sábado, 14 de octubre de 2017

EL PRISIONERO



¡Habla de una puta vez!
La sala de interrogatorios estaba pintada de blanco, un color blanco y brillante.
Una luz cenital, una silla y el preso esposado...
El preso se cansó de repetir una y otra vez que no sabía nada...
Las torturas se repetían metódicamente, punzantes, dolorosas, brutales...
El poli bueno, haciéndose el bueno, el poli malo asustando, amenazando, golpeándolo con la mano callosa y anillo de sello.
¿Pero que queréis que os diga? -Gritaba entre golpe y golpe -
¡Todo, cuéntalo todo o te arrepentirás! - Vociferaba el poli malo casi babeando del cabreo -
¡Yo no sé nada! ¡Os equivocáis de persona !
Otra hostia lo derribó de la silla …
¡Nosotros no nos equivocamos nunca !
Luego, apagaban la luz, meándose encima, cagándose de miedo, muerto de sed y hambre, sin saber si era de noche o de día, sin entender nada...

El prisionero había perdido la noción del tiempo y del espacio, se sentía como en una burbuja negra que de cuando en cuando se volvía blanca, cegadora, brillante...
Se encendió otra vez la luz cegadora y apareció el poli bueno con una sonrisa bonachona pegada a un rostro seboso de mal actor.
El prisionero se preguntó desde su incómoda postura – estaba tirado en el suelo con las esposas trabadas apretándole las muñecas -
¿Como sería el sistema para seleccionar policías buenos o malos? ¿Como serían las academias de policías? ¿Como los seleccionaban?...
Tal vez por su aspecto... El poli malo que le interrogaba era delgado y fibroso, con una barba en forma de perilla negra... Habían acertado, realmente daba miedo...


El poli bueno ayudó a levantarse al prisionero
_ Podrías ahorrarte todo eso... - Dijo el poli bueno con su mejor sonrisa -
_ Venga, vamos a comenzar de nuevo – dijo acomodando al prisionero en la silla -
_ Yo soy un mandado, cumplo órdenes, a mi no me gustan esas cosas ¿sabes? A mi compañero si le gusta,es un poco psicópata, disfruta haciendo daño, a veces cuando golpea pilla un poco de sangre y la saborea... A veces se le va la mano y el acusado ha salido con un traje de madera... Ya sabes …
_ Desde que pasó lo que pasó, nuestra sección tiene carta blanca, no tenemos responsabilidad penal, los jueces no intervienen en los servicios secretos...
_ Venga... Vamos a terminar con todo esto... Cuéntamelo todo y todo irá bien, no puedo protegerte indefinidamente, me da mucha lástima verte así, tienes la misma edad que mi hijo...
_ ¡ Pero que quiere que le cuente ! ¡No sé nada de lo me preguntan! - Dijo el prisionero aterrado -
_ Te advierto que esto solo es el principio – insistió con voz silbante – tenemos medios y métodos para hacerte hablar …
_ Vamos a ver... insistió el poli bueno
_ ¿Tienes família?
_ ¡Se lo he dicho cien veces! - gritó el prisionero -





