrado la maleta.
-María Luisa le dijo que no se fuera, que todo había sido cosa de Dorty porque se había enterado de lo suyo en el almacén de harina…
Insistió en decirle que se quedase, que ocuparía el puesto de Dorty, que ella sería su mujer y le respetaría siempre, que tendría hijos para él, que traerían a sus padres de África…
-Tú ya tienes marido-dijo Hakym- él ha demostrado que te quiere, eso es buena señal, muy buena señal, él ha pagado mucho para tenerte, ha pagado lo que costaría tener cinco esposas en mi pueblo, cuando más se paga más se quiere…
María Luisa supo que nada detendría a Hakym , estaba dispuesto a ir en pos de su destino africano, hizo un último intento acercándose a él para que le hiciera el amor y así retenerlo como hacen las mujeres…
-¡Sólo una vez más!-suplicó-
-Él la miró duramente y le dijo: No estaría bien, Dorty ha pagado por ti, mucho dinero por tenerte, no estaría bien, él merece respeto por lo que ha pagado…
María Luisa se quedó sentada en la pequeña cama mientras Hakym salía en busca de su tren, de su avión, de su autobús…
Llegaría triunfante a su pueblo, cumpliría su destino, honraría a sus padres, tendría orgullo y respeto…
La chica se acordó del león enjaulado…
De regreso a casa María Luisa pensó que tal vez tendría un hijo del chico azul, pensó que sería como un regalo de un buen chico…Quizá, tal vez…
A dos manzanas de su casa ya se olía a pan cocido, estaba llegando a casa, el olor a pan le indicaba el camino, pensó que era un poco como su padre, tenía harina en las venas…
Dorty salió a recibirla con un cesto lleno de explicaciones…
Maria Luisa le dijo:- Lárgate de mi casa imbécil!!
Y decidió no ser nunca propiedad de nadie.


fotografía de "Hakim"

1 comentario:

Isabel dijo...

Bonita historia tratada con mucho respeto y cariño.