_ Vengaaaa... - Dijo persuasivo el poli seboso con cara de bueno -
_Toda mi família murió, me adoptó un matrimonio viejo cuando tenía doce años, fueron muy buenos conmigo, me dejaron un piso y dinero suficiente para vivir cuando murieron...
_ ¡Se lo he contado cien veces!
_ ¡ Cuando me detuvieron perdí la cartera, ya le he dicho donde vivo !
_ En la dirección que nos diste no vive nadie, el piso está vacío, ni un mueble, ni un papel...
El prisionero permaneció en silencio, les había dado la dirección correcta...No se explicaba lo del piso vacío, en su piso tenía sus cosas, sus discos, su ropa...
_ ¿Tienes amigos? - pregunta de rutina -
_ Si, tengo amigos, como todo el mundo, pero no tengo amigos íntimos, solo de bares y de tomar unas cervezas y todo eso – atinó a decir -
_ ¿Novia... Esposa ? - El poli bueno se estaba aburriendo -
_ No, dijo el prisionero.
_ ¿No follas?
_ Voy a esos sitios de robots de silicona …
_ ¡Vaya! Cada vez son mas reales, dicen que casi es mejor que con una de verdad...
_ ¿ Se folla bien con esas muñecas? - dijo con una sonrisita de complicidad -
El preso no contestó
_ ¿Ves? Ya vamos avanzando, tienes amigos, la vida resuelta y follas con silicoides...
_ ¿Qué más?
El poli bueno permaneció un rato en silencio, un silencio espeso, expectante...
_ No tengo nada mas que decir, soy una persona normal que tiene una vida normal, no sé de que se me acusa...
_ ¡Quiero un abogado!
_ ¿Como en las películas? - Rió de buena gana el poli “gordobueno”-
_ ¡Tengo mis derechos, soy un ciudadano que paga impuestos! - Se atrevió a gritar -
_Venga... - Insistió el poli bueno haciéndo acopio de paciencia – Sigamos... Quiero que me cuentes todo, tu vida cotidiana, cualquier detalle; tus gustos, tus viajes, la gente con quién hablas normalmente...
El prisionero se sumió en un silencio bobo, con la boca un poco abierta y la mirada en un punto fijo
_ ¡Ya estamos con lo de siempre! - Masculló el poli bueno -
Lo zarandeó un poco pero no hubo ninguna respuesta...
Al momento entraron en la estancia el poli malo acompañado de una psicóloga, entre los dos policías tomaron al prisionero por las axilas y se lo llevaron a la habitación acolchada..
A la habitación de pensar, como decía la psicóloga...
_ Es un trozo de carne muerta, no siente dolor, no recuerda nada...
_ La antidroga que le hemos puesto no funciona...
_ He pasado un mal rato – dijo el poli que hacía de malo – es muy joven, cuando le golpeaba me dolía mas a mi que a él, no siente nada, encaja los golpes sin dolor.
_ Es que eres un sentimental, - dijo el poli que hacia de bueno -
_ ¡Son unos monstruos! ¡ No tienen piedad, no sienten lástima por nada!
_ El muy cabrón hizo estallar una bomba con metralla de tornillos en medio del festival infantil...
_ Más de cincuenta crios muertos y cientos de heridos...
_ ¡Es una locura, hay que hacer algo!
_ Al poli que hacía de malo se le saltaban las lágrimas al recordar la masacre; había sido uno de los primeros en acudir cuando sonaron las alarmas





_ Parece un buen chico, suena tan sincero cuando dice que es inocente...
_ No hay duda – dijo la psicóloga – las cámaras de seguridad lo grabaron un buen rato...
_ No hay ninguna causa que lo justifique...
_ Hay que pararlos de alguna manera...
El poli malo tenía razón, ya no habían guerras, el capitalismo se había esfumado de la sociedad, la comisión mundial ordenaba todo con justicia exquisita, la jornada laboral se había reducido a cuatro horas diarias cuatro días a la semana, la sanidad, la enseñanza eran totalmente gratis; apenas se cometían delitos y el respeto a la naturaleza era un bien prioritario en todos los aspectos.
Desde que pasó lo que pasó, todo había mejorado muchísimo. A ese tiempo de bonanza le llamaban el tiempo de las manzanas, nadie sabe por qué, la gente dibujaba manzanas como símbolo de bienestar.

Pero desde hacía varios años comenzaron a aparecer unos panfletos pegados en las paredes de los sitios públicos con el lema: REBELDES...
Solo esa palabra, letras negras con fondo amarillo, horizontales, verticales, en todas partes...
Hacía tanto tiempo que se había instalado el bienestar que la palabra casi carecía de sentido.
La mayoría de la gente pensaba que era alguna campaña de publicidad de nuevo diseño para sorprender al consumidor.

Estamos en el mejor de los mundos posibles, no hay motivo para esas barbaridades, si algo no funciona enseguida se resuelve o se mejora, los jueces son imparciales, puedes ser rico pero con tu propio esfuerzo, además ser rico ya no mola, casi nadie tiene mas de lo que necesita – concluyó el poli malo -

El prisionero se había meado encima, permanecía suelto y desnudo en la oscuridad del cuarto de pensar. Una oscuridad absoluta, diseñada para vaciar la mente.
La habitación oscura formaba parte del programa para intentar investigar el extraño terrorismo sin causa .
Un sitio absolutamente oscuro para recordar, para meditar, para arrepentirse... Pensaron los que estudiaban ese fenómeno
Enfrentar al individuo con la nada... Esa era la teoría...
Nada de comer, solo un poco de agua, silencio técnicamente perfecto...
El preso intentó recordar las circunstancias de su detención...
¡ No he hecho esa monstruosidad que sale en las fotos! … Solo pasaba por allí ¡ No he matado a esos niños! Se repetía a si mismo.
El silencio se impuso a sus pensamientos, la oscuridad absoluta le aterrorizaba, se tocaba y no estaba seguro que tocaba su piel-
¡Soy inocente! - gritó -
De alguna parte de la habitación negra y acolchada sonó la voz de la psicóloga...
¡ No !- No añadió nada mas -
¡ Me estáis torturando ! - gritó desesperado -
No le contestó nadie, y el prisionero se cagó encima de puro miedo
Se alejó un poco de su mierda hasta tocar el acolchado vertical de la pared y recibió una descarga eléctrica …
Pensar, no dormir... Pensó para si la psicóloga con frialdad profesional

El jefe de la rebelión recibió un mensaje por la red secreta.
A- 123 ha sido capturado vivo – leyó -



No se preocupó en absoluto, sabía que la droga del olvido no tiene suero antagonista, es irreversible.
Los rebeldes no se conocían entre si ; todo comenzó con un juego de tipos aburridos, desesperados por tanto bienestar, por tanto orden, ávidos de de nuevas experiencias, con ganas de espumar la adrenalina, de ponerse al límite.

Las ganas de hacer daño las llevaba dentro de toda la vida, disfrutaba haciendo daño; trabajaba en una empresa farmacéutica que investigaba medicamentos contra el mal de Alzheimer; fue un fracaso, los pacientes en vez de recuperar la memoria la perdían definitivamente. Se apoderó de la fórmula sin dejar huella …
Pillas al chico, hablas con él un rato, simpatizas y le pones la pastilla en el refresco... Fácil...
Al principio la droga tiene un efecto hipnótico, solo se trata de amueblarle la cabeza con una vida imaginaria y luego le das la bolsa con los explosivos...
Era como tener un ejército de zombies...

El prisionero intentó pensar haciendo un esfuerzo sobrehumano.
Puede que sea un mal sueño – se dijo a si mismo buscando consolarse -
Cada vez que intentaba recordar se topaba con un muro de desmemoria, intuía que sus recuerdos eran falsos pero no podía asegurarlo...
_ ¿Quién soy ? - se preguntó angustiado y en voz alta, no soportaba el silencio -
Se caía de sueño y la psicóloga lo dejó dormir, premio cada vez que intentes pensar, es de manual .
_ Ya es algo si es capaz de hacerse preguntas...
_ Tal vez todavía pueda soñar... Tal vez su memoria de pez inducida pueda cargar algún recuerdo de las cloacas de sus sueños... - Pensó la terapeuta esperanzada -

Poco a poco, las puertas de los sueños se fueron abriendo, construyendo mundos propios, paralelos a la realidad, fuera de lo físico; la mezcla de drogas había creado otros mundos, pescando trozos de
verdades inducidas, de recuerdos de su vida pasada...Como un surfísta loco, volando por encima de la materia, de la verdad y de las mentiras, mezclando sensaciones y pensamientos; un inmenso mar por descubrir...
El prisionero no lo dudó ni un momento, se sumergió en ese mar a pescar los peces de la verdad con los anzuelos de la memoria residual, ofreciéndose como cebo...
Poco a poco se volvió azul y recordó que su padre le había dicho que el agua del mar no es azul, es transparente e incolora, solo el cielo azul le da ese color...
Abrió la boca y se dejó tragar por el mar de sus sueño, había mordido el anzuelo...

Cuando los policías accedieron a la habitación oscura comprobaron que el prisionero se había ahogado en su propio vómito...
La psicóloga pensó que era lo mejor para él y se apiadó del chico, pensó que tampoco hubira resistido la realidad en caso de recuperar su memoria.
Se sentó en su despacho a la espera de otra barbaridad de los putos rebeldes del mal...


F I N




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